El ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo, denunció que existe una mafia de la tierra en su país y denunció que la masacre de Curuguaty se dio en el contexto de un “complot jurídico-político” planificado para derrocarlo.

Al hablar sobre la situación del poder judicial en relación a la tenencia de la tierra, Fernando Lugo calificó a los fiscales y jueces de “operadores políticos” y “agentes de despojo”.
Trató al agente del Ministerio Público, Jalil Rachid, de “juez y parte en un crimen donde se castiga a las víctimas y se le brinda protección a los autores morales y materiales, cumpliendo con un libreto político”. Recordó que el agente es “hijo de terrateniente y amigo de la familia Riquelme”. El fiscal es hijo del ex senador colorado, Bader Rachid Lichi.
En el texto, Lugo se describe como partidario del socialismo que implica “igualdad, equidad y justicia social” y destacó las actuaciones del ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el mandatario boliviano, Evo Morales, por su compromiso con el dolor, el sufrimiento de sus pueblos y se refirió a su salto a la lucha política como resultado de su vinculación al sector campesino de su país.
Telesur
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