Programa de Radio Café Stereo sobre el contexto del conflicto colombiano
La explosión de una bomba en plenas fiestas de Ituango, donde el pueblo, con el apoyo de la guerrilla de Farc obligo al gobierno fascista a suspender las fumigaciones a las parcelas de los campesinos, buscando acabar una cuantas matas de coca, mientras dejaban intactas las grandes hectáreas de los narcoparamilitares y la bomba que exploto en Cali, frente al palacio de Justicia de esta ciudad en el preciso momento en que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, adelanta una feroz ofensiva contra la Justicia, dejan mucho que pensar, menos que las Farc sean las autoras de esto.
Primero es conocido que el gobierno de Uribe, según su propaganda, tiene aislada la guerrilla, comiendo raíces y sin ninguna capacidad, así como según la inteligencia mafiosa de José Obdulio Gaviria, la guerrilla es cosa del pasado y ahora hay que hablar del “pos conflicto”, argumentación esta que de por si desecha la autoría de estos atentados por parte de las Farc, atentado que el alcalde de la ciudad de Cali, en un signo muy significativo, no ha adjudicado a la guerrillera.
Hay que recordar que Uribe gano la presidencia paseándose victorioso en medio de supuestos atentados de las Farc-EP, que nunca lograron siquiera despeinarlo. Atentados que le organizaba a pedido el director del Das de Barranquilla Emilio Vence Zabaleta.
Uno de los casos mas notorio fue el ocurrido precisamente en Barranquilla en abril de 2001, cuando era Uribe era candidato presidencial y que según la historia o el montaje fueron detonados explosivos al paso de su caravana de vehículos, en esa ocasión murieron cuatro personas, pero Uribe salió ileso del incidente. Hay que aclarar que ninguno de los afectados eran miembros de la caravana sino vecinos del sector.
Una característica compartida en los casos de Ituango y Cali, es que las víctimas son civiles inocentes,gentes del pueblo.
Otra característica es la paramilitarizacion. Ituangó es un municipio en manos de los grupos paramilitares que según Álvaro Uribe, ya no existen y en este lugar el gobierno mafioso declaró de utilidad pública e interés social terrenos de campesinos y no de terratenientes para la construcción y operación de la Hidroeléctrica Porce IV del grupo “Empresas Públicas de Medellín” (EPM).
En Ituangó necesitan escarmentar y desplazar a los campesinos para poder hacer sus “negocios”.
Si Ituango esta paramilitarizada, Cali no se queda atrás, en un proceso de paramilitarizacion que viene de mucho tiempo atrás, pero tuvo un auge importante con la nefasta gestión del General Jaime Ernesto Canal, comandante de la tercera Brigada yse profundizo con el general Jesús Antonio Gómez Méndez, al frente de la policía de la oligarquía colombiana. El general Gómez Méndez es otro punto en común entre estas dos “bombas de las Farc”
Por ejemplo, a partir del asesinato de los estudiantes Jhonny Silva y Julian Hurtado, siendo Gómez Méndez jefe de la policía en Cali, aparecieron en la Universidad del Valle amenazas por parte de las Águilas Negras, que hacen y deshacen sin que los “gloriosos” policías y militares se den por enterados.
El general Gómez Méndez, esta implicado con la banda del paramilitar y narcotraficante de Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario', la misma organización delincuencial de la que hacia parte el hermano del ministro de Justicia y del Interior, Guillermo León Valencia Cossio.
Versiones divulgadas en medios de comunicación afirmaron que el nombre del general figuraba en conversaciones telefónicas interceptadas este año a Felipe Sierra, el “empresario” de compañías de vigilancia privada detenido por ser testaferro de ‘Don Mario'.
Aparte de esas “pequeñas”, coincidencias de las bombas atribuidas a las Farc y coincidiendo con el odio de Uribe a la corte, la bomba de Cali estalla frente al palacio de Justicia, en los momentos en que los empleados de la rama judicial votaban una huelga nacional exigiendo mejoras saláriales.
Con la protesta, los funcionarios del sector judicial, exigen al gobierno, el cumplimiento con unacordadoreajuste el salario a los empleados judiciales, que se aumente el número de funcionarios y que se haga consistente el programa de concurso de méritos para el ingreso en la carrera administrativa.
