
Diputada Vicenta Jerónimo
Guatemala
 tiene el Producto Interno Bruto (PIB) más alto de Centroamérica (68 mil
 millones de dólares). Pero también es el país donde 6 de cada 10 
guatemaltecos se encuentra en situación de pobreza. 5 de cada 10 niños 
menores de cinco años de edad se encuentra en situación de desnutrición.
Sensible
 a dicha realidad, el pasado 3 de febrero, la Diputada Vicenta Jerónimo,
 indígena maya mam, por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos 
(MLP), planteó en la sesión de jefes de bancada la propuesta de: “Que 
las reuniones de Junta de los Jefes de Bloque se realicen… a las 14:00 
horas y no a las 12:00 horas… con el objetivo de que… lleguemos 
almorzados a la reunión… Para que el Congreso de la República no tenga 
que pagar nuestro almuerzo…”.
Pero, paradójicamente la propuesta, lejos de ser aplaudida por sus colegas fue censurada como populista e irracional. 
Una Diputada que también ya renunció a otros privilegios
Desde
 el primer momento que asumió el mandato de Diputada, Vicenta Jerónimo 
no aceptó el almuerzo servido en el Congreso. Además, recientemente, 
mediante un documento público renunció al seguro de vida de Diputada, a 
los fondos de la caja chica, al pago por servicios de telefonía celular,
 y al personal contratado que le corresponde a su bancada. Además, 
indicó que sólo recibirá el 50% de su salario de Diputada (el otro 50% 
lo asignó para la formación política del instrumento político MLP, al 
cual pertenece).
Esta 
propuesta, absolutamente razonable y loable desde todo punto de vista, 
más allá de su carga simbólica, desató las reacciones más iracundas, 
grotescas, racistas y machistas por parte de los jefes de bloques de 
partidos políticos presentes en la sesión.
Álvaro
 Arzú, del partido Unionista, (hijo del ex Presidente Arzú que privatizó
 las empresas y servicios públicos en Guatemala), recriminó con ademanes
 de patrón enfurecido a su colega Jerónimo descalificando la propuesta 
como “populista”, “tarimeros”. Insinuó que la Diputada indígena es una 
“haragana”, que “los diputados no venimos a comer, sino a trabajar”. “Si
 quiere renunciar a su curul, lo puede hacer. Está en su derecho”, la 
increpó Arzú, exaltado, con aires de patrón medieval.
Después
 de una hora de debate, el único voto a favor para suprimir los 
almuerzos pagados para los diputados fue el de Vicenta Jerónimo. Ni la 
URNG, ni WINAQ… apoyaron la moción.
¿Por qué ofendió a los diputados de la oligarquía la renuncia a un almuerzo?
Si
 el proponente de la “supresión” de algunos privilegios en el Congreso 
hubiese sido un Diputado blanco, varón y adinerado…, quizás hasta se 
hubiese aprobado la moción.
Pero,
 la proponente fue nada menos que una mujer indígena maya, defensora de 
derechos de la Madre Tierra. Una sobreviviente, no sólo a los siglos del
 colonialismo blanco, sino al genocidio criollo republicano de finales 
pasado siglo. Una defensora del vilipendiado movimiento sociopolítico 
Comité de Desarrollo Campesino (CODECA).
Un
 básico análisis del discurso reactivo de los diputados en el Congreso 
evidencia que a éstos les incomoda de sobre manera que una NO ciudadana 
(para ellos las indígenas no son ni siquiera ciudadanas. Son sirvientas)
 les dé lecciones de ética política con su ejemplo. Por eso incluso 
sugirieron la renuncia de la Diputada Vicenta.
La
 reacción vulgar que desató la propuesta de Vicenta externaliza también 
el machismo ciego que habita a las y los diputados que les impide ver en
 una mujer campesina a una colega con las mismas capacidades y derechos 
para plantear ideas. Por eso le respondieron a Ella con: “aquí, nosotros
 trabajamos. No venimos a comer”. Insinuando que Vicenta es “la 
desubicada y preocupada únicamente por la comida”.
Vicenta
 Jerónimo es un “mal ejemplo” en el dispendioso Congreso de la 
República, hecho por y para los criollos y acriollados, insensibles con 
la Guatemala desnutrida. Vicenta, con su austeridad y transparencia les 
recuerda a los congresistas mercantes de la política, que Guatemala 
requiere de cambios simbólicos y materiales para reconectar al Estado 
con la sociedad.
Con 
seguridad que la Diputada Vicenta es y será “la piedra en el zapato” de 
los diputados y criollos y acriollados. Y tendrá que asumir las 
consecuencias. Pero también, como suelen decir las comunidades en 
resistencia que llevaron a Vicenta al Congreso: “Vicenta no está sola. 
Estamos los pueblos y las comunidades en resistencia fecundando a muchas
 otras Vicenta Jerónimo desde nuestras entrañas de rebeldía anti 
neoliberal, anti patriarcal, y anti imperial”.
 Ollantay Itzamná
Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos
@JubenalQ
    https://www.alainet.org/es/articulo/204564  
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