
Resumen Latinoamericano
Adital
Además
de ser hijo del Presidente cubano Raúl Castro y de la inolvidable revolucionaria
Vilma Espín, Alejandro Castro Espín es politólogo y Máster en Relaciones Internacionales.
También desarrolla tareas de investigación en temas vinculados a la Defensa y la
Seguridad Nacional.
Fue como muchos de su generación, combatiente en Angola,
y actualmente colabora en tareas de gobierno en la compleja misión de seguir desarrollando
la Revolución cubana en medio de una aguda crisis internacional.
Hace pocos
días, en la Feria del Libro de La Habana, pudimos conversar con él al finalizar
la presentación de su libro "Estados Unidos, el precio del poder”, actividad que
se convirtió en acontecimiento debido a la
presencia de numerosos dirigentes de la Revolución y de los "5 héroes antiimperialistas”.
El libro
aborda el rol injerencista y desestabilizador que históricamente ha cumplido la
política exterior norteamericana, y muy próximamente el público argentino podrá
acceder al mismo, ya que será presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires.
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Alejandro Castro Espín es politólogo, maestro en Relaciones Internacionales y colabora con el gobierno para desarrollar la Revolución cubana ante la crisis internacional. |
Es evidente que el imperialismo norteamericano
tiene en estos momentos, tres frentes de guerra abiertos: uno en Ucrania, otro en
el Medio Oriente y el tercero en América Latina. ¿Nos interesa analizar este último
escenario y cuál es su opinión sobre cómo afecta esta ofensiva al continente?
Efectivamente
son tres ejes de la política exterior de ellos y en particular, en
América Latina
están hoy utilizando la agresión a Venezuela como el epicentro de la
acción de estas
élites de poder que lo que desean es retrotraer a ese país antes de
Chávez, a la calamidad de nación que tenía récord de precariedad
social. Esa era Venezuela hasta que
Chávez llegó al poder y cambió de manera brusca estos índices. EEUU
quiere presentar
a un país fracasado desde el punto de vista político, y no es así. La
Revolución
Bolivariana tiene resultados importantes en diversos parámetros
sociales. Es una
nación que está siendo agredida a partir de las nuevas herramientas que
el imperio
está utilizando, como las nuevas tecnologías y el poder mediático.
Qué me puede decir en ese sentido de los otros
dos ejes de conflicto?
En Ucrania
están repitiendo el episodio de lo que hicieron con Yugoeslavia en la década del 90, buscando en primera
instancia acercar la frontera a Rusia. Luego, dividir el esfuerzo de aquellas naciones
que en definitiva buscan un mundo multipolar y que plantean que no puede haber ninguna
asociación militar como la OTAN que atacan a otras naciones y provocan grandes calamidades
vía la guerra.
En el
Medio Oriente, el imperio proyectó acceder a los recursos económicos y energéticos
que tiene una región que siempre desearon dominarla desde el punto de vista geoestratégico.
La forma de poder justificar la presencia, como en otro momento hicieron en Iraq,
invadiendo con la excusa de buscar armas de exterminio que nunca aparecieron. Así
lograron subvertir y luego colapsar naciones,como es el caso de Libia y ahora lo están intentando en Siria. En este último
caso hay una actitud diferente de la comunidad internacional y una firme decisión
de Rusia, a la que luego se sumó China, que
evitaron que se aplicara en ese caso la misma receta que sufrió Libia. También se han abierto otros foros de discusión
mundial, como es el caso de los Brics, pero también influyen países como la India,
Sudáfrica y Brasil, que se han convertido en un contrapeso de la balanza del poder
mundial.
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Tras
el anuncio de la distensión de las relaciones, el bloqueo a Cuba sigue
intacto. Para Alejandro, en términos prácticos, nada ha cambiado. Sólo
expresado una voluntad política. |
En ese marco está lo que se ha dado en llamar
flexibilización de las relaciones EEUU-Cuba. ¿Cómo analiza este nuevo tiempo?
Nosotros, como todo cubano, como todo latinoamericanos y
diría que como lo hizo gran parte de la humanidad, hemos meditado sobre este acontecimiento.
Preguntándonos en qué medida esto va a suponer un verdadero cambio de las relaciones
entre los dos países, y si los intereses de los dos pueblos, cubano y norteamericano,
se van a hacer realidad. También, en qué medida, los que se oponen a este esfuerzo
van a seguir insistiendo en entorpecerlo y dañar las relaciones entre dos naciones,
que independiente de diferencias políticas o económicas, deben respetarse y vivir
en un marco de comprensión y entendimiento. Las diferencias persistirán, como ha
dicho el Presidente Raúl, ellos no van a cambiar sus concepción ni nosotros tampoco.
De lo que se trata, es de poder convivir con las diferencias y poder relacionarnos
de manera civilizada.
Sin embargo, eso parece difícil con un imperio
como el del que estamos hablando.
Esto quiere decir que no estemos conscientes de los riesgos
que supone. A más de dos meses del anuncio conjunto entre los dos presidentes, el
bloqueo sigue intacto como hace más de 50 años. Lo cierto es que en términos prácticos
nada ha cambiado. Sólo se ha expresado una voluntad política. En el caso de Cuba
nada tiene que cambiar porque hemos sido nosotros los agredidos. Cuba ha defendido
a su sistema político, a su Revolución y su pueblo, en las condiciones más adversas.
De esta manera ha ganado respeto de la comunidad de naciones, sin embargo la actuación
del imperio norteamericano con respecto a Cuba es bien conocida. ¿Eso cambiará?
Entendemos que aquellas fuerzas que se oponen y están detrás del escenario intentando
afectar a esta Revolución, y que son bastante poderosos, deciden en la política
norteamericana, y por lo tanto no subestimamos su actuación. Si hay dificultades,
las afrontaremos como lo hemos hecho siempre, pero ojalá se imponga el raciocinio
de aquellos que están favoreciendo una relación más constructiva.
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