Cómo la prensa en EEUU lava el cerebro a la opinión pública
por Andrew Hobbs
por Andrew Hobbs
La desinformación y la propaganda del mejor estilo que pudo haber imaginado Goebbels existe hoy en día en los Estados Unidos y es utilizada masivamente por los grandes conglomerados de la prensa comercial corporativa que dominan y controlan la mayor parte de la información en este país que, —paradoja de los tiempos— es considerado aun hoy como un modelo de libertad de expresión y de democracia. Nuestros colegas investigadores de la Universidad de Sonoma (California) analizan el fenómeno de la hiper-realidad.
La TV estadounidense Fox News Channel y su presentador estrella Glen Beck, «campeones» de la desinformación y la propaganda.
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«Una comunicación indecente (es decir, desprovista de valor intelectual, de decencia, de cultura) y manipulada (es decir, engañosa, bajo las múltiples formas que pueden inducir al error a aquellos que la reciben) priva a la población de medios intelectuales para defenderse. Un país no se puede considerar una democracia si una gran mayoría de su población está sometida a una comunicación manipulada y a una información fundamentalmente falsa».
Giulietto Chiesa, periodista italiano.
Giulietto Chiesa, periodista italiano.
La hiper-realidad es simplemente la incapacidad de distinguir entre lo que es real y lo que no lo es. La prensa corporativa, dígase Fox News (cadena de TV en los Estados Unidos) en particular, publica noticias que promueven una hiper-realidad acerca de temas y problemas de la actualidad internacional. Los telespectadores de estas cadenas corporativas -particularmente aquellas personas cuyos puntos de vista están impregnados únicamente de informaciones de este medio- se encuentran sumidos en un estado de delirio exacerbado de la ignorancia.
Los medios corporativos no han actuado como un poder unido, protector o como el llamado «cuarto poder» por décadas, como lo demuestran los más recientes ejemplos; dígase la guerra de Irak, la tortura y el impacto del huracán Katrina. Las noticias de los medios corporativos se adaptan más bien a un contexto post-modernista de la hiper-realidad.
Las noticias que emanan de las redes estadounidenses se basan en historias de hechos cotidianos banales preparadas en un contexto socio-emocional que compara al mal con el patriotismo y el fervor cristiano.
Hay múltiples ejemplos de esto, pero veamos sólo dos de ellos.
La tendencia a la hiper-realidad es tan inherente a los medios modernos hoy en día, que basta que los consumidores de información prendan su televisión para que estén expuestos a su estrategia. Veamos dos notorias y controvertidas figuras actuales para explicar lo que queremos decir con el término hiper-realidad del desconocimiento.
Hay múltiples ejemplos de esto, pero veamos sólo dos de ellos.
La tendencia a la hiper-realidad es tan inherente a los medios modernos hoy en día, que basta que los consumidores de información prendan su televisión para que estén expuestos a su estrategia. Veamos dos notorias y controvertidas figuras actuales para explicar lo que queremos decir con el término hiper-realidad del desconocimiento.
El presidente venezolano Hugo Chávez y el animador de la radio de derecha Rush Limbaugh [1] son ejemplos únicos, en primera instancia por sus puntos de vista opuestos, tal como se percibe y por sus visibles similitudes.
Los dos deberían tener un débil impacto en los Estados Unidos, en todo caso en lo que respecta a la política interior de este país [los EEUU], ya que uno hace parte de la industria del divertimento y el otro es dirigente de un país extranjero. Pero los dos son personalidades de los medios, también:
Limbaugh dice tener una audiencia de unos 20 millones de oyentes a la semana [2], mientras que Chávez conduce un programa de TV cada domingo (Aló Presidente), desde el cual le habla a millones de venezolanos. Además, ambos desarrollan un furibundo despliegue ideológico para alcanzar sus objetivos, que a primera vista parecen diametralmente opuestos.
