Ciudad de Panamá, 10 mar (PL) Un nuevo foco de conflicto entre el gobierno e indígenas panameños está surgiendo con el apoyo oficialista a una reunión paralela al XI Congreso General Tradicional del Pueblo NgÃñbe Buglé.
Este último sesionó hasta ayer en Pueblo Nuevo, provincia Bocas del Toro, y fue elegido como su nuevo líder el ingeniero agrónomo Celio Guerra, luchador social destacado.
El paralelo, desconocido por la mayoría de las comarcas indígenas, lo hizo en el Llano Tugrí hacia donde se dirigió la ministra de Gobierno Roxana Méndez, para ratificarles el apoyo del gobierno, y eligió a Edilberto Sánchez como su jefe.
La Coordinadora por la defensa de los recursos naturales y el derecho del pueblo ngÃñbe buglé, que presionó la derogación de una ley minera que permitía la explotación a cielo abierto de los yacimientos, apoya al tradicional.
El cacique Rogelio Moreno, repudiado por sus congéneres por firmar con el presidente Ricardo Martinelli una ley que mediatizaba los objetivos de lucha contra la minería a cielo abierto, apoya al paralelo.
El tradicional, a pesar de que ya ha celebrado con el actual nueve congresos, no es reconocido por el Tribunal Electoral, lo que sí hace con el paralelo.
Los delegados del primero exigieron la derogación de un decreto ejecutivo que faculta a dicho tribunal coordinar sus elecciones, y piden la ratificación del convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas.
Guerra exigió un debate en torno a que no se permita la minería a cielo abierto en la comarca, y que se discutan los proyectos hídricos que se desarrollan o pretenden desarrollarse, y denunció que el gobierno trata de dividirlos.
Sánchez asegura que propiciará el diálogo para unificar la comarca.
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