Según el exjefe paramilitar Freddy Rendón Herrera, alias El Alemán, Uribe estaba enterado de todo lo relacionado con el montaje y denunció nuevamente como responsable del fraude al entonces comisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo.
"Yo he creído siempre que uno debe saber que hacen sus subalternos, él era un presidente que además era ministro, comisionado, etcétera, además Luis Carlos Restrepo, cuando se reunía con nosotros, siempre llamaba al presidente vía satelital", subrayó.
El Alemán sostuvo en declaraciones a Caracol Radio que la supuesta desmovilización del bloque Cacique Nutibara en Medellín (Antioquia) se dio porque Restrepo presionó para que el país tuviera un resultado concreto en las negociaciones con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
A su vez aseguró que en ese entonces los miembros de las AUC sumaban entre 15 mil o 16 mil y al final se desmovilizaron 31 mil.
Con ello el exjefe paramilitar se refirió a la controvertida Ley de Justicia y Paz, impulsada por el exmandatario Uribe.
Dicha normativa fue adoptada en 2005 como marco jurídico para la reinserción de más de 31 mil presuntos miembros de las AUC, grupo ultraderechista que se disolvió a mediados de 2006 en un proceso calificado por analistas de parcial e incompleto.
Rendón Herrera también indicó que la farsa en la desmovilización era evidente porque en Medellín no existía una estructura tan grande de hombres al servicio de las Autodefensas, por lo que se debió acudir a personas que no hacían parte de los paramilitares, sino de hombres de las bandas delincuenciales.
Aseguró que por esa época existía una división de tres grupos: el bloque Élmer Cárdenas, el Bloque Central Bolívar y los paramilitares agrupados en Ralito -donde tuvieron lugar las negociaciones entre el Gobierno y las AUC- y fue cuando Restrepo pidió "a gritos" una desmovilización urgente.
Igualmente aseveró que el citado montaje obedeció a la falta de resultados de un proceso anunciado desde 2002 por el Gobierno de Uribe.
"El proceso se abre en el 2002, y arranca el 2003 con la renuncia del Bloque Elmer Cárdenas, entonces el 2003 transcurre sin ningún avance, y la comunidad internacional se pregunta qué se está negociando en Ralito, y por qué el Gobierno en cabeza del comisionado, está a puerta cerrada", agregó.
Por eso- explicó- hubo dos procesos paralelos; después de la renuncia del Elmer Cárdenas, el Bloque Central Bolívar tiene una mesa separada y en Ralito hay otra y es cuando el alto comisionado pide urgente una desmovilización y se monta la farsa.
Asimismo, contó que para el referido fraude se recogieron uniformes y armas viejas con el fin de acoplar el espectáculo, orquestado por las oficinas delincuenciales de Medellín, lideradas en ese entonces por Diego Fernando Murillo, alias Don Berna.
Reiteró que sectores del Gobierno, alcaldes y futuros ediles participaron en ese complot para -entre otros- dar subsidios económicos a miembros de varias bandas criminales.
En torno a este tema, el diario El Tiempo recordó que desde un primer momento el supuesto desarme generó suspicacia, pues varios de los 855 presuntos paramilitares que fueron desmovilizados admitieron que los recogieron en los barrios de Medellín poco antes del montaje.
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