No hay gobierno, señala politólogo
Es de los pocos países de AL que no han cerrado
fronteras ni escuelas por la pandemia del Covid-19; reporta sólo seis
contagios y un deceso
Managua. La ausencia del presidente de Nicaragua, Daniel
Ortega, desde hace casi un mes ha generado especulaciones sobre su salud
y un ambiente de incertidumbre en el país, donde las autoridades no han
tomado medidas de contención frente a la pandemia del coronavirus.
El mandatario de 76 años no se ha pronunciado en torno a la amenaza
sanitaria y no aparece en público desde el 12 de marzo, cuando participó
en una conferencia virtual con sus colegas de Centroamérica para
abordar la epidemia.
Mientras en todo el mundo crecen los números confirmados del
Covid-19, en Nicaragua, país de 6.3 millones de habitantes, se han
detectado sólo seis casos y un fallecido. El gobierno no ha informado
cuántas pruebas ha realizado.
La desaparición de Ortega ha desatado dudas en redes sociales y
medios de comunicación sobre la condición de salud del mandatario y su
familia.
Las especulaciones crecieron cuando el viernes no acudió al funeral
del diputado Jacinto Suárez, allegado suyo, como esperaban simpatizantes
y adversarios.
La agencia Afp consultó a la presidencia de Nicaragua sobre el tema, pero no obtuvo respuesta.
Lo que esta ausencia demuestra es que en Nicaragua no existe un gobierno en el sentido estricto, porque un gobierno es una entidad para proteger el bienestar y la vida de la gente en un país, sostuvo el politólogo Félix Maradiaga.
Dónde está Ortega no es importante, porque él ha estado desconectado de la realidad nicaragüense desde hace largo rato, dándole la espalda al pueblo en distintas situaciones de crisis, añadió.
Los opositores recordaron la ausencia del mandatario para el inicio
de las protestas contra su gobierno en abril de 2018, que desataron una
ola represiva que dejó más de 325 muertos, pérdidas económicas
millonarias y un grave desempleo.
El mandatario tampoco ha informado de su ausencia al Parlamento,
controlado por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional y
partidos aliados.
Según la Constitución, el Parlamento debe autorizar al presidente el
permiso para ausentarse por un plazo mayor a 15 días y, en caso de no
hacerlo, puede declarar abandono del cargo o incapacidad para gobernar.
Maradiaga descartó que desde el Parlamento se exhorte a Ortega a informar sobre su ausencia porque
no existe independencia de poderes.
La diputada liberal Azucena Castillo expresó:
tenemos una ausencia del jefe de gobierno, no sabemos nada, hay muchas noticias sin fundamento, pero tampoco él sale a desmentirlas, lo que resulta algo difícil para la nación, que enfrenta dos tipos de crisi: la política y la sanitaria.
La legisladora opositora recordó que la Constitución estipula que
un presidente que se ausenta por mucho tiempo debe definir si se queda o se va, máxime en una emergencia como la pandemia del coronavirus.
Castillo comentó que
se siente y es evidente el vacío de poder, y se tapa con noticias que da la vicepresidenta Rosario Murillosobre la situación del coronavirus.
Murillo, portavoz del gobierno y esposa de Ortega, ha usado referencias religiosas para hablar de la pandemia y da
gracias infinitas a Diospor la recuperación de los pocos contagiados.
Incluso ha mandado
muchos abrazosdel presidente, sin referirse a su paradero.
Nicaragua es de los pocos países de América Latina que no han cerrado
fronteras, mantiene abiertas las escuelas y promueve ferias,
actividades recreativas y de turismo, lo que ha sido duramente
cuestionado por médicos, empresarios y opositores.
Afp
Periódico La Jornada
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