La crisis financiera que enfrenta el sistema capitalista está inundando las más diversas áreas de la vida social, económica y política, dejando como consecuencia hambre y miseria para la inmensa mayoría de la población mundial con su efecto lógico de protestas sociales por el derecho a la vida; y por otro lado, la más brutal concentración de capitales y riquezas para los sostenedores del actual régimen imperial de consorcios capitalistas con la consecuente obligación del recrudecimiento de los métodos de represión, explotación y control para mantener las ganancias empresariales y de dominación política en el mundo. La crisis no trata a todos por igual, ese monstruo de mil cabezas no muerde - por ahora – la mano del que lo alimentó, pero despedaza con crudeza a los trabajadores.
La cara oculta del capitalismo. El sistema capitalista genera ganancias no solo como modo industrial de producción, también las obtiene apostando éstas en el casino financiero del capital, léase Bolsa de Valores. En Norteamérica, Wall Street recicla esa parte del trabajo que no se paga en el salario, esa plusvalía se juega, aumentándola en muchos casos o perdiéndola en otros, pero siempre generando las mismas consecuencias al trabajador: mayor explotación y miseria independientemente de la suerte del apostador. En Wall Street se aloja el índice industrial Dow Jones, este es un indicador del valor de las acciones de las supercorporaciones que cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York. Este índice refleja el valor de mercado de las 30 compañías trasnacionales más importantes y más reconocidas en Estados Unidos y el mundo, de un universo de 10 mil empresas que cotizan en el mercado de valores neoyorquino.
Los consorcios que cotizan en este índice son los dueños invisibles de la economía mundial, los que imponen presidentes, alianzas, políticas y estrategias mundiales; en otras palabras los mega explotadores del ser humano, los sustentadores del trabajo asalariado, los controladores del comercio y finanzas en los países y los grandes y únicos beneficiarios de las riquezas del planeta. Se estima que la economía especulativa es 10 veces superior a la dimensión que tiene la economía real productora de bienes y servicios.
Las treinta megaempresas imperialistas que controlan el sistema económico productivo mundial y que conforman el Dow Jones son:
3M Company (industria de aplicaciones tecnológicas), Alcoa (aluminio), Altria Group (comida, bebida y tabaco), American International Group (seguros y finanzas), American Express (tarjetas de crédito), AT & T (telecomunicaciones), Boeing Co (aviación y armamentista) , Caterpillar (maquinaria y equipos), Citigroup (finanzas), Coca Cola (refrescos y agua), Dupont (química), Exxon Mobil (petrolera) , General Electric (electricidad, transporte motores, avión, etc.), General Motors (automotriz), Hewlett Packard (informática), Home Depot (construcción), Honeywell (servicios espaciales, ingeniería, electrónica), IBM (computación), Intel Corporation (informática), Johnson & Johnson (química y productos médicos), JP Morgan Chase (Finanzas), McDonalds (alimentos), Merck & Co (farmacéutica), Microsoft (computación), Pfizer Inc (farmacéutica), Procter & Gamble (farmacéutica), United Technologies (conglomerado industrial), Verizon (telecomunicaciones), Wal-Mart Stores (cadena minorista), Walt Disney (industria del entretenimiento).
No es exagerado decir que controlan la economía y el destino del planeta. La apertura económica impuesta en las décadas de los ochenta y noventa, junto a las privatizaciones y libre mercado a todos los países latinoamericanos, eliminó los controles estatales, las leyes financieras y las legislaciones laborales con el fin de facilitar el saqueo de capitales y riquezas nacionales en complicidad con gobiernos lacayos que actuaban y actúan como auténticos caballos de Troya del imperio. El desplazamiento de sus operaciones se realiza en sectores como manufactura, ensamble y maquila, mientras en sus países de origen se dedican a áreas como investigación, desarrollo, diseño, distribución y comercialización; las ganancias son el resultado del pillaje de mano de obra y recursos naturales, que luego utilizan para generar una segunda fuente de mega-ganancias a través de la especulación financiera en EEUU y los países centrales del sistema capitalista.
Estas transnacionales se mueven bajo la bandera usamericana y están protegidas por el poderío militar del imperio: la más mínima sospecha de "inseguridad" en su entorno (países con la desgracia de alojar en su suelo a estos explotadores), es causa suficiente para ejecutar invasiones, reordenamientos políticos y territoriales, que sujeten a estos de pies y manos a la explotación capitalista. La crisis: acuerdo entre ladrones. Protección y monopolios. Estamos observando como el capitalismo corporativo se protege a si mismo y como no pierde oportunidad para devorar los capitales dispersos en asociaciones ineficaces y concentrarlos en beneficio exclusivo de la misma burguesía.
En un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE), de la UNAM señala que, 200 empresas trasnacionales de diversos países industrializados, sobre todo de Estados Unidos, concentran 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, Pero entre la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Japón contabilizaban el 71 por ciento del PIB mundial en 2007, pese a disponer sólo del 15 por ciento de la población. Este es el cimiento que ha contribuido a profundizar la desigualdad y pobreza en el mundo. Los primeros indicios de "crisis" empujó a estas corporaciones a convertir sus acciones en dinero en efectivo (antaño convertían dólares, hoy adquieren euros que son depositados en bancos de la comunidad europea), o migrando a rubros mas provechosos para el capital por ejemplo: petróleo y oro; lo que ocasionó el derrumbe de la bolsa neoyorquina y junto a ella a todos los mercados bursátiles "globalizados". Iniciada la crisis, el Banco Central europeo y la Reserva Federal de EEUU salieron a sostener el sistema financiero volcando más de 350.000 millones de dólares.
