Entrevista a Juan Iñigo Carrera a propósito de los ciclos políticos en América Latina
Hemisferio Izquierdo
| Juan Iñigo Carrera es docente de la Universidad de Buenos Aires y director del Centro para la Investigación como Crítica Práctica (CICP). | 
 Hemisferio 
Izquierdo: ¿Qué elementos hay que tener en cuenta para comprender la 
acumulación de capital en América Latina y cómo se relaciona con los 
ciclos políticos?
 
 Juan Iñigo Carrerra (JIC): Lo primero a 
responder es por qué hay ciclos políticos en América Latina. Y lo 
primero que aparece es que hay dos proyectos, dos modelos de desarrollo 
económico, como le quieran llamar, contrapuestos que hoy día sería el 
progresista por un lado y el neoliberal por otro. El neoliberal 
históricamente venía bajo la forma política de las dictaduras militares,
 pero que ahora se expresa en distintas formas de formalidad 
democrática, el caso de Macri que gana las elecciones, o el caso de 
Temer a partir de una maniobra ilegal parlamentaria, pero que 
formalmente aparece como justificada. La cuestión que uno tiene cuando 
trata de explicarlos de esta forma es que la razón de un ciclo u otro 
terminan siendo simplemente dos voluntades políticas antagónicas que 
tienen estos proyectos y que se enfrentan, y que ninguno de los dos 
tiene la capacidad de imponerse sobre el otro, lo que se ha llamado el 
“empate hegemónico”, y afirmar su hegemonía plena y por eso la forma 
cíclica. 
 Parecería que esa explicación que hace a las formas 
concretas, porque es claro que los sujetos portadores de estos ciclos 
son, no siempre, pero en general son distintos, y que sus acciones son 
las portadoras de un paso de lo que en este discurso aparece como de “un
 modelo a otro”. Pero si uno se detiene en esas formas concretas, y las 
vacía de sus determinaciones, no se pregunta por su necesidad, entonces 
lo que hace es convertilas en abstracciones. Entonces lo más concreto es
 efectivamente partir de estas manifestaciones inmediatas pero 
preguntarse qué contenido tienen, y ese contenido trasciende las 
voluntad de los individuos que las portan y las expresan. Entonces lo 
que uno se tiene que preguntar es qué forma nacional particular de 
acumular capital está portada y se realiza en esos sujetos. 
 
Cuando uno observa estos procesos nacionales de acumulación en América 
Latina, aunque habría que hacer cierta salvedad con respecto de México y
 Centroamérica porque cambiaron su especificidad, se convirtieron en 
fuentes de fuerza de trabajo barata para el capital en la nueva división
 internacional del trabajo, el primer rasgo común y específico que 
tienen es que en sus territorios hay una participación muy grande de la 
producción agraria, o de la producción minera, con una productividad del
 trabajo en promedio mucho más alta que la que determina los precios en 
el mercado mundial por las condiciones naturales del territorio, y en 
consecuencia se apropia dentro de estos países una masa de renta de la 
tierra, de renta diferencial básicamente, y de renta de simple monopolio
 según las circunstancias. 
 Lo que uno tiene delante es esta 
apropiación de renta, entonces aparece la discusión respecto de la 
fuente de plusvalía que constituye esa renta, y la fuente de plusvalía 
es, como la renta diferencial brota en el proceso de circulación por la 
igualación de la tasa general de ganancia, y como en la circulación 
nunca se puede generar valor, por lo tanto esa plusvalía tuvo que estar 
generada en un proceso de producción que es anterior a la formación a la
 tasa general de ganancia. Entonces la fuente de esa plusvalía que tiene
 la forma de renta diferencial es plusvalía producida por los obreros 
que directa o indirectamente consumen las mercancías portadoras de la 
renta. Y en cuanto todos estos países se caracterizan por exportar estas
 mercancías que portan renta de la tierra, esa es plusvalía que sale de 
otros ámbitos nacional y afluye hacia América Latina. 
 Este es el
 primer rasgo específico. La pregunta siguiente es qué efecto tiene esta
 afluencia de renta en la forma nacional de la acumulación de capital. 
