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viernes, 13 de julio de 2018

El racismo se usa para dividir a la clase obrera”

Entrevista a Keeanga-Yamahtta Taylor, activista y escritora




Lucía Mbomío

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Keeanga-Yamahtta Taylor dice que su nombre se lo inventó su padre, ya que poder llamar a sus hijos como querían era el único espacio de libertad que tenían las personas negras en los años 70 en Estados Unidos. Más de cuatro décadas después, bebe del espíritu contestatario de su progenitor y lo lleva más allá. Académica, activista y escritora, visitó recientemente Madrid para presentar su último libro Un destello de libertad. De #BlackLivesMatter a la liberación negra(Traficantes de Sueños) y hablamos de racismo, de capitalismo, de política, de lo que se ha conseguido y de lo mucho que queda por hacer. Mucho.

En su libro dice que el 80 % de las personas que recibieron disparos por parte de la policía entre 2007 y 2013 eran afroamericanos. No parece muy exagerado decir que las vidas negras en EE.UU. corren peligro...

El problema es que no es sólo en Filadelfia sino en el país entero. En todas las categorías que sirven para medir la calidad de vida, la gente negra está en la peor posición: en términos de pobreza, desempleo, subempleo, o disfrute de los recursos de las instituciones públicas. Pero es que además, la gente muere a manos de la policía y la mayoría son afroamericanos. Esa es una de las razones por la cual emerge el movimiento Black Lives Matter.

En términos políticos, esperábamos que Obama hiciera algo, la gente negra tenía grandes expectativas por el hecho de ser un presidente negro, de modo que la decepción fue enorme al comprobar que fue incapaz, en muchos casos, de jugar el papel de facilitador. Ni el racismo ni la brutalidad policial eran nuevas, ni tampoco la desigualdad estructural, lo cierto es que nada era novedoso salvo la expectación generada hacia el Estado, no sólo por Obama sino por el plantel de personas negras que había en su Administración: la concentración más alta de profesionales negros de la historia de América. Sin embargo, todo siguió igual para la gente negra de a pie.

¿Le resulta incómodo criticar la gestión de Obama siendo negra?

OBAMA HA JUGADO UN GRAN PAPEL EN LA PERPETUACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS RACISTAS


No. Quizá para algunas personas lo es, pero no para mí y creo que tampoco para los jóvenes afroamericanos ligados a Black Lives Matter. Eso no significa que ahora no sea peor porque Trump es un racista horrible y asqueroso, pero eso no puede nublar la memoria acerca de lo que representó la Administración Obama. Cuando Tryvon Martin fue asesinado por la policía, Obama no se pronunció; cuando Troy Davis, un hombre negro condenado a muerte en Georgia, fue ejecutado en 2011, estudiantes negros de Washington DC marcharon hacia la Corte Suprema y se manifestaron en la ciudad. En esa ocasión, tampoco hubo respuesta por su parte. La gente sabía que él no podía hacer nada, pero necesitaban que dijera algo y no lo hizo. En su lugar, tras la muerte de Troy Davis, envió a una persona blanca a decir que era un asunto del Estado, no del Gobierno Federal. Así que en todos esos momentos críticos, en los que tuvo una oportunidad de conectar con la gente negra que le había votado, se negó a hacerlo. Obama ha jugado un gran papel en la perpetuación de las estructuras racistas. Así que no me siento mal por criticarle ya que lo merece, lo hizo fatal con la clase pobre y trabajadora negra.

De sus textos extraigo que el racismo tiene género.

Por supuesto. El racismo hacia los hombres negros en Estados Unidos es más severo, pero para las mujeres negras tiene otra dimensión. Mientras los varones han sido arrestados de manera desproporcionada, las mujeres han padecido las consecuencias de esos encarcelamientos masivos. Muchas familias afro son monoparentales, es la mujer quien debe encargarse de todo y la mayor parte de ellas, gana menos de 15 dólares por hora y tiene que enfrentarse a desahucios.

El feminismo debe comprender que para entender la desigualdad existente bajo el capitalismo, tiene que ser consciente de las condiciones en las que viven las mujeres negras con el fin de luchar para terminar con esa situación. Las mujeres negras representan el eslabón más bajo del orden social, no sólo en EE.UU. sino en el mundo.

O sea que raza y clase van de la mano.

