Activistas contra la pobreza han dado la voz de alarma sobre el alto
número de estadounidenses que viven con hambre, a pesar de la llamada
recuperación económica que alega el Gobierno del presidente Barack
Obama.
Según un informe publicado el miércoles por el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en 2013,
la cifra incluía casi 50 millones de estadounidenses, entre ellos 16
millones de niños.
Esto llega unos días después de que la Escuela de Salud Pública de
Harvard publicara un estudio que demostraba la duplicación de la brecha
existente en el nivel de salud entre los estadounidenses ricos y los
pobres de 1999 a 2010.
El estudio de Harvard especificó que las diferencias en la dieta se
relacionan directamente con el precio de los alimentos saludables y el
acceso que uno puede tener a estos.
Las personas de bajos ingresos, además de no tener suficiente dinero
para comprar alimentos orgánicos, viven en áreas que tienen pocas o
ninguna tienda de productos sanos, un hecho que obliga a estas
familias, que por cierto no pueden permitirse el lujo de salir a hacer
sus compras fuera de sus barrios, a conformarse con alimentos
procesados y enlatados, los cuales están a su alcance.
La Coalición de Nueva York contra el Hambre, uno de grupos más
críticos de la Administración de Obama, atribuye esta diferencia a las
políticas antiobreras que ejerce ese gobierno.
De acuerdo a la organización, la inseguridad alimentaria es hoy en
día 35 % más que en 2007, antes de que comenzara la crisis económica,
mientras que lo que tiene que gastar una familia para la misma cantidad
de comida que compraba en 2007 ha aumentado 30 %.
El director ejecutivo de la organización, Joel Berg, ha sostenido
que “estas cifras alarmantes son una prueba de que no ha habido una
verdadera recuperación económica para decenas de millones de familias
de Estados Unidos que luchan contra el hambre”.
HispanTV
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