Lo que está tomado de manera general, aunque en las discusiones 
políticas sin mirarlo como renta de la tierra, aparece reconocido que 
hay una apropiación de esa masa de riqueza social, la concepción general
 es que eso es apropiado por los terratenientes, y que a lo sumo 
marginalmente algo se les escapa. Lo que yo planteo sobre la base del 
desarrollo de las formas de la acumulación de capital en Argentina (1), y
 de mirar las manifestaciones cuantitativas de ese proceso, es que esa 
masa de renta que afluye hacia el ámbito nacional tiene diversos 
apropiadores. Por un lado la clase terrateniente, pero que no es ni de 
lejos la única, sino que esa renta es la que históricamente han usado 
los países latinoamericanos para pagar sus deudas públicas externas, que
 están contraídas sin contrapartida en la expansión de las condiciones 
generales de acumulación de capital dentro del ámbito nacional. Y el 
Estado para pagar la deuda pública externa tiene que tomar de manera 
directa una parte de la renta y por eso hay impuestos a la exportación, 
que es un rasgo característico, hoy de la Argentina, era históricamente 
de otros ámbitos nacionales, ya en principio eso ha tomado otras formas.
 
 Además de este movimiento de la renta para el pago de la deuda 
pública, lo que uno tiene es su apropiación por capitales industriales, 
aunque también comerciales y bancarios, vía distintos cursos. Para ser 
simple hay otro curso principal que es la sobre-valuación de la moneda 
nacional, de la cual Uruguay es un exponente particularmente marcado, 
que hace que se abarate la importación de medios de producción para el 
capital y de medios de vida para la población obrera, lo cual abarata la
 fuerza de trabajo, porque con la moneda sobrevaluada se paga 
internamente por debajo del precio del mercado mundial, pero esto 
después se refleja en los precios internos y luego se refleja en la 
determinación del salario. La moneda sobrevaluada permite que cuando se 
remiten utilidades al exterior, esas utilidades al pasar por la 
mediación cambiaria se multipliquen. Y después hay otras formas que 
según la magnitud de la renta se hacen más o menos presentes, que 
implican la acción directa del Estado fijando precios internos, fijando 
cupos, teniendo el monopolio del comercio interno y externo, en 
Argentina ha sido una forma histórica con presencia significativa. 
Además las mercancías que se exportan cuando van al consumo interno, sea
 por efecto de los impuestos a la exportación, sea por efecto de la 
sobre-valuación, sea por efecto de la fijación directa de precios, 
también circulan internamente por debajo del precio del mercado mundial,
 y eso abarata la fuerza de trabajo. 
 ¿Quiénes son los capitales 
que se benefician de la renta? En una primera fase los beneficiarios son
 muy manifiestamente los acreedores externos del Estado nacional, donde 
los Estados nacionales se endeudan pagando tasas de interés que están 
por encima de las normales del mercado mundial, y en algo que después 
engancha con esto, lo hacen en los momentos en que la renta está 
relativamente contraída, porque todavía no se desarrolló plenamente la 
producción que va a ser fuente de renta, y con estos capitales 
extranjeros que han operado en la expansión de la producción de 
mercancías agrarias y mineras, por ejemplo ferrocarriles, servicios 
públicos, etc. 
 Hay una segunda fase, marcadamente a partir de la
 crisis del 30, aunque en realidad empieza antes, donde parece que los 
beneficiarios de la apropiación de renta pasan a ser una masa de 
pequeños capitales nacionales, yo no se en Uruguay hasta donde fue así 
porque depende del tamaño del ámbito y de la magnitud de la renta, no se
 hasta donde hubo espacio para eso pero entiendo que algo debe haber 
habido en la década del 40, más con la segunda guerra mundial. Pero 
después esos capitales dejan de aparecer como si hubieran sido el eje de
 esa apropiación, y lo que aparecen son capitales extranjeros que operan
 en escala normal en el mercado mundial, pero que se fragmentan como 
pequeños capitales, o como capitales de magnitud limitada, con 
tecnología y equipamiento que está obsoleto, en consecuencia con una 
productividad del trabajo mucho más baja que la que determina la 
posibilidad de competencia en el mercado mundial, y que producen en las 
escalas restringidas del mercado interno. 