El movimiento de capitales se dirige a "rescatar" no a los seres humanos que día a día quedan en la miseria o mueren de hambre, sino a apuntalar los viejos cimientos del edificio capitalista: rescatar empresas que erraron en la ruleta de los beneficios financieros. Solo basta revisar las noticias: - Bush propone la inyección de 700.000 millones de dólares en el sector financiero la cual será votada en la Cámara de Representantes y en el Senado. - En Europa, las autoridades británicas anunciaron la nacionalización del banco británico Bradford and Bingley. (AFP) - Northern Rock, Alliance & Leicester y HBOS, engullida por su rival Lloyds TSB. (AFP) - Los gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo anunciaron también la nacionalización parcial de la entidad bancaria y aseguradora Fortis con la aportación de 11.200 millones de euros. (AFP) - En Dinamarca, el banco Roskilde fue adquirido por tres instituciones financieras, mientras que Vestjysk Bank se hizo cargo de Bonus Bank y se fusionará con otra institución regional. (AFP) - La Reserva Federal de EE.UU. prestará a AIG (American International Group) hasta US$85 millardos en fondos de emergencia a cambio de una participación accionaria del 79.9 por ciento y un control efectivo de la compañía. - Los gobiernos belga y francés también se comprometieron a ayudar al banco franco-belga Dexia, mientras que en Alemania el banco Hypo Real Estate (HRE) se salvó de la quiebra en el último minuto al conseguir una línea de crédito de un consorcio de bancos compatriotas. (AFP) - Los bancos centrales de Australia y Japón inyectaron este lunes más fondos de emergencia en los mercados monetarios a corto plazo.
El Banco Central Europeo anunció la apertura de un periodo de préstamo extraordinario de 38 días para proporcionar liquidez a los bancos de la Eurozona en un momento en que las condiciones de préstamo en el mercado interbancario se han endurecido. (AFP) Los trabajadores pagamos con nuestra existencia los errores de los capitalistas. La crisis financiera está adosada a un proceso de recesión e inflación (estanflación: coincidencia en el tiempo de un estancamiento del crecimiento unido a un crecimiento de la inflación), que está impactando gravemente los empleos, los precios de los alimentos y en el costo de la vida de millones de personas en el mundo. Pero bancos y empresas multinacionales, sobre todo petroleras, están registrando ganancias descomunales que son superiores al presupuesto y al PIB de muchos países del mundo.
Veamos los datos:
Este proceso que aun no se le ve el final, ha elevado el número de desempleados. La OIT prevé para 2008 un alza de cinco millones en el número de personas sin trabajo en el mundo, incrementando en 195 millones los parados; por su parte la UE tendrá un aumento de 600.000 personas desempleadas y EE.UU. anota en 2,865 millones la cifra de desempleados que están recibiendo subsidios, dato que se incrementa semanalmente con 22.000 nuevas personas sin empleo. La cantidad de personas subalimentadas pasó de 850 millones a 925 millones, a consecuencia de la escalada del precio de los alimentos en el período 2007-2008, según informó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El senegalés Jacques Diouf Director General de la FAO, detalló que el índice de precios alimentarios de ese organismo registró entre 2005 y 2006 un aumento del 12%, del 24% en 2007 y de cerca del 50% entre enero y julio del presente año. Numerosos despachos de los medios de comunicación han informado acerca del enorme salto en el precio del arroz, que aumento de 75% en dos meses, y trigo, con un incremento de 130% durante el último año, y como los precios mundiales del arroz subieron 10% en un día.
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, estimó que el costo total de la crisis financiera mundial podría aumentar a 1.3 billones de dólares, de estimaciones previos de alrededor de 1 billón. ¿Y a cuantos millones de personas afectará exactamente la crisis? ¿Cuáles serán las cifras exactas de desempleo, miseria y muerte? Es evidente que el precio para el mantenimiento del capitalismo, se paga con la vida de los trabajadores y desposeídos del mundo y que la superación de este estado de cosas, pasa por transformar de raíz toda la estructura sobre la cual está montado el actual régimen de explotación y opresión humana. Nuestros países deben implantar y extender la política de seguridad alimentaria - actualmente en desarrollo en Venezuela -, a fin de poder hacer frente con la producción masiva de alimentos el sustento de las gigantescas poblaciones que padecen hambre.
El Banco del Sur debe ser el ente que apoye económicamente, las políticas de fortalecimiento de intercambio comercial y de producción agroalimentaria, dentro y fuera del continente. El modelo desarrollista industrial y minero nos alejó de una actividad vital para la supervivencia del ser humano: la producción de alimentos; lo que trajo como consecuencia incapacidad agro productiva y una excesiva dependencia de las importaciones de productos alimenticios industriales. Esta claro que el capitalismo solo ofrece explotación y opresión en momentos de bonanza y miseria y muerte en tiempos de crisis, solo el socialismo coloca al ser humano en el sitial que le corresponde, haciendo mas racional y humana toda la actividad productiva y de intercambio en beneficio de la humanidad toda y no de los capitalistas y explotadores de siempre.
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