Por supuesto que van de la mano en Estados Unidos. Las personas negras están arriba del todo en los rankings de pobreza de la clase obrera. Desempeñan los trabajos peores, van a las peores escuelas y tienen los peores niveles de acceso a los recursos. Es importante entender la clase, pero también ver cómo el racismo se usa para dividir la clase obrera y hacer más difícil, si no imposible, unirse para luchar por los intereses comunes de la clase trabajadora.

¿Pero cree que la gente negra rica también puede ser víctima de racismo?

Por supuesto, de hecho, es así, pero su posición de clase cambia sus experiencias. Puede que les vigilen en una tienda o que no les coja un taxi, eso es muy desagradable, sin duda, pero no tiene nada que ver con que te echen de tu casa por un desahucio, que te maten o que te manden a prisión buena parte de tu vida.

LA IDEA DE QUE HAY IGUALDAD EN ESTADOS UNIDOS IGNORA QUE EL RACISMO ES UNO DE LOS PILARES EN LOS CUALES SE ASENTÓ LA CONSTRUCCIÓN DEL PAÍS


Una de las novedades entre la población negra, en los últimos 50 años, es la emergencia de una división de clase. Desde el movimiento por los derechos civiles de la década de los 60 se ha creado una pequeña pero significativa élite y clase política negra. Son muy pocos pero tienen mucha visibilidad e influencia entre los afroamericanos. Con todo, la realidad es que la mayor parte de las personas negras no están bien, el sistema no funciona y las condiciones no han cambiado gran cosa en los últimos cincuenta años.

La idea de que hay igualdad en Estados Unidos ignora que el racismo es uno de los pilares en los cuales se asentó la construcción del país, es parte de lo que ha convertido a EE.UU. en la nación más poderosa del mundo. Por lo tanto, es muy difícil deshacer algo así.

Parte de la estrategia para que la clase trabajadora desconfíe entre sí es crear estereotipos, enemigos en su seno, decir que los latinos quitan los puestos de trabajo, que los negros están ligados a la inseguridad y el crimen o que los musulmanes son terroristas… De esta forma, continuamos enfrentándonos entre nosotros, mientras los ricos son más ricos que nunca.

Hablando de la comunidad latina, ¿cómo es vivir en un país en el que cada día hay noticias de deportaciones de personas, de separaciones de familias, etc.?

Es horrible y creo que puedes ver el nivel de terror que existe en la comunidad latina por la falta de protestas contra lo que está sucediendo. Vengo de Chicago –aunque viva en Filadelfia–, Chicago tiene una de las mayores concentraciones de población mexicana de Estados Unidos. Tuve una reunión en un instituto con jóvenes latinos, la mayor parte de ellos indocumentados, y me contaban que no hay nadie en las calles porque la gente teme que la policía de inmigración les descubra.

En 2006, hace 12 años, cuando el Gobierno amenazó con cambiar las leyes migratorias en un sentido represivo, millares de inmigrantes tomaron las calles para protestar, gente con documentación o sin ella, pero eso no está pasando ahora, porque la Administración Trump es, literalmente, terrorista.

Esto no sólo destruye a las familias latinas, el Gobierno está a favor de la supremacía blanca, eso significa amenazar constantemente a las personas negras y de color que viven “en los márgenes”. La gente que cree que esto únicamente afecta a los inmigrantes, que no deberíamos preocuparnos porque no nos concierne, debe saber que la normalización y legitimación de estas prácticas hacen posible que se acaben usando contra cualquiera.

Pero también hay otro tipo de noticias, por ejemplo, la elección de Alexandria Ocasio-Cortez en las primarias neoyorquinas del Partido Demócrata, una mujer, socialista, afrolatina que propone la creación de un seguro sanitario universal, que las universidades sean gratis o abolir la policía migratoria, entre otras cosas.

Efectivamente. En 2016, cuando Hillary Clinton respondía al “Hagamos América, grande de nuevo” –Make America great again– de Trump con un “EE.UU. ya es grande” me pareció una estupidez. Decir eso mientras el movimiento negro y otros de carácter social estaban viviendo momentos de tensión y la gente se sentía insegura, no tenía ningún sentido.

La victoria de Ocasio-Cortez demuestra que si presentas una propuesta radical alternativa, los votantes van a valorarlo. Su agenda, en principio, parece estar algo aislada del programa del Partido Demócrata, así que habrá que ver cómo va a ser su relación con él y qué desafíos se presentan. No hay respuestas fáciles, sea como fuere, este resultado deja claro que si tienes un mensaje rupturista y agresivo puedes ganar.