 ¿Por qué la Argentina 
aparece como el caso más claro de esto en el desarrollo histórico? 
Porque tiene primero producción agraria y no minera, por lo que se 
extiende mucho más en el territorio, la producción agraria por más que 
el capital esté centralizado, no permite tener una unidad técnica de 
producción muy grande. Puede ser un único capital pero tiene que estar 
fragmentado. Y además porque como es cultivo anual se prestó al 
desarrollo de pequeños capitalistas agrarios y, también, en una historia
 concreta más compleja, pequeña propiedad territorial. Entonces esa es 
una de las bases por las cuales hay una magnitud alta de renta, pero 
además el desarrollo del mercado interno va a permitirle a estos 
capitales operar en pequeña escala, pero en una escala suficiente. 
 Esos capitales extranjeros que entran a producir en estas condiciones 
se valorizan sobre la base, ante todo extraer plusvalía de sus obreros, 
ya que la renta de la tierra es un complemento, no es la fuente 
principal de valorización, y no lo es ni desde el origen de este proceso
 y mucho menos lo es hoy, donde los límites de esta forma acumulación 
hacen que no pueda sostenerse el proceso de expansión. Por eso, más allá
 de lo que haya pasado históricamente, la acumulación empieza a 
sostenerse en venta de la fuerza de trabajo muy por debajo de su valor, y
 esto se constituye en otra fuente de valorización, marcadamente a 
partir de la segunda mitad de la década del setenta. 
 Las fuentes
 de valorización de estos capitales son la plusvalía que le extraen a 
sus obreros, la plusvalía que le extraen pagando la fuerza de trabajo 
por debajo del valor, la renta de la tierra y la posibilidad de 
recuperar medios de producción que carecen de valor en la producción 
para el mercado mundial, porque han quedado totalmente obsoletos, que 
vienen a estos países y aparecen como si fueran la vanguardia técnica, y
 ese es un capital que tiene un valor de cero, y sobre un valor de cero 
la tasa de ganancia siempre es infinita. Al mismo tiempo, el Estado 
nacional les transfiere renta de la tierra vía subsidios y, como están 
liberados del pago de impuestos, hay otro proceso que implica 
apropiación indirecta de renta y de venta de la fuerza de trabajo por 
debajo del valor. Esto es así porque el Estado como representante 
político del capital total, en este caso la sociedad nacional, necesita 
plusvalía para poder cumplir con ese papel. Esa plusvalía le llega al 
estado nacional vía impuestos. Si los capitales que operan dentro del 
ámbito nacional no pagan impuestos, el Estado tiene que obtener 
plusvalía de alguna otra forma, puede ser una parte vía renta de la 
tierra, o apropiando valor de la fuerza de trabajo cuando el Estado paga
 a su fuerza de trabajo por debajo del valor. Entonces sostiene la 
acumulación de este capital sin que a este capital le cueste nada. 
 Al mismo tiempo, cuando remiten utilidades al exterior multiplican sus 
ganancias cuando la moneda nacional está sobrevaluada. Esto coincide, 
normalmente, aunque no siempre, con períodos de renta alta o de 
crecimiento del endeudamiento público. Esto es así porque para tener la 
moneda sobrevaluada hay que tener una fuente de plusvalor que permita 
frenar las corridas contra la moneda. Las fuentes posibles son la suba 
de la renta de la tierra que hace que ingresen más divisas al tesoro 
nacional y contra esas divisas se sostiene la moneda y, asociado a 
momentos de renta más baja, el endeudamiento público externo en esas 
condiciones anteriores, que después por un momento sostiene el proceso 
de acumulación de capital interno porque afluyen esos préstamos, y esos 
préstamos como la moneda está sobrevaluada se van perdiendo, pero 
mientras hay aprovisionamiento de crédito se sigue sosteniendo la moneda
 sobrevaluada. Aumentan los gastos en el exterior, visible en el 
turismo, es el momento, como la moneda está sobrevaluada, de remitir las
 ganancias realizadas internamente porque se van a duplicar. Además el 
Estado como está endeudándose, y tiene que cubrir los intereses, el 
movimiento típico en este momento es que el Estado se endeuda a una tasa
 alta, coloca el endeudamiento en la reserva, todas estas condiciones 
hacen que de la reserva se pierdan los fondos que se obtuvieron por el 
endeudamiento, entonces se contrae más deuda, una parte para poder 
cancelar-renovar la deuda que no puede pagar y contrató antes, más los 
intereses que se devengaron de esa deuda, más una cuantía extra porque 
sino no tendría forma de volver a llenar la reserva, y se le vuelven a 
ir… entonces vuelve a hacer el mismo movimiento, y como cada vez está 
más endeudado, la tasa de interés es cada vez más alta y eso termina 
explotando en una crisis. 
