Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Panamá: Estados Unidos detrás de bases aeronavales

panama_bases_militares_usa.jpg

Estados Unidos sigue ampliando sus bases militares en América Latina, en este caso en Panamá

Resumen Latinoamericano/Alba TV - En septiembre de 2008, a través de medios locales e internacionales, el repudiado Ministro de Gobierno y Justicia, José Raúl Mulino, anunció que durante la visita realizada por Ricardo Martinelli a New York, además de sonar la campana en la bolsa de valores, lanzar en el Yankee Stadium, ir al concierto de U2 y de proponer la venta de Panamá en la ONU (“We are open for Business”); se logró un acuerdo con la Secretaria de Estado gringa, Hillary Clinton, para establecer dos bases militares navales en el Pacífico panameño: una en Bahía Piña, Darién, y la otra en Punta Coca, sur de Veraguas.

Ante las protestas que despertaron estas declaraciones, Mulino se apresuró días después a desmentirse el mismo y señalar que las bases aeronavales serán "netamente panameñas". Dijo: “Es falso que los acuerdos impliquen de alguna manera manejos con EU o cualquier gobierno extranjero”.

Hoy, mientras Marrtinelli se encuentra en otro viaje a Estados Unidos a donde acudió a presenciar el Super Bowl, La Prensa ha publicado un reportaje del que se desprende que efectivamente Estados Unidos está detrás de estas bases aeronavales. Aquí el reportaje de Betty Brannam Jaén desde Washington.

Según documentos obtenidos por una agrupación pacifista en Estados Unidos (EU), militares estadounidenses han invertido millones de dólares en la construcción de instalaciones en Panamá y han utilizado en el país aviones de espionaje sin tripulación (drones, según se dice en inglés).

Pero el Gobierno estadounidense insiste en que estas no son “bases” suyas, sino asistencia que el Comando brinda, a petición de Panamá, en la construcción de “estaciones aeronavales” que solo serán utilizadas por las fuerzas panameñas de seguridad. “No se asignará personal militar de EU ni ningún otro personal del Gobierno de EU a estos sitios una vez termine la construcción”, afirmó un funcionario estadounidense.

En cuanto a los drones, que formalmente se llaman “Vehículos aéreos no tripulados” (UAV), el funcionario señaló que se trataba de un “experimento” hecho entre junio y septiembre de 2010, “para probar la capacidad de la aeronave +++ buscar barcos involucrados en el tráfico ilícito”.

Los vuelos operaron desde el aeropuerto de Tocumen, para lo cual se contrató a Stark Aerospace (una división de Israel Aerospace Industries). No obstante, los estadounidenses sostienen que los funcionarios del Senan (Servicio Nacional Aeronaval) estaban en control de las misiones y que todo fue debidamente coordinado con las autoridades panameñas.

“El UAV no portaba armas y solo fue utilizado para observar las rutas del tráfico de drogas”, precisó el funcionario estadounidense.

John Lindsay-Poland, autor del libro Emperadores en la jungla y director de la agrupación pacifista Fellowship of Reconciliation, es quien ha venido investigando el asunto. Según él, los documentos indican que “EU está violando encubiertamente el espíritu de los tratados Torrijos-Carter, al continuar sus actividades militares a través de contratistas privados en Panamá”.

Según su análisis de los documentos obtenidos, el Departamento de Defensa de EU ha firmado 715 contratos ligados con Panamá desde 1999, cuando por tratado se retiró la presencia militar estadounidense del istmo. (Los documentos están disponibles en www.usaspending.gov).

Para 2011, según Lindsay-Poland, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército Estadounidense [U.S. Army Corps of Engineers] está planeando construir instalaciones en Isla Grande, Puerto Obaldía y El Porvenir. Los documentos describen estas instalaciones como “centros de operaciones/barracas de anti-narcoterrorismo”. Pero el Gobierno estadounidense señaló a este diario que estos proyectos no se han aprobado todavía; si se llegan a construir, señaló el funcionario estadounidense, la obra será desarrollada principalmente por contratistas panameños.

Por otro lado, el funcionario confirmó que el Comando Sur está invirtiendo $6 millones en construir muelles y edificios en La Palma, Punta Coco y Puerto Piña, con el fin de facilitar que las autoridades panameñas hagan mejor patrullaje de las costas para prevenir el tráfico de drogas, armas, dinero y personas. Los documentos obtenidos por Lindsay-Poland señalan el monto y la fecha de cada contrato, pero no dan mayor detalle sobre cómo se manejarán las instalaciones.

Adicionalmente, Lindsay-Poland ha encontrado contratos para la construcción o renovación de instalaciones en Metetí, Yaviza y Rambala.

