Tal proceso no existe para legisladores
Amenaza con destruir la economía de Turquía si se atreve a hacer algo fuera de los límites que le indique su
gran sabiduría sin paralelo
▲ Más de 60 tuits publicó el presidente Donald Trump durante el fin de
semana para atacar a todos los involucrados en el proceso que abrió la
Cámara de Representantes en su contra, el cual podría llevar a un impeachment.
Nueva York. El presidente, quien ayer se describió como alguien con
sabiduría sin paralelo, llamó anoche a un impeachment contra la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, por atreverse a proceder con el proceso de destitución del mandatario, al continuar la guerra política entre la Casa Blanca y legisladores demócratas, al aproximarse lo que se perfila ya como una crisis constitucional.
Mientras, los jefes de los comités de la cámara baja encargados de la
investigación sobre si Donald Trump solicitó a Ucrania interferir en la
elección estadunidense de 2020 y formular cargos para su impeachment,
giraron nuevas órdenes de entrega de documentos relevantes al
secretario de Defensa, Mark Esper, ya que se argumenta que el presidente
usó la palanca de asistencia militar con su contraparte ucrania. La
semana pasada ya habían girado órdenes parecidas a otras dependencias,
incluida la Casa Blanca.
Por su parte, Trump continúa descalificando el proceso, y también a
sus acusadores, al grado que la noche del domingo se atrevió a acusar a
Nancy Pelosi, presidenta de la cámara baja y la demócrata más poderosa
en Washington, de
traicióna la patria y pidió su impeachment, aparentemente no sabe que ese proceso no existe para legisladores.
Trump ha atacado no sólo a los demócratas, sino a los denunciantes
(sin saber quiénes son, pero ya los acusó de tener intereses políticos) y
a todo comentarista en su contra a través de más de 60 tuits durante el
fin de semana, mientras insiste en que su famosa llamada, en la que
presionó al presidente de Ucrania para que lo ayudara a dañar a un
contrincante demócrata en Estados Unidos (un acto ilegal) fue
perfecta.
Más aún, abogados del primer denunciante expresaron preocupación
desde finales de septiembre por la seguridad de su cliente al director
interino de Inteligencia Nacional, como resultado de sugerencias de
Trump de que era un
espíaque podría haber cometido
traicióny señalaron que ciertos individuos habían ofrecido una recompensa de 50 mil dólares para obtener información sobre la identidad del denunciante, reportó Reuters.
De hecho, legisladores demócratas están considerando medidas
extraordinarias para proteger al denunciante cuando se presente ante
ellos a declarar sobre el caso, que incluyen realizar la audiencia en un
lugar secreto y hasta disfrazar la voz y cara para evitar que
legisladores aliados de Trump revelen su identidad, reportó el Washington Post.
El presidente, ¿aislado?
Desde que se reportó, el fin de semana, que hay un
segundo denunciante, otro agente de inteligencia con información de
primera mano, ya protegido bajo la ley, fue notable un creciente
silencio de gran parte de los republicanos. Ningún alto funcionario ni
algún integrante del liderazgo republicano en el Congreso se presentó,
como es usual, en los programas de charla política de los domingos en
los principales canales de televisión.
Aún más notable es que algunos de sus defensores más fieles –entre
ellos los de Fox News, su canal favorito– de repente están expresando
algunas reservas sobre la llamada con el ucranio, más las maniobras para
ocultarla.
El fin de semana, Trump comentó a unos legisladores republicanos que
fue su secretario de Energía, Rick Perry, quien le instó a hacer la
famosa llamada con el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, el 25 de
julio, agregando que él ni la quería hacer, reportó Axios.
Voceros de Perry, respondiendo a la semiacusación, aclararon que el
secretario de Energía sólo deseaba que el presidente hablara sobre gas
natural y no sobre su rival demócrata Joseph Biden.
Al mismo tiempo, en un cambio inesperado –algunos reportan que ni el
Pentágono fue alertado– Trump, después de una llamada con el presidente
Recep Erdogan, de Turquía, de pronto anunció la noche del domingo un
drástico giro en la política estadunidense en Siria, aparentemente dando
luz verde a las fuerzas turcas de ingresar a territorio kurdo y con
ello, básicamente, traicionado a ese casi ahora
aliado. Pero aún prevalece confusión sobre qué exactamente fue lo que hizo el comandante en jefe (hasta el Pentágono dijo que no estaba de acuerdo con permitir una operación turca en el norte de Siria).
En su tuit anunciando el cambio, Trump afirmó que después de que
Estados Unidos había capturado a todo el califato de ISIS (algo que no
es totalmente cierto), era hora que otros países asumieran mayor
responsabilidad. Alertó que si Turquía se atrevía a hacer algo que
yo, en mi sabiduría grande y sin paralelodetermino que está fuera de límites,
destruiré totalmentela economía turca. Concluyó:
EU es grande.
Se reportó que Trump tomó esa decisión en contra del consejo de sus
asesores militares y diplomáticos, y algunos de sus aliados políticos
más influyentes, como el líder de la mayoría republicana del Senado,
Mitch McConnell, y el senador Lindsey Graham, entre muchos más
republicanos, quienes públicamente expresaron su disgusto con la
decisión.
En otro flanco, Trump sufrió una derrota judicial con el fallo de un
juez federal que ordenó que el presidente debe entregar ocho años de sus
documentos fiscales personales al fiscal federal de Manhattan. El juez
rechazó por
repugnanteel argumento de los abogados de Trump de que gozaba de inmunidad presidencial en el caso, subrayando que el mandatario
no está sobre la ley. De inmediato se registró una apelación y, por lo tanto, el fallo queda congelado mientras procede el caso.
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
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