 La última fuente de valorización que 
tienen estos capitales es la presencia de una masa de pequeños capitales
 nacionales, que en su condición de pequeños capitales en relación con 
los capitales más concentrados, parte de la plusvalía que extraen de sus
 obreros va parar también a estos capitales. Básicamente son capitales 
extranjeros, en el caso de Chile hay más capital nacional que ocupa ese 
lugar, en Uruguay no sé, en Brasil están mezclados. 
 Todos estos 
elementos son la base general de la acumulación de capital en estos 
ámbitos nacionales que tiene todas estas barreras al desarrollo de las 
fuerzas productivas. Primero porque la industrialización por sustitución
 de importaciones es vista como si fuera un desarrollo de las fuerzas 
productivas, y en realidad eso libera a los capitales concentrados que 
operan en el mercado mundial de seguir desarrollando las fuerzas 
productivas porque toman su chatarra y la pueden seguir usando. Segundo 
porque para sostener la acumulación de estos capitales se necesita la 
presencia de los pequeños capitales, y estos pequeños capitales no son 
portadores del desarrollo de las fuerzas productivas, ni nunca lo van a 
ser, ya quedaron atrás en ese desarrollo. Y tercero porque las formas de
 apropiación de la renta de la tierra, sea por impuestos a la 
importación, sea por sobre-valuación de la moneda, hacen que el precio 
interno de las mercancías portadoras de renta esté por debajo del precio
 del mercado mundial, y entonces la inversión de capital sobre tierras 
que podrían ser suficientemente rentables a los precios del mercado 
mundial, no lo son a los precios más bajos internos, así como 
inversiones intensivas de capital sobre la misma tierra que podrían 
sostener una productividad del trabajo suficiente a los precios del 
mercado mundial, no lo sostiene a los precios internos. Entonces hay una
 limitación a la aplicación intensiva y extensiva de capital agrario y 
minero sobre la tierra, y eso repercute en la participación de este 
proceso nacional de acumulación de capital en el desarrollo de las 
fuerzas productivas del trabajo, en tanto no están a la vanguardia del 
desarrollo de la productividad del trabajo de esas ramas. 
 HI: ¿Por qué entonces los ciclos económicos son tan marcados en nuestro continente? 
 JIC: En primer lugar, todo proceso de acumulación de capital está 
sujeto a procesos de carácter cíclico que culminan en crisis de 
superproducción general, más agudos, menos agudos, y solo como simple 
observación, hay registros de movimientos cíclicos con una duración de 
cinco años, con una duración de diez años, y entonces hay grandes crisis
 que quedan como hitos históricos que son distintas que las otras 
crisis, como es la crisis de 1890, la de 1930, y la de la segunda mitad 
de la década del 70 que toca fondo en el principio de los 80, y que 
marcan transformaciones sustanciales en las condiciones generales de la 
acumulación de capital. 
 Una particularidad respecto a lo que 
ocurre después de la crisis de los 80, es que los movimientos de cinco 
años se hacen mucho más tenues y quedan movimientos de 10 años que son 
crisis en el año 81-82, 91, 2001 y 2008, esta última es un caso un poco 
más corto. Entonces, la acumulación de capital necesariamente tiene esta
 forma. Tienen fases de auge y fases de estancamiento y contracción que 
culminan con crisis de superproducción general. 
