En Guatemala, cuatro altos militares
fueron condenados por la desaparición de Marco Antonio Molina Theissen y
la detención ilegal y violación de su hermana Emma Guadalupe, en 1981
en el marco de un plan de combate a la guerrilla. En un universo de
impunidad, la noticia adquirió carácter histórico.
De acuerdo con la información recabada en el
portal alternativo guatemalteco Prensa Comunitaria, los militares
acusados son autores ejecutivos de estos hechos, y de haber diseñado un
plan contrasubversivo, y ordenado un operativo para detener a Emma
Molina Theissen, y luego torturarla mediante violación sexual colectiva.
Ella logró escapar y después procedieron a la captura ilegal y desaparición forzada de Marco Antonio, su hermanito.
Por el delito contra deberes de la humanidad a Emma Molina Theissen,
fueron condenados a 25 años de prisión inconmutables Manuel Benedicto
Lucas García, Manuel Antonio Callejas Callejas, Francisco Luis Gordillo
Martínez, y Hugo Ramiro Zaldaña Rojas.
La violación sexual y desaparición forzada fueron consideradas
agravantes y sumaron más años de condena a los uniformados. La familia
Molina Theissen conoció la sentencia, que había esperado por más de 37
años.
Los hechos
Marco Antonio Molina Theissen era un niño de 14 años, estaba en
tercero básico cuando miembros del ejército entraron a su casa, lo
detuvieron y lo desaparecieron. Hasta la fecha no se sabe en dónde está.
Su hermana, Emma Guadalupe fue detenida ilegalmente el 27 de
septiembre de 1981 por miembros del ejército en el entronque conocido
como Cuatro Caminos quienes la llevaron a la zona militar de
Quetzaltenango “Manuel Lisandro Barillas”, ahí fue torturada y violada
sexualmente. Pese a esto a los ocho días ella logró huir por una
ventana.
El 6 de octubre de 1981, un día después de que Emma lograra escapar
de sus captores, varios militares vestidos de particular y armados
llegaron hasta la casa de sus padres ubicada en la colonia La Florida,
en el municipio de Mixco en el departamento de Guatemala. Entraron por
la fuerza, dentro estaba Marco Antonio, lo engrilletaron, le taparon la
boca y golpearon a su madre. Luego lo metieron a un vehículo y nada más
se supo de él.
Emma Molina Theissen dijo “No puedo deshacerme del dolor y jamás podré deshacerme del asco”.
En audio adjunto puedes escuchar la nota de Carolina Rivas, de la
cadena guatemalteca popular FGER y del colectivo Voces Nuestras, sobre
esta importante sentencia de un juicio en el que por primera vez se
juzga a los altos mandos de la inteligencia de Guatemala.
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