Adital
El diario estadounidense The New York Times se pronunció editorialmente por el fin del bloqueo de EE.UU. contra Cuba.
El nuevo enjuiciamiento de esa publicación contra la fallida política
anticubana señala: "Cuando mira un mapa del mundo, el presidente Obama debe
sentir angustia al contemplar el lamentable estado de las relaciones
bilaterales que su administración ha intentado reparar. Sería sensato que el
líder estadounidense reflexione seriamente sobre Cuba, donde un giro de
política podría representar un gran triunfo para su gobierno”.
"Por primera vez en más de medio siglo, cambios en la opinión pública
estadounidense y una serie de reformas en Cuba, han hecho
que sea políticamente viable reanudar relaciones diplomáticas y acabar con un
embargo insensato. (…) Obama debe aprovechar la oportunidad para darle fin
a una larga era de enemistad, y ayudar a un pueblo que ha sufrido enormemente
desde que Washington cortó relaciones diplomáticas en 1961, dos años después de
que Fidel Castro llegó al poder”, señala.
El diario neoyokino valora las transformaciones cubanas
como un elemento positivo en pro de mejores relaciones entre las dos naciones,
resaltando que: "Al mismo tiempo, el gobierno cubano ha comenzado a permitir
que sus ciudadanos se empleen en el sector privado y que vendan propiedades como automóviles y casas. En marzo, la Asamblea Nacional de Cuba pasó uma ley con el fin de atraer inversión extranjera. Con capital
brasileño, Cuba está construyendo un puerto marítimo, un enorme proyecto que solo será económicamente viable si se suspenden las
sanciones estadounidenses. En abril, diplomáticos cubanos comenzaron a negociar
los términos de un tratado de cooperación que esperan firmar con la Unión Europea.”
Destaca también la nueva política migratoria cubana y valora: "estos cambios demuestran que Cuba se está preparando para una
era post-embargo. El gobierno afirma que reanudaría con gusto las relaciones
diplomáticas con Estados Unidos sin condiciones previas”.
La reconocida publicación define en el editorial sus
sugerencias de actuación a la administración Obama: "Como primer paso, la Casa
Blanca debe retirar a Cuba de la lista que mantiene el Departamento de Estado para penalizar países
que respaldan grupos terroristas. Actualmente, las únicas otras naciones en la
lista son Sudán, Irán y Siria. Cuba fue incluida en 1982 por su apoyo a
movimientos rebeldes en América Latina, aunque ese tipo de vínculos ya no
existen. Actualmente, el gobierno estadounidense reconoce que La Habana está
jugando un papel constructivo en el proceso de paz de Colombia, sirviendo de anfitrión para los diálogos entre
el gobierno colombiano y líderes de la guerrilla.”
También analiza el contexto político interno y los
cambios en la emigración cubana en los Estados Unidos: "Las sanciones por parte
de Estados Unidos a la isla comenzaron en 1961 con el objetivo de expulsar a
Fidel Castro del poder. A través de los años, varios líderes estadounidenses
han concluido que el embargo ha sido un fracaso. A pesar de eso, cualquier iniciativa para eliminarlo ha traído consigo el
riesgo de enfurecer a miembros del exilio cubano, un grupo electoral que ha
sido decisivo en los comicios nacionales. Sin embargo, la generación de cubanos
que defienden el embargo está desapareciendo. Miembros de las nuevas
generaciones tienen distintos puntos de vista, y muchos sienten que el embargo
ha sido contraproducente para fomentar un cambio político. Según una reciente
encuesta, el 52 por ciento de estadounidenses de origen cubano en Miami piensan
que se debe terminar el embargo. Una amplia mayoría quiere que los países
vuelvan a tener relaciones diplomáticas, una posición que comparte el electorado
estadounidense en general.
Preocupado por la ampliación de lazos comerciales de Cuba
con otras naciones y las oportunidades que está perdiendo el empresariado estadounidense,
the New York Times anota: "En 2009, la administración Obama tomó una serie de
pasos importantes para flexibilizar el embargo, facilitando el envío de remesas
y autorizando a un mayor número de cubanos radicados en Estados Unidos a viajar
a la isla. También creó planes que permitirían ampliar el acceso a telefonía
celular e internet en la isla. Aún así, sería posible hacer más. Por ejemplo,
se podría eliminar los límites a las remesas, autorizar mecanismos de inversión
en las nuevas microempresas cubanas y expandir las oportunidades para estadounidenses
que deseen viajar a la isla.
Reanudar relaciones diplomáticas, para lo cual la Casa
Blanca no necesita respaldo del Congreso, le permitiría a Estados Unidos
ampliar áreas de cooperación en las cuales las dos naciones ya trabajan
conjuntamente. Estas incluyen la regulación de flujos migratorios, operaciones
marítimas e iniciativas de seguridad de infraestructura petrolera en el
Caribe.”
Con informaciones de Cubadebate.
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