Desde el otro lado
 
Arturo Balderas
Sucedió algo extraordinario  
 en Estados Unidos: un oficial de la Agencia Nacional de Inteligencia 
reveló al inspector de la agencia (una especie de contralor interno 
responsable de vigilar el comportamiento de sus funcionarios) que el 
mandatario Donald Trump, había presionado al jefe de Estado de Ucrania 
para que se investigara aHunter Biden, hijo del candidato a la 
presidencia Joseph Biden, sobre su relación con una compañía petrolera 
ucraniana en la que era miembro del consejo de administración. Trató de 
demostrar, sin que existieran pruebas, que el entonces vicepresidente 
Joseph Biden había usado su influencia para apoyar negocios de esa 
compañía en Estados Unidos. 
El whistle-blower presenció la 
llamada telefónica en la que Trump amenazó al presidente ucraniano que 
de no cumplir con sus exigencias suspendería la ayuda militar autorizada
 por el Congreso estadunidense con el fin de que ese país se defendiera 
de la agresión rusa. El quid-pro quo en el fondo era un vil 
chantaje. En circunstancias normales, el inspector de la Agencia de 
Seguridad debía informar al Congreso, pero la Casa Blanca vetó la 
posibilidad.
Chantajear al líder de otra nación, con el fin de socavar el 
prestigio de quien en este momento encabeza la lista para representar al
 Partido Demócrata como su candidato a la presidencia, es algo insólito.
 No está clara la secuela de este nuevo capítulo en la ya larga trama 
que pudiera acabar con la defenestración del mandatario estadunidense. 
De lo que no hay duda es que Trump ha hecho todo lo posible para evitar 
que se llegue al fondo de este y otros asuntos similares, lo que en 
último término pudiera configurarse como el delito de 
obstrucción a la justicia.
La intención original de este artículo era poner de relieve la 
admirable labor de la joven sueca de tan sólo 16 años, Greta Thunberg, 
que encabezó el paro que millones de niños y jóvenes de todo el mundo 
efectuaron el viernes pasado para protestar por la abulia de los adultos
 en poner un alto al cambio climático ocasionado por la acción del 
hombre. La voz de Greta, y de otros jóvenes, como de la mexicana Xiye 
Bastida, se escucharán en la conferencia sobre el Cambio Climático que 
se celebra en las Naciones Unidas. Vaya nuestra admiración y apoyo a 
todos los que con ella han emprendido esta ardua tarea. Comentar más 
ampliamente este asunto, en el marco de la visita de Trump a California 
deberá esperar.
 
 
 
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