Discurso de Rodrigo Mundaca al recibir el Premio Núremberg
 Pueblo de Núremberg, 
autoridades aquí presentes, jurado del premio internacional de Derechos 
Humanos, quiero en primer lugar expresarles mi agradecimiento personal, y
 también el de mi organización, el Movimiento de Defensa por el acceso 
al agua, la Tierra y la protección del Medio Ambiente, MODATIMA CHILE, 
por este impensada distinción, desde nuestra llegada a la ciudad, y ante
 las preguntas de la prensa, hemos declarado, con toda sinceridad, no 
buscar honores ni tampoco gloria alguna, no tenemos poses de héroes ni 
tampoco de mártires, simplemente somos parte de un pueblo que cansado de
 la impunidad en los ríos, cansado de las injusticias propias y 
derivadas de un modelo de despojo de los bienes naturales comunes, 
tomamos la decisión de ponernos de pié, tomamos la decisión de 
organizarnos y luchar probablemente por el bien natural más importante 
para la preservación de la vida, todas las vidas, el agua.
Pueblo de Núremberg, 
autoridades aquí presentes, jurado del premio internacional de Derechos 
Humanos, quiero en primer lugar expresarles mi agradecimiento personal, y
 también el de mi organización, el Movimiento de Defensa por el acceso 
al agua, la Tierra y la protección del Medio Ambiente, MODATIMA CHILE, 
por este impensada distinción, desde nuestra llegada a la ciudad, y ante
 las preguntas de la prensa, hemos declarado, con toda sinceridad, no 
buscar honores ni tampoco gloria alguna, no tenemos poses de héroes ni 
tampoco de mártires, simplemente somos parte de un pueblo que cansado de
 la impunidad en los ríos, cansado de las injusticias propias y 
derivadas de un modelo de despojo de los bienes naturales comunes, 
tomamos la decisión de ponernos de pié, tomamos la decisión de 
organizarnos y luchar probablemente por el bien natural más importante 
para la preservación de la vida, todas las vidas, el agua.
Eduardo 
Galeano, periodista y escritor Uruguayo, hace mucho tiempo, y 
metafóricamente, sostuvo: “Cuando los Españoles llegaron a América lo 
hicieron acompañados de la Biblia, los indios tenían la Tierra, entonces
 los Españoles le dijeron a los Indios, cierren los ojos y recen, al 
abrir los ojos los indios tenían la Biblia y los españoles tenían la 
Tierra”, esta metáfora, breve y brutal, nos habla de la historia de 
América Latina, de cómo nuestro continente ha sido una fuente inagotable
 de los mal llamados “Recursos Naturales”, los que por siglos han sido 
la fuente de riqueza de economías fuertes y vigorosas, fuente de riqueza
 de enormes transnacionales que han lucrado con el agua , la tierra y 
depredado el medio ambiente. Claro, es necesario señalar que para 
cumplir con estos propósitos, han contado con la complicidad de 
Gobiernos dúctiles y serviles, puestos al servicio del “DESPOJO” de 
nuestras comunidades y territorios.
Es la historia pasada y 
presente, esa historia que golpea nuestras memorias y conciencias, la 
historia que se repite una y mil veces, condenando a las mayorías 
sencillas de América Latina a una vida de carencias, a una vida donde no
 se garantizan los derechos sociales ni tampoco el acceso a los bienes 
naturales comunes.
Informes recientes, elaborados por distintas 
organizaciones, entre ellas por el relator especial de Naciones Unidas 
para las y los defensores de los derechos humanos ambientales, Michel 
Forst, sostienen que América Latina es la región más peligrosa del 
planeta para los hombres y mujeres que a título personal u organizado 
defienden el derecho al agua, la tierra, el derecho a vivir en un medio 
ambiente libre de contaminación, y la pregunta que corresponde es 
¿porque? Y la respuesta es simple, en nuestro continente las bases de la
 desigualdad se encuentran asociadas a la apropiación de los bienes 
naturales. Si, el agua y la tierra hoy generan utilidades, plusvalía 
para sus tenedores.
Y los abusos de poder en América Latina, 
tienen una expresión común, uso de la fuerza pública para que las 
industrias extractivas se instalen en nuestros territorios, uso de la 
fuerza pública para facilitar el control territorial, infundir miedo y 
aplicar la fuerza cuando las comunidades se rebelan ante el despojo. Uso
 de la norma, porque es sujeto de criminalización aquel hombre o mujer 
que demanda hacer de la tierra y particularmente del agua un derecho 
humano. Uso del discurso desde el poder, para denigrar, estigmatizar, a 
todo aquel, hombre o mujer que demande terminar con este modelo de 
despojo, es el discurso que busca aislar a las y los defensores de los 
derechos humanos ambientales, para posteriormente con mano ajena acabar 
con sus vidas, destruir sus bases sociales de apoyo.
La Historia 
es un elemento imprescindible para analizar el presente y proyectar el 
futuro, en Chile, el modelo de despojo actual, fue instalado a sangre y 
fuego, cuando todas las libertades se encontraban clausuradas y 
perseguidas, es así como en la constitución política del año 1980 se 
señala en uno de sus artículos “Los derechos de los particulares sobre 
las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán
 a sus titulares la propiedad sobre ellos”, si, es en la norma jurídica 
que rige los destinos individuales y colectivos de la Sociedad Criolla, 
donde se encuentra consagrada la propiedad privada del agua.
En 
Chile las fuentes de agua se encuentran privatizadas hace 39 años. El 
agua es un bien nacional, pero también un bien económico. La propiedad 
del agua se encuentra separada del dominio de la tierra, lo que dio 
origen al mercado del agua. Reconoce dos categorías de derechos de agua,
 derechos consuntivos, es decir que se consumen, concentrados 
básicamente en el sector agrícola, minero, industrial y sanitario, y 
derechos No consuntivos (que deben devolver el caudal al río), 
destinados a la generación de Hidroelectricidad, y cuyos dueños son la 
empresa Italiana Enel.