 Con la crisis de
 los 80s hay un cambio en las condiciones generales de la acumulación de
 capital en el mundo a partir de la nueva división internacional del 
trabajo, las especializaciones nacionales y demás, y que la 
particularidad que tiene esa crisis, es que normalmente las crisis más 
agudas arrancaban como una crisis del movimiento del capital prestado a 
interés, el capital ficticio, la caída de la bolsa, y después alcanza 
una manifestación abierta en que sobra producción. La particularidad de 
esta crisis, es que lejos de haberse liquidado esos capitales, se supera
 la inminencia de la superproducción vía la expansión del crédito, y eso
 se viene renovando desde principios de los 80. Cada vez que se 
estrangula la expansión del crédito vuelve a ponerse de manifiesto la 
crisis de sobre-producción. El último proceso después de 2008 ya ni 
siquiera está cubierto con la emisión de crédito con deuda, sino con 
emisión de dinero. 
 Sobre la base de ese movimiento cíclico 
general, los países latinoamericanos tienen un elemento agregado, pues 
ocurre algo muy visible en la producción agraria y minera. Cuando viene 
la fase de auge en el mercado mundial, sube la demanda por las materias 
primas y la producción de esas materias primas tiene una restricción a 
la velocidad con la que puede subir, porque la producción agraria tiene 
ciclos productivos muy largos, y en consecuencia cuando se expande la 
necesidad solvente porque está en expansión la economía mundial sube la 
demanda por estas mercancías y la producción no puede responder de 
manera inmediata porque hay estacionalidad y ciclos de producción 
bastante largos. En el caso de la minería esto está ligado a qué si hay 
que incorporar nuevos yacimientos, primero hay que descubrirlos y 
ponerlos en condiciones; si hay que desarrollar una tecnología nueva 
porque el precio más alto permite hacerlo entonces eso también lleva 
tiempo. 
 En el caso de la carne vacuna hay un agregado a la 
oscilación y es que para aumentar la producción hay que empezar por 
restar una parte de lo que se estaba vendiendo porque hay que pasar 
vaquillonas que se estaban vendiendo al rodeo de cría. Eso agudiza el 
movimiento. Los precios suben más todavía en el mercado mundial porque 
no hay posibilidad de satisfacer esa demanda y entonces la renta sube 
más. 
 Cuando en la unidad mundial llega el momento de la baja, 
ocurre el movimiento inverso. En primer lugar empiezan a caer los 
precios de las mercancías agrarias y mineras, pero restringir la 
producción agraria y minera no es posible hacerlo a la velocidad de la 
producción industrial, entonces se agudiza más la caída de los precios 
de las materias primas, que son más fluctuantes que las mercancías 
elaboradas, porque cuanto más elaborada la mercancías hay una parte 
mayor de su valor que no está sujeto a fluctuaciones naturales ni a este
 tipo de circunstancias. A esto se le agrega además la accidentalidad 
natural en la producción agraria, que si coincide positivamente 
multiplica la renta y si coincide negativamente hace más aguda la 
contracción. 
 Con esa determinación lo que uno tiene son procesos
 nacionales de acumulación que necesariamente van a presentar 
fluctuaciones muy agudas. ¿Qué ocurre cuando viene una fase de suba de 
la renta? En primer lugar se va a expandir la producción interna porque 
para apropiarla el capital industrial tiene que aumentar la producción 
interna. Como se va a expandir la producción interna va a subir la 
demanda de fuerza de trabajo y en consecuencia van a subir los salarios;
 como hay una masa de renta mayor el Estado tiene que actuar más 
manifiestamente en la apropiación de la renta. Entonces son los momentos
 en que según el momento histórico y según la magnitud de esa renta cabe
 tomarla vía impuestos a la exportación o incluso a través del monopolio
 estatal del comercio. Con la expansión de la producción se expande la 
masa de pequeños capitales nacionales, momento de auge para la 
producción interna. 
