Parece ser un hecho consumado la contratación de mercenarios por parte del gobierno de Estados Unidos con el acuerdo con Felipe Calderón, para que operen en México, con todas las implicaciones graves que esto dará lugar, tanto para la soberanía nacional, como porque su ingreso será sinónimo de mayor violencia, incluso es probable que ellos ya se encuentren operando para crear buena parte de la violencia que azota el país y que casualmente se incrementó sobremanera desde el momento en que Felipe Calderón se invistió como presidente y lanzó su plan de seguridad -inseguridad-.
Estas son formas de guerras o campañas sucias para lograr ciertos fines, es decir, bajo el lema de 'haiga sido como haiga sido' este gobierno lleva las mentiras al extremo -vease campaña para privatizar pemex, o la campaña electoral pasada- e incluso no sólo de mentiras se vale sino de herramientas de desestabilización como son estos grupos mercenarios.
Pero ¿qué dicen nuestros patriotas Generales, Senadores y Diputados? ¿Acaso nuestro ejército es tan incapaz que necesita de mercenarios en tiempos de paz?
El narco, como todos sabemos, existe gracias a la protección de políticos, policias y militares corruptos tanto de México como de Estados Unidos. Ellos reciben las ganancias en este juego macabro e imponen los 'controles' y utilizan el juego para matar o desaparecer opositores.
Es un hecho la intervención de militares mercenarios de la empresa Blackwater, Sycoleman Corporation en México, con el pretexto de combatir el narcotráfico, bajo la estructura de la Iniciativa Mérida y ASPAN.
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