Notas desde la frontera entre Estados Unidos y México (II)
| Activistas por los derechos de los migrantes denuncian las políticas racistas e inhumanas de la que son víctimas los inmigrantes y sus familias en la militarizada frontera Sur de Estados Unidos. | 
Protesta en El Paso, Texas, contra la política migratoria de EE.UU., 30 de junio de 2018. Foto: Mónica Lozano.
El
 Paso (Texas) - Las protestas contra la política de la adminstración de 
Donald Trump de cero tolerancia a la inmigración irregular va a tener 
mayor repercusión en la historia de EE.UU. que el movimiento de derechos
 civiles de los 60, asegura el abogado Carlos Spector durante la 
celebración de una marcha el 30 de junio en la frontera con México. 
Unas mil quinientas personas expresaron en la frontera entre El Paso y 
Ciudad Juarez su repulsa a las políticas de Trump contra los 
inmigrantes: "Enjaula a Trump"; "No vivimos en Trumpistán"; "Nosotros 
somos el muro"; "Reúnan a las familias, ellos son soñadores, no 
criminales"; "Libera a los niños, deporta a los racistas"; "Buscar 
seguridad no es un crimen"; y "Zero tolerancia a la detención familiar" 
eran algunos de los lemas impresos en las numerosas pancartas. 
Spector, abogado de inmigración de la Red Fronteriza por los Derechos 
Humanos, explicó que llevan entre 20 y 30 años luchando como un 
movimiento nacional que surgió en el 1968 con los estudiantes mexicanos 
huyendo de la represión. "Sin embargo, hoy en día estamos actualizando 
la lucha histórica que hemos vivido y sufrido porque están encarcelando a
 niños, están utilizando medidas de otros tiempos. No es la primera vez 
que encarcelan a niños (...), pero se ha agudizado la situación", 
sostiene el abogado. 
Explicó que en El Paso hay dos bases 
militares donde "en una van a llevar a 12.000 familias y a otra van a 
llevar a 20.000 niños, eso es ya una medida militar contra la comunidad 
inmigrantes y lo peor de todos para nosostros aquí en la frontera es que
 no es algo reciente, no es algo teórico, no es un debate filosófico, es
 algo que nos impacta cuando llegan y sacan niños y madres de las casas,
 cuando nuestros primos y hermanos y abuelos vienen huyendo de Juárez y 
los encarcelan por tres años y a fin de cuentas les niegan el asilo 
político por la política de los Estados Unidos hacia México de no 
reconocer a refugiados". 
Según Spector, "es la primera vez en 
la historia de este país que somos parte de un movimiento que ha reunido
 a las mujeres con el movimiento de la comunidad centroamericana y el 
movimiento laboral. No hay nada como esto, va a superar el movimiento de
 derechos civiles de los 60". Una de las consignas más proclamadas en la
 marcha de este sábado a la frontera fue el reclamo de la abolición del 
Servicio de Inmigración de Inmigración y control de Aduanas de EEUU 
(ICE). 
Spector no cree que sea una reivindicación realista, 
pero que es necesaria mantener como mecanismo de negociación para lograr
 una reforma del ICE, en el que "no hay una contabilidad" de los 
inmigrantes procesados fiable y "actúan con impunidad" "Un agente del 
ICE te encarcela y no puedes pedir fianza con un juez. Han delegado 
mucha autoridad a ICE", lo que se ha reflejado en un incremento en los 
abusos de autoridad de sus agentes. La abolición del ICE, "no es 
realista, no va a suceder", pero es una demanda "que refleja la 
frustración de la comunidad" y la necesidad de que se establezcan "mesas
 de la comunidad que supervisen los abusos", porque con el ICE "se está 
muriendo la democracia". 
El director de la organización Casa 
Anunciación, Rubén García, expresó que la manifestación de hoy "se 
organizó para expresar el desacuerdo con las políticas de la 
Administración acerca del inmigrante, específicamente, la separación de 
niños de sus papás, de familias que están llegando a la frontera para 
pedir asilo". Casa Anunciación recibe y alberga a los refugiados que 
llegan a El Paso.
García lamenta "el plan de establecer centros
 de detenciones familiares en bases militares, la restricción de la base
 de asilo que se está implementando, el no permitir gente que suba el 
puente (que separa El Paso y Ciudad Juárez, en México) y que presenten 
su reclamo de asilo. Son muchas políticas que la Adminstración está 
tomando que en efecto oprimen al inmigrante y al refugiado, pero por 
extensión, oprimen a la comunidad hispana en el país". "Ha pasado 
durante décadas, pero ahora hay ciertas políticas que nosotros 
consideramos totalmente terribles: el hecho de quitarle los niños a 
familias; el hecho de que no dejan presentar en el puente a las personas
 que llegan huyendo; el plan de abrir centros de detención indefinidas 
para familias enteras; todo eso es sumamente preocupante", insiste. 
Cristina García trabaja para la organización Centro de Apoyo a 
Inmigrante, en la que ayudan a los migrantes a pedir asilo, en los 
procedimientos en corte, a la reunificación. "Estamos aquí para decir ya
 basta a la separación de familias, ya basta a la detención y a la 
criminalización del inmigrante, porque hay muchas personas que no tienen
 récord criminal, no tienen récord migratorio, y están siendo detenidas,
 están siendo separadas, están siendo traumatizadas por el gobierno 
federal", indica la activista, quien insta a las comunidades 
fronterizas, que son las que están sufriendo la situación a que 
"dialoguen lo que está sucediendo, que hablen a sus políticos, que 
voten, que donen a las organizaciones". 
"Solo somos dos 
organizaciones en El Paso haciendo trámites legales y otra en Las 
Cruces. Aquí no tenemos recursos de millones de dólares. Tenemos 
recursos del pueblo que viene y sale a las marchas y nos ayudan con 
donaciones y recursos. Tenemos una batalla muy grande, pero ya es tiempo
 de ponerle fin al gobierno y a estas políticas racistas", expresa la 
abogada. 
Gabriela Castañeda es una activista cuyo esposo fue 
deportado hace cuatro años. Todos los fines de semana lleva a sus hijos 
al puente, ellos son ciudadanos de EE.UU. y pueden pasar, para que vean a
 su padre. "Estoy en esta marcha porque es importante decirle a esta 
administración que no está bien lo que está haciendo. Que mantener a los
 niños como rehenes a cambio de un muro de 25.000 millones de dólares no
 son los valores que representan a Estados Unidos. Mi historia es una 
historia de separación familiar", denuncia Castañeda. "Esto que está 
pasando con las familias ahorita ha estado pasando desde hace años y 
tenemos que terminarlo. No es un asunto de demócratas y republicanos, es
 un asunto de bien contra mal, y el bien es que las familias puedan 
reunificarse y esperar su proceso afuera, en esta comunidad", subraya. 
Notas desde la frontera entre EE.UU. y México - Primera parte: http://rebelion.org/noticia.php?id=243599
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