 Cuando la renta no está en expansión, y más 
aún cuando está en contracción, ocurren todos los fenómenos inversos. Se
 va a achicar la escala de la producción social dentro del ámbito 
nacional, hay un fuerte estrangulamiento respecto de la posibilidad de 
importar (porque se importa contra lo que se exporta y lo que se exporta
 perdió proporcionalmente más agudamente su precio en el mercado 
mundial). Como consecuencia es un momento en el cual va a contraerse la 
producción interna, va a disminuir la demanda de fuerza de trabajo, van a
 caer los salarios, va a haber liquidación de pequeños capitales, y una 
parte de esa liquidación es un proceso de centralización del capital 
donde ramas de la producción donde antes había pequeños capitales ahora 
son absorbidas por capitales mayores. La escala de los capitales 
nacionales se hace insostenible. 
 HI: Volviendo a la pregunta 
inicial ¿Cómo se relaciona este proceso general con los ciclos 
políticos, y en particular con la oleada reciente de gobiernos 
progresitas? 
 JIC: Entonces, ¿qué forma política toma esta 
forma peculiar nacional de proceso de acumulación de capital? Cuando la 
renta inicia un movimiento de suba, que la economía nacional va a estar 
próspera, va a aumentar la demanda de fuerza de trabajo, va a aumentar 
con esa demanda los salarios. La forma del aumento de la demanda de 
fuerza de trabajo que es portadora de un aumento general de salarios es 
que las organizaciones sindicales tienen fuerza y entonces es un momento
 en el cual el proceso se va a expresar en las organizaciones sindicales
 actuando a través de acciones directas, a través de huelgas, a través 
de los convenios colectivos de trabajo, y eso es lo que se va a reflejar
 en una suba de salario, mejora en las condiciones de trabajo, 
disminución de la venta de la fuerza de trabajo por debajo del valor, 
que tiene formas de precariedad y demás, y eso lo va a expresar un 
gobierno que aparece como progresista, que aparece como afirmando la 
autonomía nacional porque el Estado tiene que estar manifiestamente 
actuando ya que ahora hay que apropiar esa masa de renta que no puede 
fluir por los canales simples como cuando la renta era menor. 
 
¿Qué pasa cuando se entra en la fase de contracción? Viene una fase en 
la cual se va a contraer la producción, aumentar el desempleo, bajar el 
salario. Las organizaciones sindicales pierden fuerza. La expresión en 
Argentina es que la CGT anunció que iba a hacer un paro nacional hace 4 
meses y lo tuvo que fijar para el 6 de abril porque cuando estaban en la
 plaza les empezaron a gritar “póngale fecha, póngale fecha”. El 
anterior Ministro de Economía ni bien asumió dijo, “acá va a haber que 
elegir entre empleo y salario”. Si el obrero tiene que aceptar la baja 
de salario o el empleo quiere decir que no tiene la fuerza para mantener
 ambos. Y como la renta está contraída, o está estrangulándose, es el 
momento en el cual para sostener la unidad en la acumulación de capital 
hace falta el endeudamiento público externo. Cuando la renta es 
próspera, entonces los Estados nacionales pagan. No es tan universal 
esto, tan general, pero es el caso de la Argentina. Y se da este 
contraste que muestra justamente que no son dos modelos contrapuestos 
sino que son dos caras de una misma moneda, dos momentos de esta unidad.
 Cuando uno mira qué pasa con la deuda pública externa en Argentina, ve 
que cuando están los gobiernos liberales o neoliberales la deuda crece y
 hay un flujo de fondos hacia la Argentina por el crecimiento de la 
deuda. Y cuando están los gobiernos progresistas, más o menos 
progresistas, desarrollistas, pero desarrollistas no del 
neo-desarrollismo como se llama ahora, sino de fines del 50 y principios
 del 60, son los que pagan la deuda. 
 Y este proceso se va 
reproduciendo bajo estas formas cíclicas lo que determina que aparezcan 
dos expresiones políticas que parecen ser contrapuestas y que en 
realidad lo que hacen es reproducir la unidad de esta forma de 
acumulación de capital. 
