Pablo Ruiz Espinoza
Adital
Arturo J. Viscarra, abogado de migración, es coordinador
legislativo del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas (SOA Watch en inglés), organización que tiene
su sede en la ciudad de Washington DC, EEUU.
Viscarra nació en El Salvador cuando recién estaba empezando
la guerra civil; en cuyo conflicto, EEUU entregó un millón de dólares al día. "Tuvimos
que irnos cuando yo era muy pequeño y después de pasar algunos años, en otros países
latinoamericanos, vinimos a EEUU cuando tenía tan sólo cuatro años y, bueno, ahora
estoy acá viviendo en el vientre de la bestia”, recuerda.
Conversamos con Viscarra del trabajo legislativo que
él encabeza con el apoyo de cientos de activistas que van hasta el mismo Congreso
de EEUU para convencer a sus representantes de la necesidad de cerrar la "Escuela
de Asesinos”
¿Cuándo parte y por qué la idea de buscar legislar para
cerrar la Escuela de las Américas?
Fue en 1993, cuando aparece por primera vez, a través
de una revista de investigación, información contundente de que la Escuela de las
Américas estaba usando manuales de tortura para entrenar a los soldados latinoamericanos.
Cuando eso se hace público, se propagó por los medios de comunicación. Entonces
algunos congresistas, incluyendo un miembro de la familia Kennedy, empezaron a ver
qué podían hacer para cerrar la Escuela de las Américas. El primer proyecto legislativo
sólo fue una enmienda en la ley, en el presupuesto, para cortarle financiamiento.
Desde entonces, casi cada termino de Congreso, los cuales duran 2 años, ha habido
ese esfuerzo. Entonces por más de 20 años se ha tratado de cortar el financiamiento
de la Escuela de las Américas/WHINSEC (Western
Hemisphere Institute for Security Cooperation).
También, cada 2 años, en la cámara baja, se ha presentado
un Proyecto de Ley que se llama "The Latin American Military Training Review Act”
(Acto para revisar/analizar el entrenamiento militar en Latinoamérica). HR2989 es
el número que le tocó este año. Entonces, desde hace 20 años, hay un esfuerzo para
quitarle los fondos, pero lo más importante para nosotros es el Proyecto de Ley
para que no sólo cese de operar la Escuela de las Américas o WHINSEC sino para que
se investigue lo que ha hecho EEUU con la Escuela de las Américas y asuma su responsabilidad
por apoyar, enseñar, y financiar la represión contra los pueblos de Latinoamérica.
Tendrían que hacer una suerte de Comisión de la verdad
como hubo en casi todos los países del sur…
En Latinoamérica hubo Comisiones de Verdad y hubo investigaciones
completamente serias a pesar de que en muchos países siguió la impunidad pero se
hizo ese mínimo esfuerzo y el reconocimiento que se tenía que hacer algo que se
tenía que sanar las grandes heridas del pasado, y que el pasado afectaba el presente.
En EEUU nunca se ha hecho esto. EEUU nunca ha asumido su responsabilidad por su
política exterior que ha hecho tanto daño y ha causado tantas muertes en todo este
mundo. Por esta falta de tomar responsabilidad por Vietnam, la invasión de Iraq,
el entrenamiento y financiamiento de escuadrones de la muerte en Latinoamérica,
etc., EEUU sigue con sus acciones imperialistas y asesinas.
Recuerdo que en el año 1999 Bill Clinton pidió disculpas
a Guatemala por el papel que jugó EEUU en el conflicto civil y todo lo que pasó
después del golpe de estado en 1954. Pero fue solamente una declaración de perdón,
sin mucha explicación de por qué estaba pidiendo perdón y es importante que sepamos
cuál es su responsabilidad en este conflicto. Tiene que haber una rendición de cuentas
de lo que hizo EEUU en la Escuela de las Américas, peor también por la CIA y sus
otras instituciones bélicas.
¿Cuál es la idea y alcance de ese Proyecto de Ley, de
la Comisión?
En realidad, se formarían dos comisiones, una hecha
por miembros de la Cámara Baja de Representantes y la otra por civiles expertos
en asuntos militares y de derechos humanos. La comisión de los Representantes de
la Cámara Baja pudiera investigar todo el entrenamiento militar dado por EEUU a
Latinoamérica, no solo en WHINSEC. La comisión de civiles es limitada a revisar
el entrenamiento de los soldados en la denominada Escuela de las Américas y la denominada
WHINSEC. Nosotros todavía llamamos a WHINSEC la Escuela de las Américas, pero legalmente,
ahora sólo se refiere a la institución pos año 2000. La idea es investigar qué pasó,
cuáles son las consecuencias de la tortura, cuáles fueron las consecuencias de la
doctrina anticomunista, antidemocrática, la doctrina de la seguridad nacional.