Limbaugh dice tener una audiencia de unos 20 millones de oyentes a la semana [2], mientras que Chávez conduce un programa de TV cada domingo (Aló Presidente), desde el cual le habla a millones de venezolanos. Además, ambos desarrollan un furibundo despliegue ideológico para alcanzar sus objetivos, que a primera vista parecen diametralmente opuestos.
Desafortunadamente, los dos han conseguido una relevancia inapropiada, irónicamente al menos parcialmente emanada de la gran atención que les han prestado sus medios de prensa adversarios -lo que brinda una oportunidad más, la de analizar y hacerse la siguiente pregunta:
¿quién está parcializado con quién y cuáles serían las consecuencias de índole pública de tal atención, tanto negativa como positiva?
¿quién está parcializado con quién y cuáles serían las consecuencias de índole pública de tal atención, tanto negativa como positiva?
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La «maldad» de Hugo Chávez
(según la propaganda de Rush Limbaugh)
Los grandes empresarios serían tontos al ignorar la amenaza que se cierne sobre sus sistemas o patrones de negocios en Venezuela, cuando la creciente influencia de Chávez pareciera alcanzar economías mucho más poderosas, como la de los Estados Unidos. De ganar puntos de apoyo en otros lugares la revolución venezolana, sería difícil entonces cuestionar esos mismos modelos económicos aquí en los EE.UU.
Si un país con los recursos de Venezuela puede ofrecer programas y servicios de determinada calidad, ¿por qué no pueden hacerlo los Estados Unidos con sus enormes recursos y así lograr replicar el éxito aquí?
Como los avances sociales de Chávez en beneficio del pueblo de Venezuela son tan drásticamente contrarios a aquellos que se les reconoce a los capitanes de la industria estadounidense, cualquier acción de Chávez es sistemáticamente vilipendiada por los medios corporativos.
Si un país con los recursos de Venezuela puede ofrecer programas y servicios de determinada calidad, ¿por qué no pueden hacerlo los Estados Unidos con sus enormes recursos y así lograr replicar el éxito aquí?
Como los avances sociales de Chávez en beneficio del pueblo de Venezuela son tan drásticamente contrarios a aquellos que se les reconoce a los capitanes de la industria estadounidense, cualquier acción de Chávez es sistemáticamente vilipendiada por los medios corporativos.
La cadena Fox News ha sido el epicentro de los ataques contra Chávez.
Fox News es uno de los más grandes medios de prensa en los EE.UU. Fox se dedica a promover figuras como Glen Beck [3], que una vez llamó a Cindy Sheehan [4] «una putilla trágica» y consideró el asesinato de Michael Moore [5] en su programa.
Fox News es uno de los más grandes medios de prensa en los EE.UU. Fox se dedica a promover figuras como Glen Beck [3], que una vez llamó a Cindy Sheehan [4] «una putilla trágica» y consideró el asesinato de Michael Moore [5] en su programa.
Los espacios de Fox News diseñados para atacar a Chávez son iguales y sistemáticos hasta llegar al punto de la redundancia. Al examinar los libretos de Fox News sobre Chávez, encontramos el uso continuado de términos descriptivos que son emocionalmente negativos, como autoritario, el hombre fuerte, socialista, cruel, siniestro, radical, militante y dictador.
Durante la pasada década, Chávez ha sido elegido repetida y democráticamente por la inmensa mayoría del pueblo de Venezuela. Sin embargo, el tratamiento de los medios corporativos de EE.UU. sobre Chávez siempre sigue siendo la invariable y predecible oposición negativa artillada con calumnias emocionales.
Durante la pasada década, Chávez ha sido elegido repetida y democráticamente por la inmensa mayoría del pueblo de Venezuela. Sin embargo, el tratamiento de los medios corporativos de EE.UU. sobre Chávez siempre sigue siendo la invariable y predecible oposición negativa artillada con calumnias emocionales.
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