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miércoles, 18 de marzo de 2009

Caso Posada: Livio Di Celmo reclama apoyo de juristas

Livio Di Celmo, el hermano de Fabio Di Celmo, victima de la campaña de atentados desencadenada por Luis Posada Carriles en 1997 en La Habana, solicita un apoyo urgente a las asociaciones de juristas.


Jean Guy Allard

-->Calculadora marca Casio, modelo QA-100, de las que el asesino de Fabio usaba como detonador. En una conmovedora carta dirigida a las asociaciones de juristas de Estados Unidos y del mundo entero cuando se cumplen cuatro años de la presencia de Luis Posada Carriles en territorio estadounidense, Livio Di Celmo, el hermano de Fabio Di Celmo, victima de la campaña de atentados desencadenada por el terrorista internacional en 1997 en La Habana, solicita un apoyo urgente en su reclamo para obtener justicia.
“Cuando los gobiernos e instituciones fallan en defender, proteger y obtener justicia en nombre de los ciudadanos que son víctimas de acciones terroristas, nosotros, los miembros de las familias de estas víctimas inocentes estamos llamados a dar pasos extraordinarios para buscar justicia por la pérdida de nuestros seres queridos”, escribe Livio di Celmo, al iniciar su misiva.


El texto del documento menciona como primeros destinatarios a la National Lawyers Guild, el National Jury Project, el Center for Constitutional Rights, la American Association of Lawyers, todos de Estados Unidos, además de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas (AIJD), organización no gubernamental con afiliados en todos los continentes.

Al mencionar que las mencionadas asociaciones reúnen a muchos juristas “con un expediente documentado de integridad”, que se consagraron en otras oportunidades a apoyar a víctimas de atrocidades, el hermano de Fabio di Celmo señala la existencia, en Estados Unidos, de la legislación denominada Alien Tort Claims Act que permite demandas civiles en contra de personas y organizaciones que patrocinan o apoyan el terrorismo aún cuando la víctima es extranjera.

Luis Posada Carriles entró ilegalmente en territorio norteamericano desde hace exactamente cuatro años en estos últimos días de marzo, recuerda Di Celmo, al señalar el expediente del terrorista que incluye la destrucción en vuelo de un avión de pasajeros cubano en 1976.

Livio recuerda en su carta cómo murió su hermano, el 4 de septiembre de 1997, víctima de una bomba “plantada en el lobby del hotel Copacabana por un mercenario contratado por Luis Posada Carriles”.

LAS EVIDENCIAS SOBRAN

“La logística y el financiamiento de la operación procedían de Estados Unidos”, subraya.
Sobran las evidencias, continúa. “Todos los detalles pertinentes sobre estos crímenes pueden ser encontrados en fuentes como el informe de 1999 del rapporteur Enrique Bernales Ballesteros, de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas”, así como en los numerosos documentos desclasificados por el National Security Archives del investigador norteamericano Peter Kornbluh.

“Está claro que varios cómplices son responsables de la muerte de mi hermano. Estos incluyen a agencias gubernamentales, así como a políticos y organizaciones que han estado directamente o indirectamente vinculados a actividades a terroristas contra Cuba”.

El hermano de Fabio di Celmo señala que dirigió recientemente una carta al Procurador General de Estados Unidos, Eric Holder, “explicando los hechos y pidiendo su ayuda”.
“Sigo esperando una respuesta”, precisa.

“AUTORIZADOS A VIVIR LIBREMENTE EN ESTADOS UNIDOS”

Indica el autor de esta carta abierta a los juristas: “Además, la investigación de un Gran Jurado en New Jersey, en relación con el financiamiento de los atentados de 1997 en Cuba, se ha alargado durante varios años. A pesar del gran número de evidencias disponibles, ninguna acusación ha sido presentada. Luis Posada Carriles, sus socios terroristas, así como los individuos y organizaciones que hacen parte de su círculo, continúan autorizados a vivir libremente en Estados Unidos”.

“Con esta carta, espero poder contar con su apoyo en mi búsqueda de la justicia”, escribe Livio di Celmo al concluir señalando que sus esfuerzos también llevan como propósito conseguir esa misma justicia para todas las víctimas del terrorismo contra Cuba.

“Más importante aún, vidas inocentes podrán ser salvadas, tanto en Cuba como en Estados Unidos, víctimas de esta forma de violencia en el futuro”.

“UN RIESGO PARA LA SEGURIDAD NACIONAL DE LOS EE.UU.”

El día primero de abril del 2005, El Nuevo Herald, vocero de la mafia miamense, confirmaba que Luis Posada Carriles ya se encontraba en esa ciudad, atribuyendo la información al Canal 42-América TV, y citando a “tres fuentes anónimas”.

Entre los muchos acontecimientos ocurridos desde entonces, el 22 de marzo de 2006, el Servicio de Inmigración y Aduana de los EE.UU. (ICE) envió una carta al terrorista en la que le informó que “las actividades criminales y acciones violentas” que realizó durante décadas “menoscaban la seguridad pública y constituyen un riesgo para la seguridad nacional de los EE.UU.”

El 28 de marzo de ese mismo año, un funcionario de los servicios migratorios dijo textualmente de Posada, entonces detenido: ’’Por su largo historial de acciones criminales y violencia que implican a civiles inocentes”, representa “un peligro tanto para la seguridad de la comunidad como de la nación’’.

Esta misiva reconocía una serie de hechos vinculados a Posada para justificar su detención indefinida, entre ellos:

• Las acusaciones por su participación en el atentado contra el avión cubano.

• Su inculpación y condena por terrorismo en Panamá.

• Su admisión de haber organizado la campaña terrorista de 1997 en La Habana.

• Su estrecha relación con los terroristas Santiago Alvarez y Osvaldo Mitat.

A pesar de estas admisiones del carácter eminentemente terrorista de Posada, este ex oficial de la US Army y de la CIA —ubicado durante años como experto torturador en distintos países del continente— nunca fue enjuiciado como tal ante los tribunales ni extraditado.

Una orden de la Corte de Apelación de la Nueva Orleans para que Posada sea juzgado bajo cargos de haber mentido a las autoridades federales en su intento de 2005 para obtener la ciudadanía norteamericana, acaba de ser mantenida por la Corte Suprema de Estados Unidos. Según muchos observadores, se trata de una nueva maniobra dilatoria para mantener al terrorista, cuya extradición reclama Venezuela, en territorio estadounidense.


Jean Guy Allard en Kaos en la Red

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