Marcela Belchior
Adital
Frei Tito de Alencar fue un
fraile dominicano que enfrentó, fue perseguido y torturado por el
régimen militar que comandó el gobierno brasilero de 1964 a 1985.
Después de años de enfrentamiento y de una muerte hasta hoy
controvertida, Tito se convirtió en mártir y es actualmente una
referencia en las luchas populares políticas, religiosas y sociales, en
el país y en el exterior. Él da nombre y orientación ideológica a
variadas iniciativas de los movimientos sociales, como entidades y
colectivos, además de ser retratado en el amplio abanico del lenguaje
de las artes, como el cine, el teatro y la literatura.
¿Cómo son construidas esas
memorias de Frei Tito? ¿De qué manera representan al fraile? ¿En qué
medida ellas se articulan con el contexto actual? Para analizar éstas y
otras cuestiones se inició en 2014, cuando se cumplieron los 50 años
del Golpe Militar en Brasil, el proyecto de investigación denominado
"Martirio, profetismo y santidad en los documentos y memorias de la
lucha social de Frei Tito de Alencar Lima”. Desarrollado por
investigadores de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro
(Unirio) y financiado por el Consejo Nacional de Desarrollo Científico
y Tecnológico (CNPq), la investigación busca comprender las
intersecciones, aproximaciones y distanciamientos que atraviesan la
producción material y de la memoria en torno de la imagen del fraile
dominicano.
El coordinador del proyecto, el investigador João Marcus Figueiredo Assis, doctor en Ciencias Sociales y profesor de la Unirio, conversó con Adital
y señala cómo cada una de esas representaciones, sean entidades
políticas con el nombre del mártir, sean piezas teatrales que retratan
un fragmento de su historia, que pueden actuar en la cultura material
en torno de la memoria identitaria de la figura emblemática de Tito. La
propia Adital es un ejemplo de
esas iniciativas, cuando posiciona al fraile dominicano como símbolo de
las luchas por los derechos humanos de los pueblos de América Latina y
el Caribe.
En total, nueve investigadores se
concentran sobre las varias inserciones de la imagen de Tito,
especialmente en las ciudades de Fortaleza, Estado de Ceará (donde Tito
nació), y en San Pablo (donde vivió con los dominicanos), pero hay
referencias del fraile también en países como Francia y Holanda. Ellos
intentan comprender las formas y funciones que esas memorias desempeñan
en el discurso actual en los varios segmentos de la sociedad, en torno
del concepto antropológico "materialidad de lo sagrado”. El resultado
podrá indicar de qué manera la sociedad de hoy se relaciona con el
legado dejado por el mártir y lo inscribe en el espacio público.
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Doctor João Marcus Figueiredo coordina la investigación en torno de la memoria identitaria de Frei Tito. Foto: Paulo Emanuel/adital. |
ADITAL – ¿De qué trata el proyecto sobre Frei Tito de Alencar?
João Marcus Figueiredo -
Es un proyecto de Pos Doctorado, que dialoga y surge de una de las
entrevistas que hice con Ivo Lesbaupin [profesor de la Universidad
Federal de Río de Janeiro - UFRJ, doctor en Sociología por la
Université de Toulouse-Le-Mirail], que comenzó a relatar el trabajo de
los dominicanos, y yo me interesé por el tema, al preguntar sobre la
detención [de Frei Tito]. Allí surgió. Ya tenía contacto con la
historia de Frei Tito, pero no me había orientado hacia eso.
La idea del proyecto del pos
doctorado es en Antropología Social y el foco es la materialidad de lo
sagrado. Comencé a depararme con una producción muy grande de memoria
de Frei Tito en varios institutos, sectores, libros, el propio Frei
Betto [fraile dominicano brasilero, teólogo de la liberación], otras
producciones locales y el propio contacto con Adital. Volví a conversar con Ivo, específicamente sobre esto, para saber sobre la producción de un libro de Frei Betto, Bautismo de sangre
[de la Editora Rocco, lanzado originalmente en 1983, y ganador del
Premio Jabuti de 1985, que cuenta la historia de los frailes
dominicanos que apoyaron la lucha armada en contra del régimen militar
en Brasil. Fue adaptado para el cine en 2007].
