08 de agosto de 2013, 09:07Washington,
8 ago (PL) La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos
explora el contenido de grandes cantidades de correos electrónicos y
comunicaciones de textos de los ciudadanos norteamericanos sin
autorización judicial, contrario a lo que afirman funcionarios
norteamericanos.
Escrito por Roberto Garcia Hernandez
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Esto proporciona argumentos adicionales para
refutar declaraciones recientes de funcionarios de los servicios de
espionaje que aseguraron en el Congreso que el público norteamericano
no es un objetivo de esas acciones de vigilancia ilegales, señala hoy
el diario The New York Times.
La vocera de la NSA Judith A. Emmel aseguró al rotativo neoyorquino que
las actividades de esa entidad federal son legales y están dirigidas a
obtener información de inteligencia sobre las potencias extranjeras y
sus agentes, organizaciones y personas foráneas o terroristas
internacionales, pero nunca contra ciudadanos estadounidenses.
El subdirector de la NSA, John Inglis, aseguró recientemente en el
Capitolio que dicha agencia no explora el contenido de las
comunicaciones personales de los norteamericanos en ninguna parte del
mundo sin una autorización legal específica.
Aunque se conoce
que esa entidad realiza amplias búsquedas de datos obtenidos en el
exterior, el hecho de que inspeccione sin permiso judicial los
intercambios electrónicos de los estadounidenses hacia y desde el
exterior, constituye una revelación de la verdadera escala de las
operaciones secretas de la NSA, agrega el periódico.
Esto
constituye además otro elemento en el debate sobre el tema del
espionaje doméstico, tras las revelaciones del excontratista de la NSA
Edward Snowden, refugiado actualmente en Rusia, acerca de las
actividades de la agencia contra la privacidad de los estadounidenses
con el pretexto de proteger al país.
Funcionarios del Gobierno
dicen que el seguimiento de estos datos que cruzan las fronteras en uno
y otro sentido fue autorizado por una enmienda de 2008 a la Ley de
Vigilancia de Inteligencia Extranjera, en la que el Congreso aprobó el
espionaje doméstico sin necesidad de una orden judicial.
Sin
embargo, la legislación aclara que las escuchas y registros de datos
electrónicos dentro de Estados Unidos sin una autorización de ese tipo
solo sería posible si el objetivo a explorar es un ciudadano de otro
país que está fuera de territorio norteamericano, y que las
comunicaciones telefónicas no se incluyen en ese acápite.
El
abogado principal de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos,
Jameel Jaffer, considera que estas actividades de la NSA afectan la
libertad de expresión y asociación, porque las personas cambian su
comportamiento desde que conocen que sus comunicaciones y actividades
son vigiladas.
Según Jaffer, estas acciones ilegales de las
agencias de espionaje cambiarán las relaciones entre los individuos y
socavan la confianza de estos en el Gobierno federal.
lac/rgh |
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