Mañana se cumple otro aniversario del abril de 1948 cuando a la una de la tarde recibió el impacto de tres balas a la salida del hotel Continental, tres balas que cambiaron el rumbo de esos días, en opinión de historiadores y analistas.
El líder popular murió a los 50 años en la Clínica Central por el impacto de los dos disparos en la cabeza y uno en el pecho. Cinco horas más tarde, Bogotá se sumergió en la violencia, ardieron el Palacio de San Carlos, la Nunciatura Apostólica, la Procuraduría General, el Ministerio de Educación, el Palacio de Justicia, los tranvías.
La policía se sublevó y se unió a las manifestaciones civiles para pedir la renuncia del gobierno conservador de Mariano Ospina. El dolor por el deceso de Gaitán sacudió al país, surgiría El Bogotazo, uno de los primeros actos urbanos conocidos como la época de la violencia.
Según el historiador Jorge Serpa, su muerte "recrudeció la exclusión y persecución política del contrario e hizo patente la crisis de legitimidad del Estado. La violencia que se generó en el campo, dijo, provocó un desplazamiento masivo hacia las urbes, fue de esta manera como las ciudades empezaron a tener asentamientos humanos subnormales conocidos como tugurios".
"Su muerte atroz frustró la esperanza de un pueblo, desvertebró la institucionalidad e incrementó la violencia", apunta en un reciente artículo el columnista del diario El Tiempo Alfonso Gómez Méndez.
Su trayectoria vital, su pensamiento, su acción política, aún su propia muerte partió en dos la historia, apunta el periodista, quien lo cataloga como uno de los más brillantes oradores y agitadores de masas que conocieron Colombia y Latinoamérica.
Para los críticos, el asesinato de Gaitán "se convirtió en un suceso desequilibrador, del cual no ha sido posible recuperar la estabilidad política en Colombia".
Inmerso en encontrar una paz con justicia social desde hace 50 años, el pueblo saldrá mañana martes a marchar en memoria de quien marcó de manera indeleble la historia de Colombia en el siglo XXI.
"El 9 de abril es gaitanista, rebelde, revolucionario, popular, antimperialista, insurreccional, es una batalla para acorralar a la clase dominante del bipartidismo disfrazado de unidad nacional", expresó en un reciente artículo el periodista Horacio Duque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario