Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

miércoles, 6 de agosto de 2014

¿CUÁNDO PARARÁ EL GENOCIDIO CONTRA EL PUEBLO PALESTINO?



Sabemos que Israel es un enclave militar en el Medio Oriente como apéndice imperialista para controlar y asegurar el abasto de los recursos energéticos a los miembros del clan oligárquico mundial encabezado por Estad Unidos e Inglaterra y secundado por Francia y Alemania. También sabemos que las jugadas geopolíticas que estos elaboran en una siniestra y minuciosa planificación derivan, generalmente, en guerras atroces en lugares lejanos a sus bellas, tranquilas y cómodas ciudades con el fin de mantener activas y sanas sus economías y, por ende, el consumo desmedido e irracional de sus clases privilegiadas y parasitarias sin el menor exabrupto, lo cual se resquebrajaría si la paz se instalara plenamente en el planeta, pues el capitalismo, en su debacle como sistema que prometía riqueza y prosperidad a todos por igual, ha fracasado rotundamente y solo puede apelar a una economía de guerra permanente para mantenerse a flote a nivel mundial.
Por supuesto, para nuestros pueblos secularmente colonizados, esclavizados, explotados, sojuzgados y saqueados por las referidas potencias y otras ya desaparecidas,  esto nunca ha sido una realidad. Solamente en algunas zonas opulentas donde residen sus clases favorecidas de este excluyente sistema. Sin embargo, ante la expansión del capitalismo, lo que eufemísticamente se denomina, globalización, solo ha exacerbado las circunstancias negativas. El egoísmo, el individualismo y el racismo son ingredientes consustanciales de estas relaciones sociales hegemónicas lo que trae como corolario que, ante la depredación de nuestros países por parte de las oligarquías locales y los países imperialistas, miles de nuestros compatriotas se vean impelidos a migrar a los centros de desarrollo mundial para subsanar sus penas económicas y de seguridad lo que acarrea que los ciudadanos de esas potencias, en pleno siglo XXI, se aprovechen de su situación y no solamente los traten con desprecio sino los ocupan en oficios que sus ciudadanos ya no quieren hacer y, como fuerza de trabajo de menor precio para sus unidades productivas, con salarios muy por debajo de la media de sus trabajadores.
Ese desprecio que se traduce en explotación, abusos, humillaciones e incluso agresiones las cuales en algunas circunstancias terminan en discapacidades y asesinatos de los migrantes a manos de grupos fascistas en las civilizadas urbes capitalistas, se irradian con mayor odio cuando sus ejércitos, que se abrogan el derecho de intervención en otras naciones con el pretexto de llevar la democracia y la civilización a éstas, atacan, violan y asesinan impunemente a sus ciudadanos sin el menor escrúpulo. Irrespetando impúdicamente las leyes internacionales y transgrediendo los acuerdos que en el pasado se han logrado para desmontar conflictos.
Fruto de esa impudicia, es lo que está pasando en este momento en la Franja de Gaza, territorio fraccionado y ocupado hoy por las hordas sionistas apoyadas, protegidas y armadas por las potencias imperialistas con el objetivo de quedarse con ese territorio palestino y sus recursos. Y, convertir a su poca población que sobreviva en esclavos para sus fábricas. No obstante, según sus planes fascistas, deben acabar con su resistencia armada liderada por Hamas, cuya organización ostenta el poder legítimo por elección democrática de sus conciudadanos palestinos.
Por ello, convencidos estamos que esa carnicería no parará, aunque se llegue a una tregua, hasta que los miles de ingenuos que se niegan a aceptar que esa catástrofe humanitaria esté pasando, menos que esté siendo realizada por el pueblo escogido de Dios, abran los ojos y condenen ese genocidio. No parará, hasta que esa pléyade de mezquinos y mercanchifles quienes muchos, sin ganar nada, y los otros, aceptando millonarias sumas manchadas con sangre palestina y de otras naciones agredidas, dejen de ponerse al lado del agresor, Israel en esta coyuntura, aupando con sus reportes, con sus opiniones, escritos y comentarios la matanza, utilizando para respaldar ese apoyo, argumentos carentes de toda justificación y razón.
Parará hasta que todos los pueblos del planeta nos unamos y exijamos a los genocidas que detengan la embestida sangrienta, salgan de los territorios palestinos ocupados y levanten el bloqueo contra Gaza. Parará también, hasta que los palestinos en todas partes del mundo se levanten en pie de guerra y hagan sentir su presencia decidida y firme contra los agresores y los que los apañen.
La guerra de todo el pueblo, de todo el mundo, contra los sionistas, contra el capitalismo debe ser la consigna universal.
¡Adelante palestinos, ustedes vencerán junto a los pueblos agredidos del mundo pues su causa es justa!
¡Viva Palestina Libre! ¡Abajo los malditos sionistas y los que los apoyen!
¡Abajo el Capitalismo! ¡Viva el Socialismo!
Colectivo La Gotera
Guatemala, 01 de agosto de 2014

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