Miles de jóvenes yemeníes se manifestaban este sábado en el centro de Saná para pedir la renuncia del presidente Alí Abdalá Saleh, un día después de que su homólogo egipcio Hosni Mubarak dimitiera bajo la presión de la calle.
"Después de Mubarak, le toca el turno a Alí", gritaban unos 4.000 manifestantes, en su mayoría estudiantes, que piden la renuncia del presidente yemení.
A gritos de "¡vete, vete Alí!", o "el pueblo quiere la caída del régimen", los manifestantes desfilaron desde la universidad de Saná hacia el centro de la capital. El sábado, las autoridades de Yemen declararon "respetar la decisión y la voluntad del hermano pueblo egipcio", en un comunicado publicado por la agencia oficial SABA.
Yemen tiene "confianza en la capacidad del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas para dirigir el país", señaló el comunicado. Las autoridades expresaron su deseo de que haya en Egipto "una atmósfera propicia para que el pueblo egipcio pueda concretar sus aspiraciones hacia la libertad, la democracia y la seguridad".
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