De acuerdo con Chávez, la meta es alcanzar 10 millones de votos, tres millones por encima de lo logrado en los comicios de 2006, cuando derrotó por más de 25 puntos porcentuales a Manuel Rosales, actualmente prófugo de la justicia que lo busca por corrupción.
"La barrida no se parecerá a ninguna", afirmó el mandatario, quien instó a la oposición a definir su representante para la cita en las urnas.
Respecto a su propuesta al país de cara a la gestión 2013-2019, insistió en la construcción del socialismo.
"O hay socialismo, o no hay patria. Solo por esa vía construiremos el país bonito e independiente", apuntó en el Palacio de Miraflores, donde una multitudinaria concentración celebró el triunfo cívico-militar sobre el golpe de Estado de abril de 2002.
A propósito de la fecha, Chávez calificó de heroico el papel jugado entonces por el pueblo para derrotar a unos golpistas que contaban con el apoyo de Estados Unidos.
Nunca ocurrió en 100 años el regreso de un Gobierno derrocado por la burguesía y decenas de generales, y detrás de toda esa desestabilización el imperio yanqui, señaló.
La marcha de este miércoles hasta Miraflores y la intervención de Chávez cerraron las actividades para celebrar la victoria popular de hace nueve años.
Antes, movimientos sociales y el Partido Socialista Unido de Venezuela realizaron una concentración en Puente Llaguno (donde en abril de 2002 murieron varias personas), un juicio popular a los medios privados cómplices de la asonada y una marcha hasta la Fiscalía para exigir castigo a los golpistas.
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