Otros documentos hablan también de la construcción de escuelas por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense, pero el director de ese organismo ha dicho públicamente que cada uno de sus soldados –incluyendo los ingenieros, presumiblemente– tiene la misión de “recolectar información y/o proveer inteligencia”. Para Lindsay-Poland, esto revela “las dobles intenciones” de los militares estadounidenses cuando desarrollan proyectos supuestamente humanitarios.

Sumado a lo anterior, los documentos obtenidos por Lindsay-Poland muestran que EU ha continuado el programa de investigación tropical en Panamá, que antes se hacía bajo la tutela del Tropic Test Center, solo que ahora se lleva a cabo con empresas privadas.

Los documentos se refieren a contratos por 12 millo-nes de dólares con Kvaesner Process Services para “pruebas tropicales” en Panamá, y de 18 millones de dólares con Trax Internacional.

El Gobierno estadounidense, por medio de un funcionario, sostuvo que este programa es parte de las investigaciones que se hacen en cuatro ambientes tropicales de alta humedad (Panamá, Honduras, Surinam, y Hawai). Fin del reportaje.

Recordemos que en mayo del año pasado se denunció la presencia de militares y contratistas de Estados Unidos en la provincia de Darién. (Ver fotos)

Tampoco podemos pasar por alto el hecho cada vez más evidente de la participación de Panamá dentro del conflicto armado de Colombia y la estrecha relación militar con el gobierno narcoparamilitar de ese país y el régimen sionista de Israel, lo cual ha sido constantemente denunciado por FRENADESO.

El editorial de hoy de La Prensa cuestiona:

“Ahora resulta que es un proyecto conjunto entre Panamá y Estados Unidos. ¿Cuándo sería informada la sociedad panameña de todo esto? Que desde Tocumen salen vuelos de espionaje no tripulados; que en Panamá aún se llevan a cabo investigaciones tropicales similares a las que hacían los militares estadounidenses, pero a través de empresas privadas; que el Ejército de Estados Unidos puede recabar información de inteligencia mediante programas de ayuda social. ¿Todo esto es, acaso, parte de un programa secreto? Y si no lo es, ¿para qué ocultarlo? Esto no hace más que crear dudas, sospechas y suspicacias”.

“El Gobierno nos debe ahora más explicaciones. Debe decirnos cuál es exactamente el alcance de las misiones, de los acuerdos, de las investigaciones, cuánto nos cuesta todo este asunto, y muchas otras preguntas derivadas de estos programas secretos”.

Por su parte FRENADESO en septiembre de 2009, tras las declaraciones de Mulino afirmó:

Luego de la larga lucha del pueblo panameño por desmantelar las bases militares gringas, historia escrita con la sangre generosa de nuestros héroes y mártires, los nuevos Judas y Bunau Varilla, pretenden retrotraer la deshonra que significó para diferentes generaciones de panameños la presencia de la soldadesca yanqui en nuestro suelo patrio.

Como patriotas, bajo ningún pretexto podemos aceptar vivir otra vez la vergüenza y la ignominia de ceder nuestra soberanía a una potencia imperialista, tal como sucedió en 1903 con el Tratado Hay Bunau Varilla sobre el Canal de Panamá.

Hoy el Canal es nuestro y no existen, al menos de manera formal, presencia militar extranjera en nuestro territorio.

Además, este convenio vendría a echar por tierra la llamada neutralidad de Panamá y atenta contra la vocación de paz del pueblo panameño.

Martinelli se suma así al Gobierno Narco paramilitar de Alvaro Uribe en Colombia, que ha dado paso a la instalación de 7 bases militares norteamericanas, las cuales constituyen una amenaza para la tranquilidad y estabilidad de la región y son, en definitiva, rampas de agresión contra los pueblos, incluido el propio pueblo colombiano.

Este anuncio viene a confirmar la denuncia de FRENADESO sobre la construcción de una amplia pista de aterrizaje en Metetí, Darién, para ser usada por los aviones norteamericanos. Ver: http://www.frenadesonoticias.org/mo....

Y es que Martinelli ha decidido ser parte del eje pro yanqui levantado por Washington para hacerle contra peso a los gobiernos progresistas que han venido surgiendo en América Latina. Este bloque de la infamia incluye a los gobiernos reaccionarios de Colombia, México, Costa Rica, Perú y al Gobierno de facto de Roberto Micheletti.

Llamamos a los patriotas y revolucionarios panameños a movilizarnos de manera urgente contra la vuelta de los militares gringos a Panamá.

Recordemos que los mártires hablaron claro: ¡Bases No! Y no hay excusa ninguna que justifique la vuelta de bases militares extranjeras en nuestro territorio

No hay comentarios: