02 de agosto de 2013, 00:03Washington,
2 ago (PL) Miles de empleados de importantes cadenas de comida rápida
de Estados Unidos continúan hoy por quinto día consecutivo en las
calles de siete ciudades para exigir mejoras salariales y el derecho a
sindicalizarse.
Escrito por Yolaidy Martinez Ruiz
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Desde principios de esta semana, trabajadores de
restaurantes operados por McDonald's, Wendy's, KFC, Burger King,
Subway, Checkers, Little Caesars y Popeyes, entre otras firmas,
protestan en Nueva York, Chicago, Detroit, Flint, Kansas City,
Milwaukee y Saint Louis para que aumenten su salario mínimo a 15
dólares la hora.
Los manifestantes denuncian que mientras la industria de la comida
rápida está en auge, obtiene ganancias de hasta 200 mil millones de
dólares al año y tiene perspectivas de crecer en 12 por ciento en 2018,
ellos están al borde de la pobreza con sueldos bajos que no les alcanza
para vivir.
El personal de ese tipo de restaurantes sólo
reciben el sueldo mínimo federal de 7,25 dólares por hora y a
diferencia de sus colegas de otros establecimientos gastronómicos no
reciben propinas.
El presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, prometió elevar a nueve dólares el salario durante su segundo
mandato pero el Congreso aun no aprobó esa medida.
A la huelga
se sumaron los trabajadores de tiendas pertenecientes a las marcas
Victoria's Secret, Macy's y Sears, y el paro cuenta con el apoyo de
organizaciones gremiales, grupos eclesiásticos y de la Unión
Internacional de los Empleados del Servicio.
Según noticieros
estadounidenses, muchas de las demostraciones tienen el estilo del
movimiento Occupy, una campaña realizada en 2011 por el fin de las
desigualdades socioeconómicas y del poder de las corporaciones y de los
bancos, considerarlos culpables de la crisis económica global. |
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