"Se necesita valor para ponerse de pie y hablar. Se necesita valor para sentarse y escuchar"
Winston Churchill
Winston Churchill
Deduzco
del mismo la fragilidad del magisterio mexicano de un lado, la endeblez
de la democracia en el país del otro, una democracia impúber que apenas
si sabe lidiar con conflictos y en la que sus actores reaccionan ante
ellos desde los extremos, una democracia en blanco y negro negada a los
matices que suponen la mediación y el diálogo franco.
Que
en materia educativa sea responsabilidad del gobierno proveer el
financiamiento público para el funcionamiento de las escuelas y velar
por la transformación de los contenidos docentes y la pedagogía de su
impartición, no significa que deba considerar al personal vinculado a la
docencia como receptor acrítico de la reforma educativa. Muchos
escollos ha sorteado esa reforma presidencial desde su enunciación
dentro del paquete de 12 medidas dadas a conocer por Peña Nieto en los
albores de su mandato, pero éste es quizás el más decisivo de todos los
que ha enfrentado desde su implementación, porque una reforma educativa
que no cuente con el apoyo de todo el magisterio, una reforma educativa
impuesta a la fuerza —como parece ser la apuesta del gobierno con la
detención de un par de dirigentes de la CNTE bajo cargos contaminados
por la sospecha del oportunismo o la represión directa que dejó un saldo
de ocho muertos y un centenar de heridos el pasado 19 de junio en
Nochixtlán, Oaxaca— está condenada al fracaso.
Lo que está juego en el conflicto CNTE vs. Gobierno Federal desborda entonces los límites del magisterio para convertirse en un problema que afecta a uno de los pilares de toda democracia: la libertad de expresión. Quienes cuestionan a los maestros que piden ser escuchados mediante marchas y platones que perturban el tránsito en la capital y en otras regiones del país olvidan que la protesta social es una forma válida de lucha para lograr en apego a las leyes que los malos gobiernos corrijan sus derroteros, un derecho humano para subsanar todo lo que se considere una injusticia; olvidan de igual forma que con independencia del mayor o menor grado de manipulación ajena a la que puedan estar sometidas tales protestas, con independencia de los eventuales daños que puedan emanar de ellas, son un síntoma evidente de que alguna enfermedad aqueja al corpus social.
Por
ello, cualquier enfrentamiento en torno a la reforma educativa, se
reitera, desborda los límites de la Secretaría de Educación Pública
(SEP) para convertirse en un asunto de política interna atendible por la
Secretaría de Gobernación (SEGOB) y va más allá de quién lleva razón en
cuanto a la evaluación de los maestros, por mencionar uno de los puntos
torales del conflicto: si el gobierno que la exige en la reforma que
promueve o la CNTE que dice estar en contra de la misma por la
naturaleza de castigo que implica. Lo que está en juego es la propia
institucionalidad del país cuando se apuesta a la represión antes que al
diálogo. Por ello resulta "levemente" esperanzador el comunicado dado a
conocer ayer por el gobierno mexicano en el que "reitera su disposición
a dialogar, en el marco de sus atribuciones y con absoluto respeto a la
ley" con integrantes de la CNTE. Y escribo "levemente" pues hay que
asumir con reservas esta nueva postura gubernamental, porque un diálogo
en el que una de las partes insiste en que "la reforma educativa es un
proceso que continúa y no se va a detener" está viciado de origen y
parece predestinado al empantanamiento.
No sé a cuántos "rounds" se pactó el enfrentamiento enquistado que sostienen el gobierno mexicano y la CNTE. Poco importa. La única certidumbre valedera es que el actual parece ser el round decisivo, el que acaso defina si se mantiene o se modifica la reforma educativa promovida por el presidente Enrique Peña Nieto, el que acaso sirva para saber si la democracia mexicana alcanzará finalmente la anhelada pubertad o seguirá siendo esa democracia en blanco y negro que no conoce el matiz conciliador del diálogo verdadero.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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