La versión de la Ley, eso sí, señala que se suspende
y no puede operar WHINSEC mientras se realicen las investigaciones. La idea es que
después de estas investigaciones se demostraría lo horrible que han sido las consecuencias
del entrenamiento en la Escuela de las Américas y esto podría permitir que no haya
más entrenamiento a soldados y policías latinoamericanos en esta institución de
la Guerra Fría. El peligro es que se abra otra institución parecida en el Ejército
de EEUU. Por eso, pienso que tenemos que repensarlo un poco más y reanalizar el
proyecto de ley porque hoy tenemos un Congreso muy conservador y es necesario tener
claro cuáles son las posibilidades reales que tenemos y también cómo conseguir más
apoyo de nuestros aliados. Pienso que es necesario cambiarlo para que se enfoque
más en la revisión de todo el entrenamiento; sea este en la Escuela de las Américas,
o Fuerte Bragg, o Fuerte Huachuca, o afuera de EE.UU. Por ejemplo, Colombia ahora
esta entrenando a Honduras y otros países latinoamericanos a la par de EEUU. Esto
también necesita ser investigado y hecho público.
En verdad, no queremos que se reforme la escuela, queremos
que se cierre totalmente y queremos que cesen de entrenar a soldados y policías.
Pero para lograr esta meta tan grande necesitamos un cambio cultural profundo en
el pueblo y gobierno de EEUU. Por lo menos, ahora en EEUU hay una chispa, un poquito
de gente que se está hartando del imperialismo porque, lógicamente, más de 50% de
todos sus impuestos que pagan se van al ejército o al Pentágono.
El Premio Nobel Alternativo Martín Almada dice que hay
que educar más al pueblo estadounidense y que lo ideal es que la Escuela de las
Américas se convirtiera en una Universidad para la Paz…
Estoy cien por ciento de acuerdo con el doctor Almada.
EEUU, su población, necesita tener un verdadero entendimiento de lo que ha sido
su historia. Es impresionante, que da escalofríos, la ignorancia, la falta de entendimiento
en EEUU de las consecuencias que ha tenido su política exterior. La ignorancia es
una de las causas de que se siga justificando todo y que el pueblo acepte que sigan
haciendo todo tipo de intervenciones militares o políticas en todo el mundo tratando
de mandar siempre, a todo el mundo, sin importar las consecuencias.
Ahora que en la Escuela de las Américas se haga una
Universidad para la Paz lo veo difícil en principio porque está en el Fuerte Benning,
que tiene otras instituciones militares alrededor. No digo que no vale la pena pedir
esto, vale la pena. Soy una persona que piensa mucho, muchísimo en pedir cosas que
incluso tal vez no sean realistas, pero se piden de todas maneras porque es lo justo
y porque siempre te da la posibilidad de conseguir algo, quizás un poquito menos,
pero se consigue algo.
Por otro lado, quedé con la idea, inspirada después
de mi viaje a Chile, del año pasado, en que participamos de las actividades por
el 40 aniversario del golpe de estado, en la creación en EEUU de espacios públicos
que hagan memoria de lo que ha pasado, de lo que ha sido la política de intervención
de EEUU, del imperialismo, de las consecuencias de la Escuela de las Américas. Entonces,
sería ideal que hubiera un museo permananete en memoria de todas las victimas del
imperialismo aquí en Washington DC para educar al público.
¿Hubo respuesta de Obama a la carta que se presentó
años atrás para que por orden ejecutiva se cerrara la Escuela de las Américas?
Nunca hubo una respuesta. Efectivamente, se presentó
el 2011 una carta que fue firmada por 73 congresistas aproximadamente, pidiéndole
a Obama que como presidente cerrara la Escuela de las Américas. Después de eso,
en noviembre de 2012, SOAW se reunió con el que en ese tiempo era asesor de seguridad
nacional de Obama pero el señor McDonough dijo que no iba a poyar al movimiento
que iba apoyar a WHINSEC ya que, según él, las reformas que se habían hecho las
veía positivas y que era importante mantener relaciones con los militares latinoamericanos
y EEUU. Es la misma mentira o una especie de ignorancia estudiada que escuchamos
de sus defensores de derecha y el Pentágono.
Finalmente, ¿Cómo va el juicio por la desclasificación
de los nombres de los graduados en WHINSEC?
Ese juicio lleva un tiempo ya. Está ahí trabado, en
procedimientos legales, después de que la corte federal, de primera instancia, decidió
a nuestro favor. Creo que el gobierno a propósito está demorando esto y que se llegue
al fin del proceso legal. Ellos saben que tendrán que desclasificar los nombres,
saben que probablemente perderán la apelación. Es complicada la situación, pero
es posible que pronto tengamos los nombres. Pueden ser semanas o meses, no estoy
seguro, pero yo tengo esperanza que tendremos los nombres de quienes han recibido
entrenamiento en WHINSEC en los últimos 10 años.
* Revista El Derecho de Vivir en Paz
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