Adital
Desde que el principal río de la
región fue represado y su agua privatizada por la industria agrícola y
por la mayor explotación de mina de carbono a cielo abierto del mundo,
la mayor comunidad indígena de Colombia, compuesta por los pueblos
Wayúu, muere de hambre y sed. Situada en el extremo norte del país, en
la península desértica de La Guajira, la población sufre por
desnutrición, contabilizando por lo menos 37 mil niños indígenas
desnutridos. Datos señalan que cerca de 14 mil niñas y niños ya
murieron de inanición.
Principal población indígena de Colombia no tiene acceso al único río de la región. Foto: Reproducción. |
Según entidades que acompañan a
la población, es difícil dimensionar la tragedia que ha acometido a los
Wayúu. Esto es así porque esa comunidad, de origen pre-hispánico,
carece de la presencia estatal colombiana efectiva. Datos divulgados
por el diario digital alternativo Las 2 Orillasseñalan
que la mayor parte de los niños indígenas que mueren en la región no
consigue llegar a los centros de salud más cercanos para ser atendida.
Sin medios de transporte, ellas tendrían que caminar enormes distancias
por el desierto.
Por igual motivo, más de la mitad
de ellos ni siquiera son inscriptos en el registro civil al nacer,
tampoco generan declaraciones de óbito, al fallecer. Lo que
imposibilita al gobierno obtener estadísticas reales de la situación en
La Guajira.
Los Wayúu viven sin acceso al
agua desde que el río Ranchería, único en la región, se secó en su
totalidad. Su caudal está hoy destinado, exclusivamente, a las grandes
haciendas del sur de la región y a las operaciones industriales de las
minas de carbono. Actualmente, en su lecho transitan automóviles y
animales de carga. Con esto, la etnia vive en condiciones de miseria,
careciendo de alimentos y servicios básicos, como un acueducto y salud,
además de electricidad y educación.
Desigualdad social y degradación ambiental
La región de La Guajira, con una
población de 500 mil personas, recibió en los últimos 20 años más de
1.000 millones de dólares de incentivo para la extracción de sus
recursos naturales (carbono y gas), además de un monto anual que
deviene del Presupuesto Federal de Colombia. No bastando el destino
desigual de recursos para las poblaciones, de acuerdo con Las 2 Orillas,
la mayor parte de esos recursos termina siendo desviada en esquemas de
corrupción que dominan las administraciones públicas locales.
Según el medio alternativo, el
gobierno colombiano destina recursos del Presupuesto Federal para la
etnia Wayúu. Sin embargo, los fondos no llegan a los indígenas. El
Programa de Alimentación y Nutrición (PAN) para La Guajira, por
ejemplo, destinado a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de
poblaciones en condiciones de extrema pobreza, tiene una inversión
anual de más de 15 millones de dólares, pero se encuentra enganchado a
redes de corrupción, que detienen ese dinero ilegalmente. Denuncias de
portavoces de los indígenas señalan que esos fondos terminan siendo
utilizados en la captación de votos en campañas políticas.
37 mil niños de los Wayúu sufren por desnutrición. Foto: Reproducción. |
En medio de todo este contexto,
la Defensoría del Pueblo, órgano gubernamental encargado de la defensa
de los derechos humanos de la población, llegó a calificar la situación
como "crisis humanitaria”. El último mes de febrero, representantes del
pueblo Wayúu recurrieron a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos (OEA), para
que tutele la garantía de sus derechos fundamentales.
Los indígenas reivindican que la
CIDH establezca medidas cautelares urgentes que permitan recuperar el
uso del único río que hay en la región y, con esto, contener la actual
mortandad por inanición, principalmente de niños y ancianos. La
pretensión es que la comunidad vuelva a tener acceso al recurso natural
y disfrute, de manera segura, prioritaria y exclusiva, del agua. Para
ello, requieren la apertura inmediata de las compuertas de la represa
para la población y que la industria utilice otras fuentes públicas de
agua, como las subterráneas.
Sepa más sobre el contexto del
pueblo Wayúu a través del documental inédito "El río que se robaron”,
del periodista colombiano Gonzalo Guillén. La producción, con imágenes
y testimonios de las víctimas, será utilizada como prueba judicial ante
la CIDH sobre los hechos denunciados.
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