Fui a aclararme algunas cosas
sobre el período y entonces surgió esta idea de, en principio, mapear
la materialidad de la memoria de Tito. Cómo las personas y los lugares
recuerdan a Frei Tito. Cómo los movimientos sociales se insertan en
esto, cómo los dominicanos y la familia articulan esto. Qué puntos son
observados y difundidos por esas personas. A partir de esto, comenzó a
tomar forma esta propuesta de investigación que junté con la idea de la
Antropología de la "materialidad de lo sagrado”. Tomar el aspecto
físico de Tito, desde su tumba hasta la producción literaria, y cómo
eso construye sus varias imágenes.
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Tapa del libro "Bautismo de sangre - Los dominicanos y la muerte de Caros Marighella”, de Frei Betto. Foto: Reproducción. |
ADITAL – ¿Cuándo se inició el proyecto?
JMF -
Estamos en el primer año de investigación. Conseguimos un
financiamiento del CNPQ [Consejo Nacional de Desarrollo Científico y
Tecnológico]. Conseguimos articularnos, pues las referencias están
distribuidas entre [las ciudades de] San Pablo y Fortaleza.
ADITAL
– En éstas y en otras ciudades que albergan campos de la memoria
relacionada con Frei Tito, ¿en que lugares eso puede verse? ¿Qué
personajes hacen esa construcción de la memoria?
JMF - Fortaleza es un lugar nuevo. En San Pablo, tengo mucho contacto con Frei Betto, que es el principal articulador de la memoria de Frei Tito.
Mandó libros e indicaciones. En San Pablo, básicamente, el contacto es
con los dominicanos, como el convento dominicano donde Frei Tito vivió.
Está también el Colectivo Frei Tito Vive,
articulación de una juventud dominicana que está encabezando ese
trabajo de mantener una nueva generación, porque los frailes están con
una cierta edad y las ideas pueden debilitarse. Y la juventud está
promoviendo seminarios interesantes. Todos los años, ellos hacen una celebración y una articulación en el seminario con varias personas,
como la gente de Frei Borges [Frei Manoel Borges da Silveira,
dominicano radicado en la ciudad de Uberaba, Estado de Minas Gerais],
de Lúcia Alencar [sobrina de Tito, presidente del Instituto Frei Tito].
En San Pablo son los dominicanos
los que lo proyectan hacia algunos movimientos. Como un parlamentario
[del Partido Comunista de Brasil, PCdoB], que tiene un proyecto para
modificar el nombre de la calle Fleury [Sergio Fleury, nombre del
ex-delegado y jefe del Departamento de Orden Político y Social (DOPS),
uno de los peores centros de tortura y muerte de la Dictadura Civil y
Militar de Brasil] por el nombre de Frei Tito, pero se están tropezando
con varias cuestiones burocráticas. Hay también piezas de teatro en
cartel. Está la gente del movimiento social Sin-Techo, urbano, rural...
Hubo alumnos de la Enseñanza Media que trabajaron con el libro Bautismo de sangre.
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Escena del filme "Bautismo de sangre”, adaptado del libro, en que el actor Caio Blat (2º a la izq.) interpreta a Tito de Alencar. Foto: Reproducción. |
ADITAL
– En los últimos años, en Brasil, hay un esfuerzo por la rememorización
de los acontecimientos ocultados durante la Dictadura Militar. En ese
sentido, ¿cómo es el acceso a los documentos, declaraciones y otras
memorias? ¿Qué camino hay que hacer para llegar hasta las memorias de
la Dictadura Militar?
JMF – Nosotros
hicimos investigación anterior sobre los agentes religiosos que
enfrentaban y ayudaban a sortear la represión. En ese período,
preguntamos al Padre Mario y a Ivo Lesbaupin si ellos tenían contacto
con la documentación que hablaba sobre ellos. Los dos dijeron que no
tenían interés en esto, pues la mayoría de lo que estaba escrito era
mentira. Entonces, para tener acceso a algunas cosas, necesitábamos su
autorización. Por eso no invertimos mucho en eso.
Para el trabajo de Tito, hice una búsqueda en internet por el proyecto "Memorias reveladas”
[Centro de Referencia de las Luchas Políticas en Brasil,
institucionalizado por la Casa Civil de la Presidencia de la República
e implantado en el Archivo Nacional para reunir informaciones sobre los
hechos de la historia política reciente de Brasil], un trabajo bastante
interesante, que ellos van mapeando a partir del Archivo Nacional,
donde hay documentación sobre el período dictatorial. Uno entra en el
sitio web y consigue las referencias de los lugares. Fui investigando
dónde había documentación sobre los dominicanos.