Carlos Lozano Guillen, director del Semanario Voz, en un comunicado donde repudia el hecho, toco el meollo del asunto cuando escribió “Los únicos beneficiados con esta acción terrorista y carente de cualquier sentido político, son los que desde las alturas del poder quieren someter a la justicia para ponerle fin a las investigaciones de la parapolítica”, y dicen los que saben de investigaciones que cuando se investiga un crimen, lo mas aconsejable es comenzar investigando a los beneficiados con el el delito, que ya sabemos quienes son, los delincuentes que gobiernan a Colombia.
A las exigencias de la rama judicial el presidente Álvaro Uribe, respondió diciendo que no les aumentara porque eso era “incentivar la inflación”. En este caso y tal vez como producto del trabajo de Guillermo León Valencia Cossio y del narcotraficante “Don Mario”. Del General Gómez Méndez y ante todo del bombazo, los fiscales y jueces de Medellín y Cali se alejaron del paro.
En Bogotá, ante los intentos de desestabilizar el gobierno de Samuel Moreno, miembro del Polo, y buscando hacerlo funcionar al gusto Uribista, también estallaron varios bombas en sitio como un pequeño almacén de telas, causando daño obviamente a sus dueños, gentes no muy acaudaladas y seguidos de un gran despliegue publicitario, que lograron que Samuel Moreno, diera el brazo a torcer entregando el manejo de la seguridad de la ciudad a Juan Manuel Santos.
Aunque la presión contra la Corte Suprema de Justicia, ha sido muy fuerte, pues ni las bombas, que siempre han estado presentes en el gobierno de Uribe, lograron amedrentarlos y al contrario, en un foro organizado en Cartagena, los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo Superior, de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado se reunieron con el delegado de las Naciones Unidas, Leandro Despouy, para denunciar los intentos del gobierno mafioso por obstruir el funcionamiento de la Justicia, especialmente de la Corte Suprema.
Pero tal parece que Uribe necesitara muchísimas bombas para tapar los nuevos escándalos como las detenciones del ex gobernador, ex ministro y ex senador de la República, Álvaro Araújo Noguera, padre de Álvaro Araujo, y de la ex ministra de Relaciones exteriores, Consuelo Araujo, familia a la cual Uribe es muy cercanos, familia que es acusada de nexos con el narcoparamilitar “Jorge 40” y hay que recordar que Álvaro Araujo, hijo, días antes de su detención amenazo a Uribe diciendo: “Si vienen por mí, vienen por la ‘Conchi’ y vienen por el presidente Uribe y el Procurador”.
Muchas bombas mas va ha necesitar Uribe para esconder la detención de su comandante, cuando fue gobernador de Antioquia, Rito Alejo del Rió, conocido como “el Pacificador de Uraba” por su sanguinaria labor en ese departamento.
Hay que recordar que al ser despedido del ejercito por el gobierno de Andrés Pastrana, debido a una exigencia de las Farc, por su accionar paramilitar, fue organizada una ceremonia de desagravio para del Rió y Uribe, estuvo allí con toda su mafia.
Al respecto Uribe dijo hace ya algunos años: “Sí, yo fui a ese homenaje y allá habló también Fernando Londoño, estuvo Plinio Apuleyo y siquiera lo hicimos. Iban a echar 13 generales de la República y muchos me llamaron a mí a decir que esa persecución era injusta (…), en la Gobernación de Antioquia, lo que hice fue apoyar a la Fuerza Pública y a la justicia”
Pues parece que van a necesitar es una hecatombe, para silenciar el cúmulo de escándalos por sus vínculos con el narcotráfico y el terrorismo de estado que crecen como una bola de nieve cuesta abajo.
Luego, quienes han tenido por costumbre o por providencia “divina”, y no hay que olvidar que Uribe tiene “inteligencia Superior” y es el Mesías de los narcotraficantes, el sacar buen provecho de estas bombas, son los mismos delincuentes que al minuto, sin mediar investigación, salen a adjudicar los hechos a la guerrilla colombiana y nunca presentan las pruebas de los hechos.
Argumentado estas bombas, las principales ciudades de Colombia están inundada de avisos, al mejor estilo del oeste, ofreciendo recompensas a diestra y siniestra, por esto o por aquello y ellos muy felices porque los escándalos por sus relaciones mafiosas van quedando en el olvido.
Este fue el trasfondo de las famosas bombas de las Farc, que realmente son bombas del terrorismo de estado, bajo las cuales Uribe y sus compinches pretende esconder su oscuro y sangriento pasado.
* Director de Radio Café Stereo.
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Miguel Suárez en Kaos en la Red
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