Prensa Bolivariana
La paz en
Latinoamérica y el caribe está en peligro si invaden a Venezuela. Los
últimos pronunciamientos del vice-presidente de Estados Unidos Mike
Pence y de John Bolton el asesor de Seguridad Nacional del gobierno de
Donald Trump son muy graves y provocadores contra el gobierno legítimo y
democráticamente elegido del presidente Nicolás Maduro e indican que
están decididos a intervenir en la tierra del Libertador.
En una
reunión con emigrados y traidores venezolanos residentes en Miami en el
condado del Doral y auspiciado por el operador político el senador
gringo Marco Rubio, el Vicepresidente Pence dijo: “al dictador Maduro el
tiempo se le está acabando” y añadió: “el momento no es para el
diálogo, sino es momento de acción”. Mientras que el Asesor Bolton
afirmó en una entrevista de radio que “Ayer tuiteé, a Maduro le deseo un
retiro largo y tranquilo en una bonita playa lejos de Venezuela.
Y
cuanto antes aproveche esa oportunidad, más probable será que pueda
tener un retiro agradable y tranquilo en una playa bonita en lugar de
estar en otra zona playera como la de Guantánamo”. Así mismo y con gran
descaro el consejero de seguridad nacional también anunció “su deseo de
que entren las empresas estadounidenses en Venezuela para trabajar en el
sector petrolífero”. Verdadero objetivo de la intervención.
Mientras
el mercenario Juan Guaidó proclamado Presidente provisional, frente a
una raquítica manifestación de sus seguidores en Caracas ayer 2 de
febrero en su desenfrenada carrera desestabilizadora, llamó a las
Fuerzas Armadas abandonar al presidente constitucional Nicolás Maduro y
en línea con lo expresado por Pence y Bolton, anunció la llegada de la
“ayuda humanitaria” y la consecuente intervención extranjera y precisó
que febrero era un mes decisivo para llevar a cabo el proceso de
transición, una forma eufemística de llamarle al golpe de Estado en
marcha.
Es interesante los planteamientos guerrerista del títere
Guaidó, lo cual indica que sus posiciones se alejan de las que también,
ayer 2 de febrero, en una gigantesca concentración del pueblo
venezolanos de apoyo al Jefe de Estado y a la Revolución Bolivariana. El
presidente Nicolás Maduro, con firmeza y responsabilidad levantó la
bandera de la paz, aceptó la propuesta de los gobiernos de México y
Uruguay de facilitar el diálogo con la oposición y propuso adelantar las
elecciones legislativas, tomando en cuenta que sectores de la oposición
y políticos y gobiernos extranjeros lo habían también solicitado.
Maduro subrayó que el gobierno bolivariano nunca se ha opuesto a un
diálogo serio y constructivo con la oposición.
Esta conducta de
Maduro no puede ser interpretada de debilidad, por el contrario esa
posición es la de un estadista responsable que trata de evitar una
confrontación y los miles de muertos de su pueblo que provocaría una
intervención militar, realmente es una posición de fortaleza y
convencido que una intervención en Venezuela, el pueblo bolivariano
saldrá victorioso a un alto costo para todos, pero no derrotado. Una
invasión a Venezuela puede dar lugar a que se extienda a otras regiones
del continente, por eso Venezuela se puede convertir para el
imperialismo en un nuevo Viet Nam. Estado Unidos no debe subestimar la
fuerza de esta Revolución y a este pueblo bolivariano y chavista.
Desde
el triunfo de la Revolución Bolivariana, encabezada por el comandante
Hugo Rafael Chávez Frías, los gobiernos de Busch y Obama, utilizando
diversas formas, incluida la violencia y las sanciones económicas para
acabar con el proceso bolivariano les resultó infructuosa.
Un
país que fue saqueado por esta misma oposición que es cómplice y parte
de la conspiración para derrocar al gobierno de Maduro, gobierno que ha
llevado al país a eliminar las desigualdades, a declarar a Venezuela un
país libre de analfabetismo y dar oportunidades a los sectores excluidos
y pobres, que sus hijos puedan estudiar gratuitamente y lograr los
sueños de tener una carrera universitaria. Los serios problemas de
vivienda fue enfrentado y se han entregado 2 millones 300 mil viviendas a
las familias venezolanas; ha llevado el sistema de salud a todo el
pueblo. En fin garantizar un sistema social incluyente para todos los
venezolanos y que la política de la opositora MUD y las sanciones y
planes desestabilizadores de Estados Unidos lo han obstaculizado.
Una
Revolución con un gobierno que ha sido solidario con los países
hermanos de Latinoamérica y el Caribe, de África y con el pueblo pobre
de Estados Unidos, a los cuales les llevó la calefacción a los lugares
donde su gobierno asentado en la Casa Blanca nunca se preocupó por
ellos. Y es precisamente esa política solidaria la que quiere eliminar
Washington porque es un mal ejemplo.
