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Ex presidente brasileño Lula da Silva deja la cárcel después de 580 días de prisión
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los
Trabajadores) fue liberado este viernes (8), después de 580 días de
encarcelamiento en la sede de la Superintendencia de la Policía Federal
en Curitiba.
La justicia expidió la orden de libertad en respuesta a la solicitud
presentada por la defensa del ex mandatario en el marco de la decisión
del Supremo Tribunal Federal (STF) que determinó el último jueves (07)
que la prisión de un acusado sólo puede ser autorizada después de agotar
la apelación en todas las instancias, lo que no ha sucedido en el caso
de Lula.
Lula visitará la Vigilia “Lula Libre”, un campamento montado en las
cercanías de la sede de la Policía Federal desde donde los manifestantes
denuncian la prisión política del líder del Partido de los
Trabajadores, y después irá a São Bernardo do Campo, en el estado de São
Paulo, donde vive.
El centro de la defensa del ex presidente ahora, según los abogados
del petista, Cristiano Zanin Martins y Valeska Martins, es pedir que el
Tribunal Supremo juzgue los habeas corpus que piden la nulidad del
proceso del «triplex de Guarujá», en los cuales requieren la
inhabilitación del ex juez Sergio Moro y de los fiscales de la Lava Jato
y señalan «innumerables irregularidades».
Antecedentes
El ex mandatario fue encarcelado el día 7 de abril de 2018, después
de que fuera decretada su prisión por el entonces juez de la Lava Jato,
el actual ministro de Justicia, Sergio Moro.
La orden de captura fue expedida después del agotamiento de los
recursos en segunda instancia y, aprovechando el fallo del STF –
revertido este jueves (7) – que garantizaba la posibilidad de prisión
para los condenados en segunda instancia.
Justicia revoca ejecución de la pena a Lula
Por 6 votos contra 5, la Corte brasileña siguió el principio constitucional que garantiza presunción de inocencia.
Por mayoría, el Supremo Tribunal Federal (STF) revocó este jueves (7)
la ejecución de pena después de condena en segunda instancia. Iniciado
el 23 de octubre, el juzgamiento se cerró con un marcador de 6 a 5 a
favor de la posición, expresa en la Constitución brasileña, de que la
prisión de un acusado sólo puede ser autorizada después de agotar todas
las instancias.
Considerada la decisión más importante de este año, podrá resultar en
la liberación de casi 5 mil personas encarceladas sin condena en firme,
entre ellas el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso político
desde abril del año pasado.
El Tribunal Federal Supremo deberá aún debatir como tal decisión será
puesta en práctica. Hay divergencias, por ejemplo, sobre si la libertad
debe ser decretada automáticamente por la propia Corte Suprema o
evaluada por los jueces de ejecución penal caso por caso, pudiendo
convertir el cumplimiento de pena en prisión preventiva.
Los votos
En la sesión de este jueves – la tercera de la Corte dedicada a
analizar el tema –, iniciada con un marcador parcial de 4 a 3 a favor de
la prisión después de segunda instancia, votaron Carmen Lúcia, Gilmar
Mendes, Celso de Mello y el presidente de la Corte, Dias Toffoli.
Carmen Lúcia reiteró su posicionamiento tradicional con relación al
tema, votando a favor de la prisión después de condena en segunda
instancia.
Gilmar Mendes presentó un voto en que explicó la evolución de su
posición, ya que, en el pasado, votó a favor de la prisión en segunda
instancia y, este jueves, consolidó sus críticas más recientes a la
medida.
Siendo el único además de Toffoli en citar el “caso Lula”, Mendes,
que se mostró simpático a la idea de prisión en tercera instancia,
afirmó que la actuación del Superior Tribunal de Justicia en el proceso
del petista también influenció en su cambio de posición.
“El caso Lula contaminó la discusión. Eso no contribuyó para el
debate racional. Puedo ser sospechoso de todo, menos de ser petista. El
caso Lula muestra como el sistema funciona mal. Y aún no estoy hablando
de The Intercept. El combate a la corrupción se debe hacer dentro de los
marcos del debido proceso legal”, dijo.
Celso de Mello, que votó después de Mendes, también fue contrario a
la prisión después de segunda instancia. El afirmó que, a pesar de la
gravedad de la corrupción en el país, las directrices establecidas por
la Constitución deben ser plenamente observadas, contrariando también
algunos argumentos de defensores de la medida.
Dias Toffoli, último en votar por ser presidente de la Corte, inició
su posicionamiento afirmando que la cuestión técnica en los presentes
procesos es la adecuación de las reglas del Código de Proceso Penal a la
Constitución.
En ese sentido, afirmó que la «voluntad de los representantes del
pueblo» estaba de acuerdo con el texto constitucional al establecer el
agotar todas las instancias como marco. Indicó, por otro lado, que no
vería problema en caso de que el Congreso desee, a futuro, modificar ese
momento procesal.
Lula
En una nota divulgada enseguida de terminada la sesión, la defensa
del ex presidente informó que, con base en la decisión del STF,
ingresará este viernes (8) un pedido de liberación inmediata de Lula. La
decisión de ingresar el pedido habría sido tomada después de conversar
con el ex presidente.
Por ley, Lula ya podría estar en régimen semiabierto, pero se había
negado a pedir la conmutación de pena por entender que eso heriría su
dignidad. «Quiero que sepan que no acepto regatear mis derechos ni mi
libertad”, afirmó Lula en esa ocasión.
«Necesitamos recuperar el espíritu rebelde del pueblo», dijo Lula a BdF; lea la entrevista completa.
Este jueves, los abogados del petista, Cristiano Zanin Martins y
Valeska Martins, también afirmaron que van a reiterar la solicitud para
que el Tribunal Supremo juzgue los habeas corpus que piden la nulidad
del proceso alegando la «improbidad del ex juez Sergio Moro y de los
fiscales de la Operación Lava Jato, entre otras innumerables
ilegalidades».
Prisión después de segunda instancia
La mayoría de los magistrados del Supremo decidió, en 2016, que la
Justicia podría pedir la prisión de acusados cuya condena fuera
confirmada en segunda instancia. El inciso 57 del artículo 5º de la
Constitución afirma, mientras tanto que, “nadie será considerado
culpable hasta agotar todas las instancias de sentencia penal
condenatoria”.
En comunicación con Brasil de Fato, juristas calificaron la prisión
después de la condena en segunda instancia como “violación expresa,
clara y frontal” de la Constitución y del Código de Proceso Penal y
hasta incluso como una interpretación que “viola la lógica” fruto de un
“debate vulgar”.
(CC)
2019 Radio Mundo Real
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