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miércoles, 6 de mayo de 2009

Colombia debería pedir perdón a Cuba


Uribe, señala que Cuba es uno de los países que “esconde terroristas” colombianos. Argumento que esgrime el Departamento de Estado para incluir a Cuba en la lista de naciones terroristas.
Hernando Calvo Ospina

Para Kaos en la Red

-->Las palabras pronunciadas por el presidente James Monroe, aquel 2 de diciembre de 1823, parecían justas y solidarias. Nadie podía dudar que estaban dirigidas a las potencias europeas, como Francia e Inglaterra, decididas a apoderarse de las naciones del continente en camino a independizarse de España. Monroe advirtió que el continente americano “no puede ser sujeto de una futura colonización por ninguna potencia europea (…) América para los americanos”. Esto pasaría a conocerse como la Doctrina Monroe. [1]

Tres años después, el Libertador Simón Bolívar llama a un Congreso en la provincia colombiana de Panamá. Proponía una concreta unidad de naciones para defenderse de los europeos. También iba a proponer el apoyo militar a Cuba y Puerto Rico, que seguían colonizadas por España. Es cuando Bolívar comprueba el real significado de la Doctrina Monroe: América era el continente, pero “americanos” sólo ellos, los estadounidenses. Con su no asistencia Estados Unidos boicoteó el Congreso, al tiempo que complota con... Inglaterra para que evitara la asistencia de Argentina y Brasil.

Para 1829 los planes de Washington eran tan claros que Bolívar escribe su más célebre frase: “Estados Unidos parece destinado por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad.”

Fueron los nuevos dirigentes criollos colombianos, como Francisco de Paula Santander, que ante la ante la enfermedad y muerte de Bolívar, en 1830, y azuzados por las potencias extranjeras, vuelven trizas el sueño del Libertador: construir la Federación de Estados Unidos de América del Sur. El primer y definitivo paso fue desmembrar a la Gran Colombia en tres naciones: Venezuela, Ecuador y Colombia.

Para que no existieran dudas de sus intenciones imperiales, el presidente Theodore Roosevelt formula el “Corolario a la Doctrina Monroe”, en diciembre de 1904. “La adhesión a la Doctrina Monroe puede obligarnos, aún en contra de nuestra voluntad, en casos de mala conducta e impotencia, a ejercer un poder de policía internacional.”

Pretextando la "unidad continental", Washington convoca a la casi totalidad de naciones del hemisferio. Y ahí, en Argentina, conforma en 1910 la Unión Panamericana. En 1890 había conformado la Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas, que en 1902 se denominaría la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas. Así, Estados Unidos lograba crear un organismo supranacional permanente, presidido por el Departamento de Estado y con sede en Washington. Dos años después, el presidente William H. Taft, se toma el derecho de expresar: “Todo el hemisferio será nuestro de hecho, como en virtud de nuestra superioridad de raza ya es nuestro moralmente”.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con Europa devastada, Estados Unidos queda como la primera potencia económica y política. Aún humeaban las armas en la primavera de 1945, cuando el presidente estadounidense Harry Truman y el primer ministro británico Winston Churchill se pronuncian por una alianza contra el “comunismo” soviético. Son ellos los que empiezan a usar el término “guerra fría”, como definición de la política hostil hacia esa nación. No les importó que la URSS hubiera sido quien pusiera a las puertas de la derrota al ejército nazi.

Al mismo tiempo Truman llama a conformar la Organización de Naciones Unidas (ONU), la cual veía como parte de su estrategia de dominación planetaria. En junio de 1945 la delegación colombiana lidera el bloque de la Unión Panamericana que participa en los debates constitutivos. Desde esas fechas la oligarquía colombiana se va convirtiendo en la mano sinistra de las estrategias estadounidenses para el continente.

Bajo el clima de histeria creado por Washington, de una posible invasión del “comunismo”, en septiembre de 1947 se firma en Río de Janeiro el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Este integró a todos los ejércitos del continente con miras a construir un “hemisferio militarmente cerrado bajo la dominación americana”. [2] El TIAR debía de responder ante cualquier ataque exterior del continente, que, lógicamente, vendría de la URSS. El TIAR sería una especie de modelo para la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en abril de 1949.

El marco estatutario del TIAR, que ha sido tan nefasto para América Latina y el Caribe, lo redactó el ex presidente y embajador en Washington, el colombiano Alberto Lleras Camargo.

El 29 de marzo de 1948 llega a Bogotá el general George Marshall, encabezando la delegación estadounidense a la Novena Conferencia Panamericana. Es durante esta reunión donde la Unión Panamericana toma el nombre de Organización de Estados Americanos (OEA).


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