Las Audiencias públicas entre la insurgencia de las FARC y el Estado colombiano, en Villanueva.
En estas audiencias las organizaciones populares exponían y analizaban su situación y exigencias de cambios hacia la Justicia Social, fue un proceso interesantísimo; las FARC llevaban a la mesa de negociaciones con el gobierno las reivindicaciones populares y exigencias surgidas en las distintas audiencias populares.
En este video se puede observar a Iván Ríos hablando en la Audiencia de las Mujeres, ante las organizaciones populares y compañeras que, con muchísima valentía, y aún en medio de las presiones, amenazas y desapariciones perpetradas por el Estado, fuerona las Audiencias populares de diálogo con las FARC, para que la voz del pueblo fuera expuesta y reivindicada en la mesa de negociación.
El proceso de Audiencias populares fue obviado totalmente por los grandes medios de desinformación masiva, pero sin embargo la asistencia al Caguán, a las Audiencias, era numerosísima: reflejo de las ansias y necesidades populares por el cambio social y económico en Colombia.
Este proceso fue truncado por decisión del Estado colombiano, siguiendo las directrices de Washington; pues mientras las FARC estaban sentadas a la mesa de negociación tratando de sortear las negativas del Estado, tratando de incluir una seguridad social digna, tratando de abordar los temas económicos y sociales fundamentales con el Estado, tratando de negociar la abrogación de tratados económicos que empobrecen y marginan a los colombianos, el ejército y el para-ejercito del Estado triplicaban su tamaño, y se fraguaba el Plan Colombia.
Esta es una etapa de la historia de Colombia que es fundamental rescatar y conocer para comprender nuestro presente, y ser concientes de nuestras posibilidades. En las Audiencias la voz del pueblo se alzó reivindicando sus necesidades y la Justicia Social; esa voz sigue viva. Aunque el Estado haya logrado truncar las Audiencias populares del Caguán y la Mesa de Negociación; aunque el Estado haya implementado el Plan Colombia y sus fumigaciones tóxicas y bombardeos de muerte; aunque el Estado esté en guerra abierta contra los estudiantes, sindicalistas y defensores de derechos humanos y ecológicos, asesinándolos mediante su herramienta paramilitar o encarcelándolos mediante los montajes judiciales; aunque la criminalización de la reivindicación social alcance su máxima expresión con el gobierno de Uribe; hay que seguir luchando por lo que es justo, por la dignidad humana.
Esa lucha por la Justicia Socialla seguirá dando el pueblo colombiano, y la solidaridad internacional se hace imprescindible en un momento en el que el Genocidio perpetrado contra el Pueblo colombiano por el Estado alcanza su paroxismo: “Se estima que luego del genocidio sobre los pueblos originarios en América tras la colonización europea, el del pueblo colombiano es el segundo genocidio más atroz cometido en la región. Se calcula en más de 600.000 el número de muertos y en 35.000 los detenidos desaparecidos, cifras que muy probablemente sean mayores (…)En Colombia el Estado ha tomado la postura de exterminar no sólo a quienes han asumido las armas como método de lucha, sino a una parte importante de la población civil” ”(declaración de Buenos Aires, MOVICE)
Porque el pueblo colombiano merece vivir dignamente, sin el empobrecimiento mortífero del 60% de la población, sin ver la indigencia absoluta del 17% de la población y ver que son 20.000 los niños que se mueren anualmente de falta de agua potable, derretidos en enfermedades como la diarrea ante nuestra mirada rota: porque pueblo colombiano merece vivir sin Saqueo y sin Terrorismo de Estado.
Por eso decimos que, aunque hayan matado a Iván Ríos, no mataron su Esperanza, porque hasta ese lugar del alma, la represión de los sicarios del Estado no alcanza…
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