Al Archivo Nacional, todavía no
fuimos, pero en San Pablo tenemos el archivo de la ciudad y un material
sobre los dominicanos. Tenemos muchos microfilmes. No tuvimos problema
con esa documentación. La dificultad es filtrar ese material. Si había
alguna documentación que no estaba allá, creo que es porque la Comisión Nacional de la Verdad [CNV] estaba trabajando en ese período y pidió el material.
Tuvimos acceso a mucha
documentación vinculada con el movimiento estudiantil de San Pablo y
con alguna cosa dominicana. El trabajo que está haciendo la CNV ha
ayudado a poner a disposición esto; no es un material secreto. Uno
puede accesarlo a través del sitio web de la CNV o de las Comisiones Estaduales de la Verdad. En
ese sentido, no busqué en la CNV sobre Tito porque creo que está más
ubicado en San Pablo. Ellos hicieron una audiencia pública hace poco
tiempo sobre esto.
En el Archivo Nacional, en Río de
Janeiro, también hay cómo obtener referencias, pero no fuimos allá
todavía. Y existe, en el caso de Tito –pero todavía no lo conseguimos–
un archivo que fue montado mientras ellos estaban presos. Los propios
frailes del convento comenzaron a juntar todo lo fue noticia de diario
que hablaba sobre su detención y la relación de la Iglesia con la
dictadura. No hemos tenido dificultades con el material.
ADITAL – ¿Ni dificultades políticas?
JMF – No. No fui a la Arquidiócesis de San Pablo,
no tengo material, no conseguí contacto, porque llamé y no obtuve
retorno. Ahora, lo que sabemos –porque tengo contacto con la Comisión de la Verdad de Río de Janeiro–
es que hay dificultades con algunas cosas, principalmente con los
archivos eclesiásticos; los archivos públicos son más tranquilos. Los
archivos militares y eclesiásticos, esas instituciones, ellos están
teniendo dificultades para accesarlos. Yo no intenté con el archivo de
San Pablo, del diario Folha Metropolitana,
porque no logré el contacto. Pero ellos relatan eso. Ellos tienen un
grupo de trabajo sobre la Iglesia y la dictadura, y dicen que hay más
facilidad de acceso con la documentación protestante que con la
católica, por no ser de derecho común y no poder divulgarse.
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Cartel de la pieza de teatro "Frei Tito: pasión, vida y muerte”, que se estrenó en 2014. Foto: Reproducción. |
ADITAL
– Las universidades también sufrieron una fuerte interferencia en el
período dictatorial: en la gestión, en las investigaciones
desarrolladas, en el cuerpo de profesores contratados, inclusive en el
momento de redemocratización. ¿Cómo podemos discutir la apertura de la
comunidad científica sobre el tema?
JMF – Ésta es una pregunta que causa enojo. Puedo decirte a partir de mi experiencia en miuniversidad,
que es pequeña, con una historia más corta que las otras universidades
más tradicionales de Río de Janeiro. Ese contacto con profesores y
alumnos, principalmente en la Universidad Federal de Río de Janeiro
(UFRJ) y en la Universidad Rural de Río de Janeiro (UFRRJ), hay
articulación para hacer las comisiones internas de la verdad. No sé
precisarte a qué resultados ellos llegaron, pero hubo bastante
discusión e informaciones sobre persecuciones a profesores y alumnos.
Entre ellas, con la que tengo más
contacto es la UFRJ, que actualmente tiene un trabajo muy grande en ese
sentido. En las manifestaciones de 2013 [Jornadas de Junio, protestas
populares ocurridas en todo el país, que inicialmente surgieron para
protestar por el aumento en las tarifas de transporte público], por
ejemplo, la universidad se manifestó, principalmente el Centro de
Ciencias Sociales y Humanas, que fue muy combativo en el período de la
dictadura.
Nuestra universidad, la Unirio,
no montó ninguna comisión, no tuvo ningún movimiento en ese sentido. No
sé si van a comenzar a estimular un poco esto, la cuestión de la
accesibilidad de la información de ese período, principalmente sobre
informaciones documentales de las universidades, pero todavía no hay
nada en concreto.
ADITAL – ¿Eso interfiere también en los proyectos de investigación relacionados con el asunto?
