Distensión a la crisis social

▲ Manifestantes afuera del Congreso en Argentina exigieron aplicar de inmediato la ley de emergencia alimentaria porque 
el hambre no espera.
Buenos Aires. El Senado de Argentina, con los votos de 
los 61 congresistas presentes, aprobó ayer la emergencia alimentaria, 
enviada la semana pasada por la Cámara de Diputados, con la presencia 
cada vez mayor de miles de manifestantes de organizaciones sociales y de
 desempleados que ocuparon la plaza frente al Congreso con el lema 
el hambre no espera.
Para la mayoría de los analistas, fue la presión de la calle, con 
manifestaciones en todo el país y el agravamiento de la crisis, lo que 
llevó a los legisladores de la gobernante alianza Cambiemos a acompañar 
el proyecto de los opositores, para distender la situación que estaba 
llegando al borde del estallido social.
A pesar de que se propuso una sesión breve, tratando de rehuir la 
discusión que también incidiría en la campaña electoral, hubo 
discusiones entre los presidentes de los bloques. También se vivieron 
tensos momentos, ante la situación que se vive en la provincia 
patagónica de Chubut, donde dos maestras murieron en un accidente al 
regresar de una marcha que realizan todos los días, ya que los 
educadores están en paro; más de 60 mil empleados públicos, maestros y 
jubilados no han cobrado ahí desde agosto. Recientemente un grupo de 
matones atacó a profesores en una carretera, donde tenían un campamento 
en una protesta cotidiana que recibió la solidaridad de todos los 
gremios del país.
Mientras, el gobierno de Mauricio Macri dio marcha atrás en el 
congelamiento al precio de los combustibles para los próximos tres meses
 y anunció un aumento, lo que continuará disparando la inflación, que se
 espera llegará a 5.6 o 6 por ciento a finales de septiembre.
Esta ley nos interpela a todos los que tenemos responsabilidades institucionales. Estamos frente a una circunstancia trágica en un país que provee de alimentos a 400 millones de personas en el mundo y no resolvemos cómo dar de comer a 15 o 20 millones de argentinos, sostuvo el titular del bloque Justicialista en el Senado, Carlos Caserio, con relación a la emergencia alimentaria.
El pasado domingo, en Salta, durante los festejos de la Virgen del 
Milagro, el obispo Mario Cargnello, dirigiéndose a Macri, quien asistió a
 los festejos, le dijo que había prometido 
hambre ceroy le recomendó:
ahora llévate la cara de los pobres, en uno de los más duros sermones de la Iglesia.
En la calle, miles de manifestantes esperaban la decisión del Senado,
 dispuestos a no volver a sus casas hasta tener una respuesta y, además,
 exigiendo que se aplique ya, porque desde el 12 de agosto pasado la 
situación de pobreza avanzó en todas partes y en especial en las 
provincias, cuyos gobernadores exigen a Macri que termine con las deudas
 que tiene el gobierno nacional con ellos, pues están al borde de 
estallidos sociales por hambre.
Se mencionó que más de 5 millones de argentinos no tienen acceso a la
 canasta básica. En 2019 el gobierno sólo gastó 58 por ciento del 
presupuesto para políticas alimentarias. La ley de emergencia estará 
vigente hasta 2022.
Foto Ap
Stella Calloni
Corresponsal, Periódico La Jornada
 
 
 
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