Entrevista a Lucia Morett, sobreviviente al ataque criminal de Uribe al campamento de las FARC
Soy definitivamente antiimperialista, bolivariana; me considero, obviamente, de izquierda. Soy marxista, también soy sandinista, soy guevarista, soy zapatista.
En un reportaje de la revista nicaragüense 'El 19' , del día 28 de agosto de 2008, Lucia Morett, estudiante mexicana sobreviviente del ataque ilegal por parte del ejército colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador narra los terribles sucesos vividos y como le cambiaron la vida; sin embargo se mantiene firme en sus ideales anti-capitalistas que tienen sus raíces en la historia de su familia. En la entrevista se muestra como Lucia no es una delincuente, como la han pretendido presentar el gobierno colombiano de Alvaro Uribe y los medios de comunicación mexicanos, que junto con Felipe Calderón están al servicio del imperialismo yanqui.
Por su nivel de importancia, reproducimos a continuación el reportaje:Lucía Andrea Morett Alvarez estudiaba la carrera de Literatura Dramática y Teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hasta que asistió a un congreso bolivariano en Quito, Ecuador, a finales de febrero pasado, y luego enrumbó hacia un campamento clandestino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).Ahí su vida cambió para siempre. Un feroz e ilegal bombardeo del Ejército de Colombia, en territorio ecuatoriano, acabó con Raúl Reyes, el segundo de las FARC, y cuatro de sus compañeros mexicanos de estudios, entre numerosas víctimas. Morett, de 27 años, se declara abiertamente "antiimperialista, marxista, sandinista, guevarista y zapatista".
Rechaza categóricamente los señalamientos de pertenecer a las FARC y sostiene, como en ocasiones pasadas, que visitó dicho campamento por razones académicas.Acepta con orgullo ser hija de padres involucrados en la izquierda: su madre es sobreviviente de la masacre perpetrada en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, el dos de octubre de 1968. Su padre estudió en la Universidad de Chapingo y trabajó en el Departamento de Sociología Rural.Participó en la huelga universitaria de 1999 por la gratuidad de la educación, pasando Navidad y Año Nuevo en las instalaciones del Alma Mater. En este mismo recinto fue parte de la Cátedra Libertador Simón Bolívar.Su abuelo materno trabajó en un pueblo de la Costa del Golfo de México en la Huasteca Petroleum Company , involucrándose en la expropiación y nacionalización petrolera que realizó el gobierno de Lázaro Cárdenas."Justo en el pueblo donde se fue mi abuelo, ahí vivió Sandino, es una cosa que yo desde chica he conocido. He estado cercana a Nicaragua de alguna forma, por eso: por saber que en ese pueblo vivió Sandino.
Ahí mi abuelo conoció a mi abuela. El pueblo es muy pequeño, en la Huasteca", asegura.También estuvo, en 2001, en una concentración universitaria en la que fue oradora, junto al Subcomandante "Marcos", del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN): "Me tocó leer, por sorteo, un comunicado de bienvenida".¿Qué hacía en México? ¿Cómo era su vida?-Yo había hecho mi servicio social, más o menos hacía un año, en una radio pública, y trabajaba en el Sistema Nacional de Noticiarios, del Distrito Mexicano de la Radio. Estaba en un área llamada Asuntos Especiales, y me encargaba de coordinar las entrevistas con las personas que iban a ser entrevistadas para el noticiario sobre un tema en concreto, algún tema de relevancia a nivel nacional o internacional. También me encargaba de realizar una sección que se llama Respuesta Radioescucha, no duraba más de tres minutos, donde la gente, los oyentes de la radio podían llamar y preguntar sobre algún tema de su interés.
Eso es lo que hacía en mi servicio social. Estando ahí conseguí mi licencia de locución; eso fue algo que también me gustó y estaba en proceso de elaborar mi tesis.Y en teatro ¿qué hizo?-Tuve una decisión de hacer un teatro un tanto marginal. Empecé propiamente en mi actividad profesional como actriz, en un montaje que se llamó "Agonía, la Balada de Sacco y Vanzetti", obra basada en la novela de Howard Fast (escritor, novelista y guionista de televisión estadounidense), que trataba sobre las últimas 24 horas de la vida de Sacco y Vanzetti, estos dos italianos, anarquistas, que emigraron a Estados Unidos, y fueron condenados, en los años 20, a la silla eléctrica, por un delito que no cometieron. En el momento en que yo salgo de México para ir a Ecuador, estaba en un montaje, al que tuve que pedir permiso por una ausencia, con la promesa de que volvería en marzo, sobre los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. La obra se llama "Mujeres de Arena".
El gobierno de Colombia la ha tildado a usted de terrorista, incluso de narcoguerrillera. ¿Cómo responde a estos señalamientos?-El Gobierno de Colombia tiene, como se dice coloquialmente, mucha cola que le pisen. Ha cometido, a través del paramilitarismo, muchas acciones, totalmente ilegales: masacres, asesinatos selectivos de dirigentes políticos, y se ha beneficiado del narcotráfico. Cada vez es más claro y cada vez se le va acercando más a Álvaro Uribe, sus vínculos con el narcotráfico; se sabe que tenía una amistad muy grande con Pablo Escobar, uno de los principales narcotraficantes.¿Usted rechaza estos señalamientos?-Yo lo que digo es que a Uribe, en estos momentos, no le conviene, ni nunca le ha convenido, nadie que hable en contra de él, nadie que le vaya sacando esos vínculos. En México hablábamos sobre qué pasa en Colombia, qué es lo que sucede en Colombia, cuál es la realidad que viven en Colombia.¿Cómo se define usted políticamente?-Soy definitivamente antiimperialista, bolivariana; me considero, obviamente, de izquierda. Soy marxista, también soy sandinista, soy guevarista, soy zapatista. Me siento identificada con la lucha de los pueblos dónde y cómo sea necesaria; dónde y cómo las condiciones lo permitan.
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