JMF - No
interfiere. Tenemos bastante libertad en la proposición de proyectos.
Interfiere mucho más en la profundidad del diálogo interdepartamental;
sobrepasar el departamento para hacer una movilización mayor. Este año
sobre los 50 años del Golpe Militar de 1964, no hubo ningún evento.
Nosotros sí, como lo hacemos todos los años, una mesa redonda llamada
"Archivo, memoria y dictadura”, donde se discute una temática vinculada
con esto. (...) Pero se podría hacer mucho más y no conseguimos
articularnos.
ADITAL
– En relación con el proyecto de materialización de lo sagrado
vinculado a Frei Tito, ¿de qué manera esas memorias se articulan con el
contexto sociopolítico actual del país?
JMF - Lo
que estamos haciendo es, básicamente, un mapeo de esos espacios, de esa
posibilidad de materialización. Estamos en el momento de mirar las
cosas para ver cuál es el sentido que tienen en esta articulación. Lo
que tenemos como punto principal de investigación es cuáles son las varias formas de materialización de esa memoria,
porque no es sólo los documentos escritos –es una de esas formas, entre
otras innumerables. Intentamos buscar esa cultura material (o
materialidad de la memoria) y su función política, en un sentido más
amplio; de inscripción de esa memoria en el espacio público.
Por ejemplo: cuando la familia
[de Frei Tito] promueve un seminario o crea un instituto, como el
Instituto Frei Tito, es en realidad, un intento de inscribir la memoria
de Tito en el espacio público. Traer a la superficie las posibilidades
de discusión con los movimientos sociales, políticos. Nuestro interés
es observar eso: en un sentido político más amplio de proyección en el
espacio público, cómo es que esa materialidad tiene una función. Cuáles son esas funciones y de qué forma se articulan.
Nuestra intención es ver cómo los
grupos de personas, los movimientos sociales, principalmente, articulan
la memoria de Tito. ¿Qué es lo que ellos recuerdan? ¿Qué es lo que
ellos resaltan? ¿Qué aspectos de la vida o del proyecto político,
religioso, son resaltados por esas personas? Pensar también la idea del
heroísmo, de la santidad, del martirio, que es bastante resaltado, y
cómo eso es materializado, dónde eso aparece.
Intentamos articular eso con la
producción documental: el acervo construido por los dominicanos,
declaraciones que estamos tomando, entrevistas, acervos personales,
literatura, producción académica, producción fílmica, celebraciones y
rezos religiosos, y producciones artísticas, como piezas de teatro.
Relatos de la tortura y supuesto suicidio colaboraron para transformar a Tito en ícono político-religioso. Foto: Reproducción. |
ADITAL – ¿Podemos catalogar la investigación como un camino para comprender la construcción simbólica de la imagen de Frei Tito?
JMF -
Sí. Las varias construcciones de la imagen de Tito. El punto principal
es su muerte, que tiene algunas cuestiones. El tipo de muerte, su
vinculación con la prisión, la persecución y tortura del régimen
militar [después de perseguido, torturado y exilado por la dictadura,
Tito murió el 10 de agosto de 1974, a los 28 años de edad, en la ciudad
francesa de Éveux, encontrado suspendido por una cuerda. Inclusive con
la sospecha de que el fraile haya cometido suicidio, la causa de la
muerte se transformó en un enigma]. Esto es muy fuerte y los grupos
articulan esa temática. La memoria que parte de una donación, de un
martirio. Los grupos van tomando aspectos para identificarse con esa
memoria de Tito.
ADITAL
- ¿Por qué esa construcción relacionada con Frei Tito se destaca de
otros personajes en el contexto de persecución y resistencia a la
dictadura?
JMF
- La memoria de Tito está muy vinculada a la cuestión religiosa.
Entonces, su muerte alcanza otra connotación cuando se piensa en la
idea del martirio, de la donación por una causa. Se vincula eso con
mártires católicos, con los mártires latinoamericanos –la propia agenda
latinoamericana destaca el día de la muerte de Tito. Está no sólo la
cuestión de la militancia política relacionada con la memoria del Frei,
sino también el ideal religioso: del martirio, de la donación cristiana
por una causa popular. Tal vez ésa sea la diferencia con Tito. Y ahí se
articula con los movimientos de base, que son, muchas veces,
articulados por los agentes religiosos. Dar un sentido a esa
organización popular.
Vea el trailer del filme
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