Es por ese ejemplo de
Venezuela, la razón por la cual no es posible para Estados Unidos
admitir la Revolución Bolivariana, solidaria y decidida a buscar la
integración de nuestra América Latina y Caribeña, por tal razón y a
pesar de los llamados a la paz del presidente Maduro y las propuesta de
diálogo con la oposición, los pasos emprendidos por el mercenario Juan
Guaidó nos indican que la intervención militar está en marcha.
Sí
Guaidó no estuviera convencido de recibir el respaldo de Estados Unidos
y esa llamada ayuda humanitaria y militar como anunció ayer, no
estuviera actuando como lo hace hoy, sabiendo que esa ayuda tendrá que
entrar a Venezuela con la protección de fuerzas militares gringas o de
Colombia, o de la OTAN, no olvidar que Colombia puede actuar en nombre
de esa criminal organización guerrerista europea, a la cual ingresó
durante el gobierno de Juan Manuel Santos, cuyo odio visceral al
gobierno bolivariano de Venezuela, lo acompaña por su firme condición
santanderista, desde que ejercía el periodismo en el diario El Tiempo.
¿Acaso
Estados Unidos estará planeando usar el esquema europeo de intervención
militar como lo hizo en Libia, utilizando a Francia y la Gran Bretaña
como fuerza de ataque y ocupación? ¿A Colombia para intervenir en el
país vecino?. No cabe duda, de dar un paso como este, se demostraría que
la conspiración contra Venezuela y la intervención militar está
decidida.
Según la agencia de noticias AP y otras agencias
noticiosas estadounidenses, señalan que Guaidó desde hace unos meses
atrás venía reuniéndose con altos funcionarios del gobierno de Trump,
como tampoco es un secreto que altos dirigentes de los gobiernos
colombianos de Uribe, Santos y Duque, desde hace años atrás han venido
formando parte de esta conspiración y manteniendo permanente contacto
con la terrorista oposición venezolana.
Por otro lado debe
tomarse en cuenta que el gobierno de Trump ha decidido nombrar a Elliott
Abrams como enviado especial para Venezuela, un señor de la guerra, que
participó activamente en el conflicto armado contra Nicaragua, que
cometió graves delitos junto al coronel Oliver North al participar en el
escándalo del Irán- Contra, es público y verificado que usaron al
Cartel de Medellín para introducir cocaína a Estados Unidos y financiar y
armar la guerra contra Nicaragua desde Honduras y que ahora en el caso
venezolano utilizan a Colombia con igual propósito. Participó en el
fallido golpe de estado contra el presidente Chávez en abril del 2002.
Abrams es un hombre sumamente peligroso y complicado en otras acciones
contra los pueblos de Afganistán, Irak y Siria.
Debe tomarse en
cuenta, como anuncie en mi anterior artículo, que una delegación de
altos mandos del Comando Sur de Estados Unidos, se encuentra en
Colombia, revisando la situación fronteriza con Venezuela. Así como
tener presente que desde el año 2003 y durante el gobierno de Álvaro
Uribe Vélez, el Comando Sur se asentó y participó activamente en el Plan
Patriota y la Operación Consolidación dirigida por el general
colombiano Reynaldo Castellano, contra la guerrilla de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), por cierto donde murieron
decenas y decenas de campesinos pobres, ancianos, mujeres y niños,
víctimas de los bombardeos a que eran sometido en los Llanos del Yary y
en los campos del Caquetá y el Meta, de esas criminales incursiones
sobre las cuales nunca se han pronunciados los medios de prensa
colombianos.
Los pueblos latinoamericanos y caribeños deben tomar
en cuenta que esta agresión a Venezuela, es también contra ellos y
denunciar a los gobiernos de Estados Unidos y a los países que forman el
llamado e ilegitimo Grupo de Lima, cuya participación en una reunión de
la OEA convocada por el empleado del gobierno de Estado Unidos, Luis
Almagro para mañana 4 de febrero, procurará el respaldo a esa
intervención militar, coincide está reunión con la fecha que el
comandante Hugo Rafael Chávez Frías produjo hace 27años el alzamiento
militar contra esa misma oligarquía oposicionista que pide hoy la
intervención militar de Estados Unidos en su país.
Por cierto
esos representantes de los pueblos Latinoamericanos y Caribeños deben
tener presente, que los que se pronuncien a favor de esa planeada y
decidida intervención que Estados Unidos ha organizado y dirigido,
mañana pueden ser víctimas de esa misma política imperial y medir las
consecuencias que tendrán que enfrentar frente a sus pueblos. Con la
sólida unidad cívico-militar, su Comandante en Jefe el presidente
Nicolás Maduro y esas gloriosas fuerzas armadas bolivarianas y las
milicias chavistas, Venezuela y su pueblo vencerán.
Tony López R. Periodista, politólogo y analista internacional.

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