En materia de gestión de las aguas, es 
decir las empresas sanitarias, privatizadas desde al año 1998 en 
adelante, las mismas son de propiedad extranjera, la principal empresa 
Sanitaria, Aguas Andinas, responsable de suministrar agua a la capital 
de Chile, Santiago, es de propiedad del grupo Aguas de Barcelona y su 
controlador es el grupo Suez. Esval, la segunda sanitaria más importante
 del país, es de propiedad de los profesores de Ontario Canadá, los que 
en términos globales controlan aproximadamente el 40% del mercado global
 de suministro de agua potable.
De las 10 ciudades de América Latina, con las tarifas de agua potable más caras, 7 son chilenas.
En
 Chile las batallas por agua enfrentan a las comunidades de Norte a Sur,
 de Cordillera a Mar, y tienen distintas expresiones, y sin ánimo de 
ufanarnos, desde donde vengo, es decir de la provincia de Petorca, 
Región de Valparaíso, es donde se libra una de las batallas más 
emblemáticas, una batalla que muchos de ustedes han conocido asociada a 
la producción de aguacates u avocados.
En nuestro territorio el 
90% de la superficie cultivada se encuentra destinada a la producción de
 avocados, un frutal de origen tropical que demanda enormes cantidades 
de agua. El modelo de producción agrícola se caracteriza por el uso 
intensivo e irracional del agua y la tierra, políticos y empresarios 
fuertemente conectados a los centros neurálgicos del poder, producen en 
enormes extensiones de suelos sin aptitud de cultivo, es decir en suelos
 de cerro, transformando a los ríos en páramos secos e inhóspitos. 
Extraen agua a cientos de metros de profundidad, han cometido una serie 
de prácticas impropias para apropiarse de las aguas. Destinan sus 
producciones hacia los mercados de exportación, y se congratulan por ser
 parte de Chile potencia agroalimentaria.
En Chile Robar agua es una falta administrativa, y no un delito ambiental.
En
 tanto miles de personas dependen de los camiones aljibes, hoy se 
reparten en promedio 50 litros de agua por persona, lo que está muy por 
debajo de los requerimientos reales. Estimaciones recientes sostienen 
que se han muerto más de 10.000 cabezas de ganado por falta de agua, una
 generación completa de niñas y niños que han nacido en nuestros 
territorios, no conocen los ríos, y si todas y todos los que estamos 
aquí, evocamos nuestras vidas, todas se encuentran asociadas a un 
momento de jolgorio y diversión en torno a los ríos, y los mismos no 
sólo cumplen una función paisajista, sino más bien, de ellos depende el 
ciclo hidrológico de las aguas, de ellos depende el equilibrio de los 
ecosistemas, de ellos dependen las funciones vivas y no vivas del medio 
natural.
La privación de aguas ha destruido la identidad cultural
 campesina e hipotecado la soberanía alimentaria, la que descansa en los
 hombros precisamente de los campesinos.
Lo que sucede en la 
provincia de Petorca no es un caso, no es una particularidad, o un punto
 negro en la loca geografía de nuestro país, hoy 3 millones de personas 
que viven en el mundo rural no acceden a agua potable, 8 de 10 
recolectores de agua en el mundo rural son mujeres, 5 regiones han sido 
declaradas zonas de emergencia agrícola por sequía, de las 101 cuencas 
que existen en el territorio, el 80% se encuentran agotadas, pero se 
sigue privilegiando el modelo intensivo de producción agrícola que llena
 supermercados en Europa y hoy también en China.
¿Podemos esperar
 algo del actual gobierno? ¿Podemos esperar algo del país cuyos 
administradores serán los anfitriones de la cumbre de cambio climático, 
conocida popularmente como la COP25?.
Nada podemos esperar cuando
 Piñera, el actual presidente es un furibundo partidario de la 
privatización y mercantilización de las aguas, cuando al interior de su 
gabinete tiene ministros que son dueños del agua, e intervienen en el 
debate público para dar certezas de que el modelo privado de aguas no se
 va a tocar.
El agua es un derecho humano esencial e 
irrenunciable, la base para el cumplimiento de todos los demás derechos,
 aspecto confirmado el 28 de Julio del año 2010, en el marco de la 
asamblea general de Naciones Unidas.
Concluyo señalando con toda 
sinceridad que recuperar el agua, para nuestras comunidades y 
territorios, requiere de un gran impulso, requiere de mantenernos vivos y
 unidos, pero también decirles, solas y solos no podemos, necesitamos de
 la solidaridad internacional, ustedes como comunidad pueden hacer 
muchas cosas, fuimos testigos de ello, cuando miles en esta ciudad, se 
movilizaron exigiendo justicia climática para todo el mundo, ¿y no 
parece de justicia hacer del agua un bien común y su acceso un derecho 
humano? Les parece justo que a miles de kilómetros de distancia haya 
gente, pueblo sencillo, que privado de agua deba esperar el camión 
aljibe? ¿Es posible que no se conmuevan cuando ocurren estas injusticias
 en el planeta?
MUCHA GENTE PEQUEÑA, EN LUGARES PEQUEÑOS, 
HACIENDO COSAS PEQUEÑAS PUEDEN CAMBIAR EL MUNDO. EN TANTO NOSOTROS 
SEGUIREMOS ADELANTE, AUNQUE EL FRÍO QUEME, EL MIEDO MUERDA, EL SOL SE 
ESCONDA Y SE CALLE EL VIENTO, NO TE RINDAS, NO SE RINDAN…”
 
 
 
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