
Reiteró que no es el caso aislado de una persona que discrimina, sino que pasan generaciones y sigue ocurriendo lo mismo.
Señaló que la exclusión estructural "posee raíces culturales e históricas que normalizan la discriminación; por ejemplo, un grupo particularmente importante es el de las trabajadoras del hogar, por las condiciones de injusticia que viven".
La marginación está presente en todos lados, en los sistemas de justicia, en las cortes, en las políticas públicas, legislación, pero también en los ambientes escolares, familiares, laborales y se normaliza porque está omnipresente en la vida de las personas, precisó.
Mientras, Ana Buquet, directora del Programa Universitario de Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó que el sistema de justicia en el país no es equitativo con las féminas.
En los casos "de la violencia sexual no les da importancia, los deja como asuntos que no son relevantes ante otro tipo de denuncias" y agregó que los responsables quedan sin recibir las sanciones correspondientes.
Las mujeres tienen menos representación en los cargos más importantes en los juzgados, donde se pueden tomar las grandes decisiones, ya que solo ocupan puestos laborales menores y reciben salarios más bajos, indicó.
El congreso internacional Buenas prácticas en el juzgar: el género y los derechos humanos se lleva a cabo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, organizado, entre otros, por el Conapred.
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