 La superación de esta forma de 
acumulación, y acá voy a plantear una condición absolutamente general y 
por lo tanto lejos está de cobrar forma concreta, pasa por la 
centralización, la apropiación de toda la renta para ser convertida en 
un capital que opere en una escala que le permita competir en el mercado
 mundial como un capital de propiedad del Estado. Así como esto implica 
la abolición de la propiedad privada sobre la tierra, implica la 
liquidación de los pequeños capitales y de los fragmentos de capital 
extranjero que opera en pequeña escala. Con lo cual la forma política de
 esto es una revolución social, lo que no implica la superación del modo
 de producción capitalista, sino la transformación de este proceso 
nacional de acumulación que es la negación del desarrollo de las fuerzas
 productivas en uno que sea portador de ese desarrollo. Eso solo lo 
puede expresar un partido de la clase obrera que se reconozca como un 
partido revolucionario. Para el caso de Argentina el desarrollo de la 
potencialidad nunca ha llegado a tomar estas formas concretas y eso se 
refleja en que la organización política de la clase obrera Argentina, 
especialmente aquella parte de la clase obrera que hace el trabajo más 
simple y que hace el trabajo dentro del sector industrial, tiene como 
eje principal de organización el movimiento sindical. En caso de la 
Argentina, el peronismo es su movimiento. Formalmente se tiene que 
presentar como partido, pero se reconoce siempre históricamente como un 
movimiento policlasista. Y en una época anterior a que la fuerza de 
trabajo se remunerara manifiestamente por debajo del valor, se decía, la
 columna vertebral del peronismo es el movimiento obrero. La lucha por 
la reproducción inmediata de las condiciones de venta de la fuerza de 
trabajo está puesta como el objetivo máximo que se puede alcanzar y eso 
se expresa políticamente en el progresismo. 
 ¿Qué pasa con todo 
este movimiento? Cada vez se deteriora más esta base de acumulación. Por
 eso es que empieza a sostenerse en la venta de la fuerza de trabajo por
 debajo del valor. Cada vez la brecha que hay que superar de 
productividad del trabajo respecto de la que rige la unidad mundial es 
mayor. La renta de la tierra a veces tiene procesos de fuerte expansión 
como en la década del 2000, creció a partir del año 2003, tuvo un 
paréntesis con la crisis del 2008, y se sostuvo hasta hace poco y aún no
 cayó hasta los niveles del 90. Pero esto es una forma de acumulación 
que para estar próspera necesita que la renta esté creciendo. Aunque mas
 no sea simplemente, porque si no crece la renta no se puede expandir la
 escala de acumulación y no se puede absorber la fuerza de trabajo que 
llega al mercado. Entonces se estanca y el fenómeno es que como cada vez
 le es más difícil reproducirse hay un estancamiento en la masa de valor
 que producen estas economías nacionales. En Brasil esto también está 
manifiesto, y se compensa por la vía de la venta de la fuerza de trabajo
 por debajo de su valor. 
 HI: Tomando estos elementos ¿por qué la última fase progresista dura tanto tiempo? 
 JIC: Hay una circunstancia en la acumulación mundial de capital que es 
la expansión de la producción de China, que pasa de tener una 
superpoblación latente campesina a una población obrera en activad con 
una intensidad del trabajo ferozmente alta y una jornada laboral 
prolongada (12, 14, 16 horas) que necesita multiplicar su alimentación, 
sino no puede sostenerse. Entonces eso hace que suba fuertemente la 
demanda de alimentos y materias primas en general. Uno puede decir que 
desplaza a otros obreros, lo que pasa es que desplaza a otros obreros 
que relativamente tenían en su consumo una parte más chica de alimentos.
 Además esto se sostiene sobre la base de una bruta superproducción en 
China que se está vendiendo a base del endeudamiento en Estados Unidos, 
entonces hay una expansión de la producción que se sostiene sobre la 
apariencia de haber realizado plusvalía que no está realizada. 
 
Lo que sucedió, esquemáticamente, fue que para fomentar el crecimiento 
de la economía norteamericana y el consumo el gobierno federal baja los 
impuestos para que haya más consumo, la masa de riqueza es la misma, la 
cuestión es si la gestiona o no el Estado. Como no la gestiona el Estado
 va al consumo de medios de vida, ese consumo está alimentado por las 
compras a China, que se le paga con esta porción de riqueza que quedó en
 manos de la clase obrera (por la reducción de impuestos). Los capitales
 de China o son del Estado o tiene participación el Estado o pagan 
impuestos, esos impuestos van al Estado nacional chino, y este le compra
 títulos de deuda al gobierno federal de los EEUU que tiene déficit 
porque bajó los impuestos. Pero esto no se puede hacer con todo el 
valor, un parte tiene que estar efectivamente realizado, la parte que 
repone el capital tiene que estar realizado, pero la plusvalía que no 
hace falta para la acumulación, que además se está estrangulando, parece
 que se hubiera realizado pero en realidad el comprador pagó con lo 
mismo que le prestaron para que pudiera pagar. 
