El comandante de la Fuerza Aérea de los EEUU, Glenn Spears, llegó este lunes a Honduras para reunirse con las autoridades militares del país centroamericano, según informó una fuente oficial.
Spears se reunió en Tegucigalpa con sus contrapartes hondureñas y militares estadounidenses que se encuentran desplegados en la Base Aérea norteamericana “Enrique Soto Cano”.
El enviado de Washington también se reunió con el ministro de Defensa, Marlon Pascua, y el comandante de la Fuerza Aérea Hondureña, Ruis Pastor Landa.
Según EEUU el encuentro pretende tratar la “cooperación” que Washington ofrece a Honduras en temas como la “asistencia humanitaria y las operaciones antinarcóticos”.
Pese a las buenas palabras, los movimientos sociales hondureños advierten que EEUU usa el pretexto de la ayuda humanitaria y la lucha antidrogas para controlar militar y estratégicamente determinadas zonas de Latinoamérica.
En esta misma linea, países como Bolivia o Venezuela, decidieron expulsar a la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), al comprobar que se trataba de una organización “tapadera” para espiar y desestabilizar el país en función de los intereses políticos y económicos de Washington.
La Base Enrique Soto Cano fue construida por Estados Unidos en Palmerola -unos 75 kilómetros al norte de Tegucigalpa- a inicios de la década de los ochenta para ejecutar las operaciones militares de injerencia en Centroamérica.
La llegada de Spears a Honduras se produce dos días antes de que arribe a Tegucigalpa el encargado de la lucha contra el tráfico internacional de drogas en el Departamento de Estado de EEUU, William Brownfield.
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