Las estrategias del activismo de la comunidad negra han cambiado: los Panteras Negras daban desayunos, clases extraescolares y mostraban sus armas, ¿cuáles son las de Black Lives Matter, en la actualidad?

Es una gran pregunta. creo que no está clara. Black Lives Matter es una red que está descentralizada, el movimiento hace las veces de paraguas de más de 50 o 60 organizaciones, desde hace dos años.

Es muy bueno que nos preguntemos qué queremos, porque, pese a que deseemos mejorar la calidad de vida de las personas negras, no tenemos claro cómo vamos a hacerlo. Tenemos que analizar muchos aspectos importantes para nosotros: el activismo en redes sociales, el papel de los medios de comunicación, las próximas elecciones que serán en 2020 o, incluso, las protestas en las calles. Una de las últimas fue hace muy poco en Filadelfia a raíz de que la policía disparó a un chico negro de 17 años. Hubo manifestaciones durante tres o cuatro días y muchos arrestos.

EL GOBIERNO DE EE.UU. ES UNO DE LOS GRANDES GENERADORES DE VIOLENCIA DEL PLANETA Y, LA VERDAD, NO SÉ SI ESA CONCIENCIA EXISTE.


El problema es que no hay suficientes espacios democráticos en los que discutir cómo deberíamos ser, qué políticas sociales y estrategias deberíamos seguir. Estas cuestiones planean constantemente, pero aún no las hemos debatido de una manera pública.

El siguiente paso, tras Black Lives Matter, según el título de su último libro, sería la liberación, ¿cuándo y cómo?

Es imposible saberlo. El título surge porque creo que Black Lives Matter en EE.UU. necesita abrirse a otras cuestiones y reflexionar sobre la naturaleza de la sociedad americana. La mayor parte de las personas negras, como he dicho antes, pertenecen a la clase trabajadora o, directamente, son pobres. Hay que preguntarse por qué y evitar análisis superficiales. Hacerlo permite darse cuenta de que se trata de un problema del sistema: el capitalismo y el racismo se entrecruzan, así que, quizá deberíamos pensar que la solución está en una sociedad anticapitalista.

Fuera de EE.UU. conocemos los nombres de muchos afroamericanos que han sido asesinados allí, pero ¿qué sabe la comunidad negra estadounidense de lo que sucede fuera de sus fronteras con las personas negras?

Opino que esa es una de las debilidades del movimiento, nos falta internacionalizarnos, tener una perspectiva global y establecer conexiones reales y útiles entre grupos de diferentes países. Para mí, además es importante que asumamos la responsabilidad y el conocimiento del lugar que ocupamos en el mundo. El Gobierno de EE.UU. es uno de los grandes generadores de violencia del planeta y, la verdad, no sé si esa conciencia existe.

A veces creemos que con ser negros y tener experiencias de racismo similares es suficiente, pero no, tenemos que conocer la historia, porque eso nos permitirá entender cuestiones que tienen que ver con los refugiados, por ejemplo, muchos de los cuales son africanos.

Sería importante para los americanos poder viajar, cuando viajas y conoces gente, te das cuenta de que esas personas son como tú, tienen familia, trabajo, sueños, hasta visten como tú. Esto que parece obvio, es fundamental en Estados Unidos ya que, a veces, creemos que todos los que están fuera de nuestro país son completamente diferentes. Así es más fácil que no respondamos cuando nuestros gobiernos lanzan bombas y asesinan a miles de kilómetros de nuestras casas. En cambio, cuando conoces a gente fuera te das cuenta de que también son personas, estén donde estén. Suena romántico, pero es verdad y es importante recordarlo.

Donald Trump llamó agujero de mierda a otros países y, realmente, el agujero de mierda es Estados Unidos. La gente no tiene nada, vive en situación de pobreza y sobrevive con dificultad y no lo sabemos. Forma parte también del aprendizaje entenderlo y dejar de pensar que Estados Unidos es el mejor lugar del mundo, porque no lo es.

Fuente: http://ctxt.es/es/20180627/Politica/20490/Lucia-Mbomio-Keeanga-Yamahtta-Taylor-racismo-EEUU-Trump-Obama.htm

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