Hubo reunión el año pasado
El golpe no se efectuó porque un comandante estaba en lista de sancionados, señala el diario
Washington. Integrantes del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunieron en secreto con mandos militares venezolanos rebeldes el año pasado para planear el derrocamiento del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, reportó este sábado el diario The New York Times.
El rotativo explicó que el golpe no se llevó a cabo porque uno de los comandantes figura en la lista de funcionarios venezolanos sancionados por Estados Unidos, por lo que
no era una figura ideal para ayudar a restaurar la democracia.
La publicación, elaborada con declaraciones anónimas de funcionarios estadunidenses y un ex comandante castrense venezolano involucrados en las conversaciones secretas, apuntó que la Casa Blanca no respondió a preguntas detalladas sobre las conversaciones.
La dependencia argumentó en un comunicado que es importante establecer un
diálogo con todos los venezolanos que demuestren un deseo de democracia, con el fin de traer un cambio positivo a un país que ha sufrido tanto con Maduro.
Jorge Arreaza, canciller de Venezuela, comentó en Twitter:
Denunciamos ante el mundo los planes de intervención y apoyo a conspiraciones militares del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela. En los propios medios estadunidenses salen a la luz nuevas y groseras evidencias.
El Times añadió que
los funcionarios estadunidenses finalmente decidieron no ayudar a los conspiradores y los planes de golpe se estancaron. Pero la voluntad de la administración Trump de reunirse varias veces con oficiales amotinados que intentan derrocar a un presidente en el hemisferio podría ser contraproducente desde el punto de vista político.
Maduro fue blanco de un intento de asesinato el pasado 4 de agosto, durante la conmemoración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, lo que dejó 14 detenidos. El mandatario culpó a los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, así como a la oposición venezolana, de ser los responsables.
El Departamento de Estado condenó la
violencia política, pero denunció detenciones arbitrarias y confesiones forzadas de sospechosos por el gobierno de Venezuela. El consejero de Seguridad Nacional John Bolton insistió en que
no hubo participación del gobierno de Estados Unidos.
En agosto de 2017, la prensa local informó que Trump preguntó a sus principales asesores sobre el potencial para una eventual invasión estadunidense a Venezuela.
El mandatario comentó abiertamente que no descartaba una
opción militarcontra el gobierno de Nicolás Maduro.
Actualmente Venezuela vive una severa crisis económica, lo que ha provocado una grave escasez de alimentos y medicinas. Nicolás Maduro responsabiliza a Estados Unidos de esa situación, debido a las sanciones que ha impuesto al país petrolero.
La teoría de que la administración de Donald Trump incluso haya considerado respaldar un intento de golpe de Estado seguramente alimentará esas acusaciones, sobre todo dada la larga historia de intervenciones secretas de Estados Unidos en América Latina, comentó el diario.
Mari Carmen Aponte, una de las principales diplomáticas de Estados Unidos para asuntos latinoamericanos en la administración del ex presidente Barack Obama, manifestó a The New York Times que
esto va a aterrizar como una bombaen la región.
Por otro lado, Omar Barboza, presidente de la Asamblea Nacional, pidió este sábado al papa Francisco interceder por la liberación de 349
presos políticosy el
restablecimiento de la democraciaen el país petrolero. Ello, durante una reunión privada en el Vaticano.
Afp
Periódico La Jornada
Domingo 9 de septiembre de 2018, p. 24
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