 
NUEVA
 YORK, 23 de febrero de 2018 (NCM) – La elección del embajador de 
Antigua y Barbuda, Walton Alfonso Webson, como nuevo presidente del 
Comité de Descolonización y de la embajadora de Cuba, Anayansi Rodríguez
 Camejo, como vicepresidenta -ambas por aclamación- presentan un nuevo 
impulso desde las Antillas en la lucha por acabar los dominios 
coloniales.
Ese avance de 
la diplomacia que busca la libertad de los territorios que todavía no se
 gobiernan a sí mismos se produce en contraposición a la circunstancia 
adversa por la que pasa Estados Unidos en sus intentos por mantener 
sometidas una serie de posesiones coloniales, en particular en el caso 
de Puerto Rico, que sigue dando señales de estar al borde del colapso.
De
 hecho, en su mensaje este jueves ante el Comité, el secretario general 
de la Organización de Naciones Unidas, Alfonso Guterres, no solamente 
reiteró su respaldo al trabajo del Comité, sino que puso énfasis en la 
situación por la que pasan los territorios coloniales que fueron 
devastados por los huracanes de 2017. Las palabras de Guterres y su 
llamado a que las potencias coloniales cumplan su deber de 
reconstrucción de las colonias tienen una pertinencia extraordinaria con
 respecto a Puerto Rico, mientras EEUU sigue sin articular un mecanismo 
para enviar miles de millones de dólares de ayuda ni para resolver su 
deuda impagable.
Por el 
momento, EEUU tiene un respiro porque la agenda de trabajo del comité 
pone sus ojos en el Pacífico, en la colonia francesa de Nueva Caledonia.
Para
 el próximo mes de maro, Webson encabezará una misión del comité que 
inspeccionará esa colonia isleña donde se efectuará un plebiscito para 
que el pueblo escoja si convertirse en nación independiente o quedarse 
bajo la tutela de Francia. Posterior a la vista de inspección, 
programada para llevarse a cabo del 12 al 16 de marzo, la misión 
diplomática se trasladará a París.
Otro
 asunto delicado que podría ocupar buena parte del trabajo del comité es
 la situación del Sahara Occidental, donde algunos esperan de Webson una
 presidencia menos dura contra las propuestas de Marruecos para no tener
 que retirarse de ese territorio colonial.
Todo
 eso le podría dar un tiempo a EEUU para tratar de poner en orden sus 
asuntos en Puerto Rico. Sin embargo, la composición de la jefatura del 
comité no deja mucho espacio a la ilusión de que se debilitará la agenda
 anti colonial en el Caribe.
Webson,
 que ya aspiró a la presidencia del comité y fue derrotado por 
Venezuela, ahora recibe el respaldo unánime. Su elección se ha producido
 poco tiempo después de la visita del presidente de Cuba, Raúl Castro, a
 Antigua y Barbuda en ocasión de celebrarse la reunión de la Comunidad 
del Caribe inglés (CARICOM). En esa ocasión, el primer ministro Gaston 
Browne, se refirió a los hermanos Castro por sus primeros nombres de 
“Fidel y Raùl” y dijo “ellos han sido una fuente de inspiración para 
otros al comprender que, como seres humanos, todos somos iguales. Cuba 
ha mantenido una posición de cuidado, de cooperación y ha sido un aliado
 sólido”.
La cortesía de 
Browne tuvo un fundamento muy específico, pues Cuba se lanzó de 
inmediato al rescate de la nación del oriente antillano ante la 
devastación causada por el huracán Irma, que arrasó Barbuda al punto que
 hubo que sacar de allí a todos sus habitantes. Eso, a pesar de que Cuba
 también sufrió estragos serios por dicho huracán.
Esa
 historia contrasta mucho con la de EEUU en el caso de Puerto Rico, que 
sufrió daños por el huracán María calculados en cerca de 100.000 
millones de dólares, equivalentes a todos los que sufrió la extensa 
costa estadounidense del Golfo de México por todos los huracanes del 
año. De hecho, en Puerto Rico -donde todavía buena parte del país sigue 
sin energía eléctrica y se siguen reportando muchas muertes asociadas a 
la falta de servicios- los daños podrían llegar a casi 30 por ciento de 
las pérdidas causadas por los huracanes de 2017 a nivel global.
Ante
 la situación, EEUU ha aprobado hasta ahora algo más de 15.000 millones 
de dólares para enviarlos, buena parte en empréstitos para una economía 
agotada que no tiene con qué pagar su ya inmensa deuda, pero sigue sin 
enviarlos porque aún no se decide un mecanismo para evitar que el 
gobierno puertorriqueño tenga control del dinero. La alegación es que el
 gobierno colonial está corrupto, pero la deuda impagable fue implantada
 por el propio gobierno de EEUU durante más de un siglo y, luego del 
huracán María, los principales casos sospechosos de corrupción 
involucran a las propias agencias y figuras de EEUU.
La
 junta de control impuesta por EEUU insiste en medidas cada vez más 
drásticas de recortes en los presupuestos y más pauperización del país. 
Además, obligó al gobernador anexionista Ricardo Rosselló a sacar del 
documento del plan fiscal una denuncia del coloniaje, pero a la que no 
pudo callar fue a la principal figura de la oposición autonomista, la 
alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien desde el huracán ha 
logrado mucho respaldo de liberales en EEUU y ya ha dado cerca de 70 
entrevistas a cadenas de EEUU y otros países.
Cruz
 dice que el problema es la colonia y propone como alternativa la libre 
asociación, aunque eso último no tiene mucho eco entre los 
estadounidenses.
En la 
calle, el ambiente sube de tono. En una protesta reciente de la “Jornada
 se acabaron las promesas”, los efectivos policiales cargaron contra una
 manifestación con la excusa de que habían pegado fuego a un muñeco de 
trapo en la vía pública y el poeta Alejandro Medina terminó en el Centro
 Médico con golpes de cuidado luego de que intentó detener con su cuerpo
 una enorme grúa de la policía.
Medina
 era mantenido bajo arresto en el propio hospital y otros tres de los 
manifestantes fueron también detenidos, sin que hasta ahora se conozca a
 ciencia cierta cuáles serían los cargos imputados.
    https://www.alainet.org/es/articulo/191223  
 
 
 
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