 La acelerada 
expansión de la producción en China sumado a que se empiezan a utilizar 
materias primas agrarias como fuente de energía, como combustible, 
provoca la suba de los precios agrarios ferozmente. Además, en el 
movimiento general, esto viene acompañado con un proceso de devaluación 
del dólar. Los precios de las ramas primarias suben porque están 
expresados en el mercado mundial en dólares, y como cada dólar 
representa menos valor que antes necesitas más dólares, entonces 
nominalmente los precios primarios suben, al tiempo que los precios 
industriales no suben porque sube fuertemente la productividad del 
trabajo y están abaratados por el bajo precio de la fuerza de trabajo. 
Entonces los precios industriales suben muchísimos menos que las 
mercancías agrarias y mineras, y eso se extendió durante un período 
particularmente largo. Con la crisis de 2008 queda manifiesto que ya no 
hay para seguir sosteniendo la expansión, y empieza esta situación 
indefinida, de que sigue siendo alta la renta de la tierra, pero para 
sostener el proceso hace falta que crezca más. 
 Lo que se ve, en 
el caso de la Argentina es muy notable, es como el gobierno progresista 
trata de empezar a ser la expresión de la fase que viene. Empieza a 
tomar crédito porque tiene que pagar y no tiene con qué, empiezan a caer
 los salarios, o tratan de que caigan los salarios. Además la 
sobre-valuación de la moneda nacional como forma de apropiar renta, para
 un país que tiene producción industrial, tiene el doble filo de que te 
abarata por un lado pero no te permite competir. En Argentina cuando la 
resolución 125 (en 2008) que subía los impuestos a la exportación, el 
gobierno es derrotado en la lucha con los terratenientes gracias a que 
los terratenientes habían sido los beneficiarios del momento anterior 
con el mismo gobierno, y entonces como no pueden seguir apropiando renta
 vía retenciones empiezan a sobrevaluar la moneda. Con esto les entra la
 contradicción, porque con la moneda subvaluada la producción interna 
tenía la protección de la subvaluación, pero con la moneda sobrevaluada 
empiezan a entrar mercancías externas. Entonces la forma necesaria que 
toma la resolución de esa contradicción tiene un nombre y apellido que 
es Guillermo Moreno, que era el Secretario de Comercio, que lo hace es 
decir “acá no entra nada, vos no podes importar”. 
 Y toma esa 
forma política porque si uno plantea que la forma nacional de la 
acumulación es la que determina la conciencia y la voluntad de los 
sujetos políticos de ese ámbito nacional, como el que está expresando la
 fase que está naciendo y el que está expresando la fase que está 
muriendo hacen lo que hay que hacer, uno para morir y el otro para 
ascender, y como los individuos que expresan la fase de ascenso de 
cualquiera de las dos formas no pueden expresar la fase de caída, es 
necesario el recambio político dentro de la misma línea, pero el primero
 es una figura política y el último es un infeliz, es un individuo al 
que se le van las cosas de las manos. Axel Kicillof fue un poco una 
excepción, pero hay un montón de ejemplos en la historia Argentina donde
 uno dice “pero este se quiere caer”, y el kirchnerismo en la elección 
de sus candidatos pareciera que estaba eligiendo porque querían perder. 
Yo creo que consciente o inconscientemente querían perder. 
Nota:
 (1) Ver de Juan Iñigo Carrera (2007) “La formación económica de la 
sociedad Argentina. Volumen 1: Renta agraria, ganancia industrial y 
deuda externa. 1882-2004”. Buenos Aires, Imago Mundi. En http://cicpint.org/es/inigo-carrera-juan-2007-la-formacion-economica-de-la-sociedad-argentina-imago-mundi/ 
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario