Este mediodía fue violentamente allanado el hogar del vocero de los presos políticos mapuche en Angol, werkén Rodrigo Curipán, en la Comunidad de Rankilko, sector de Bajo Malleco.
Este mediodía fue violentamente allanado el hogar del vocero de los presos políticos mapuche en Angol, werkén Rodrigo Curipán, en la Comunidad de Rankilko, sector de Bajo Malleco.
Los primeros antecedentes indican que los carabineros fuertemente armados irrumpieron en su casa con la ridícula excusa de detener a su hermano Lorenzo Alex Curipán, quien está en huelga de hambre en la cárcel de Victoria.
Esta agresión a la autoridad mapuche se da en medio de la urgente dispocisión al diálogo que tienen los voceros de los huelguistas para una favorable salida a la huelga de hambre que se extiende por 87 días.
El werken Curipán relató que él se encontraba en el campamento afuera de la cárcel de Angol, cuando lo llamaron de su casa contándole del allanamiento y la tonta excusa que dieron los uniformados.
Señaló que los carabineros tomaron fotografías al exterior e interior de su casa, donde se encontraban sus padres.
Rodrigo Curipán recalcó que se trata de una desesperada medida de hostigamiento de parte del Gobierno para tratar de bajar la huelga de hambre en el marco de la persecución permanente de que son objeto las comunidades de la zona.
Los primeros antecedentes indican que los carabineros fuertemente armados irrumpieron en su casa con la ridícula excusa de detener a su hermano Lorenzo Alex Curipán, quien está en huelga de hambre en la cárcel de Victoria.
Esta agresión a la autoridad mapuche se da en medio de la urgente dispocisión al diálogo que tienen los voceros de los huelguistas para una favorable salida a la huelga de hambre que se extiende por 87 días.
El werken Curipán relató que él se encontraba en el campamento afuera de la cárcel de Angol, cuando lo llamaron de su casa contándole del allanamiento y la tonta excusa que dieron los uniformados.
Señaló que los carabineros tomaron fotografías al exterior e interior de su casa, donde se encontraban sus padres.
Rodrigo Curipán recalcó que se trata de una desesperada medida de hostigamiento de parte del Gobierno para tratar de bajar la huelga de hambre en el marco de la persecución permanente de que son objeto las comunidades de la zona.
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