El mandatario,
amoral y errático
Publica el NYT artículo anónimo de un servidor público que labora en la Casa Blanca
▲ Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ayer en la Casa Blanca durante un encuentro con sheriffs.
Nueva York. Un alto funcionario del gobierno de Donald
Trump, en un artículo de opinión firmado de manera anónima, publicado
por el New York Times, reveló que es parte de una
resistenciainterna de este régimen motivada para proteger a la nación de un mandatario
amoral y errático.
El presidente Trump respondió calificando el artículo de
cobardey reprobó al Times por atreverse a publicar algo escrito por una fuente anónima. La Casa Blanca apremió al funcionario anónimo a renunciar, pero el efecto fue alimentar la percepción de un presidente cada vez menos en control de su propia casa.
El artículo, publicado esta tarde de manera prominente en el portal del Times, titulado
Soy parte de la resistencia dentro del gobierno de Trump, afirma que
muchos de los altos funcionarios de esta administración están trabajando de manera diligente desde adentro para frustrar parte de su agenda (la del presidente) y sus peores inclinaciones. Agrega:
Yo lo sé. Soy uno de ellos.
Afirma que aunque los miembros de esta
resistenciainterna apoyan las políticas de este gobierno,
creemos que nuestro primer deber es para con el país, pues el presidente continúa actuando de manera perjudicial para la salud de nuestra república. Por ello, escribe, muchos de los altos funcionarios del gobierno de Trump “hemos prometido hacer lo que podamos para preservar nuestras instituciones democráticas y frenar los impulsos más equivocados de Trump hasta que deje el puesto.
La raíz del problema es la amoralidad del presidente, dice, señalando que quien trabaja con él sabe que no tiene principios como referente, ni los de su propio partido, y acusa que sus impulsos son
anticomercio y antidemocráticos.
Critica que Trump se maneja de manera
erráticay
mezquina, y que muchos dentro del gobierno han hecho lo posible para reducir los daños. Ofrece consuelo: los estadunidenses “deben saber que sí hay adultos en el cuarto. Reconocemos plenamente lo que está ocurriendo (…) estamos intentando hacer lo correcto, aun cuando Donald Trump no quiera”.
Revela que “al inicio (del gobierno) se escucharon susurros dentro
del gabinete sobre invocar la 25 enmienda, lo cual iniciaría un complejo
proceso para remover al presidente, Pero nadie deseaba una crisis
constitucional. Entonces, haremos lo que podamos para guiar al gobierno
en la dirección correcta hasta que, de una u otra manera, concluya.
La preocupación mayor no es lo que le ha hecho Trump a la presidencia, sino más bien qué hemos permitido que nos haga a nosotros como nación, concluye.
Trump, en un acto en la Casa Blanca esta tarde, atacó al mensajero y
el mensaje, afirmando que se trata de “una fuente anónima dentro del
gobierno, probablemente (alguien que está) fracasando, y que está aquí
por todas las razones equivocadas… Y el New York Times está fracasando. Entonces, si el New York Times, que está fracasando tiene un editorial (sic) anónimo, ¿se le puedes creer? Es un editorial cobarde”. Poco más tarde, tuiteó:
¿Traición?
La vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, emitió una declaración acusando que el autor del artículo
ha optado por engañar, en lugar de apoyar, al presidente debidamente electo de Estados Unidos, y concluyó:
este cobarde debería hacer lo correcto y renunciar. Más aún, reprobó la decisión del Times de publicarlo, al afirmar:
estamos decepcionados, pero no sorprendidos de que el periódico haya optado por publicar este artículo de opinión patético (...) esto es sólo otro ejemplo del esfuerzo concertado de los medios liberales para desacreditar al presidente.
El Times explicó que tomaron la decisión no común de
publicar el artículo de manera anónima, a solicitud del autor, ya que su
puesto estaría en riesgo, y tras asegurar que conocen su identidad,
justificaron hacerlo así porque
era la única manera de presentar una perspectiva importante a nuestros lectores.
Mientras tanto, por ahora el juego mayor en Washington es tratar de
adivinar la identidad del autor; ya hay una competencia para ver quién
puede desenmascararlo primero. Por ahora no se sabe si es hombre o
mujer, si trabaja en la Casa Blanca o en otra parte de la rama
ejecutiva.
El artículo aparece un día después de divulgarse algunas partes
explosivas del libro del reconocido periodista de la cúpula política Bob
Woodward antes de su publicación la semana próxima, y que cita a una
multitud de integrantes del gabinete y altos funcionarios expresando
alarma y desesperación por el comportamiento y capacidad mental del
presidente –incluso algunos llamándolo
idiotay otros quejándose de que estaba en
locolandia– y la necesidad de proteger al país de sus decisiones e impulsos peligrosos.
Desde ayer, Trump declaró que ese libro está lleno de
fabricaciones, señaló que varios de los secretarios de su gabinete citados han refutado las versiones que se les atribuye, y este miércoles continuó con su ataque afirmando que el libro
es una obra de ficción. Ya había enviado una amenaza en la mañana al tuitear que era vergonzoso que alguien pueda “fabricar historias….sin retribución o costo. No sé por qué los políticos de Washington no cambian las leyes de difamación”.
Este será el tercer libro en lo que va del año que dice revelar las
interacciones íntimas y desastres dentro del régimen de Trump,
alimentando la narrativa de una Casa Blanca dentro de la cual impera el
caos, el engaño, los complots, las deserciones, el temor y las amenazas
de amotinamiento.
Foto Afp, David Brooks, Corresponsal ,
Periódico La Jornada, Jueves 6 de septiembre de 2018, p. 29
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