El oxímoron del sistema internacional
El oxímoron es una 
figura literaria de origen griego (οξυμωρον), compuesta de oxys (agudo, 
fino) y moros (desafilado, estúpido). El mismo describe una 
contradicción u oposición de términos binarios, ayuda a simplificar una 
situación compleja y evidencia lo opuesto. Lejos de excluirse, los 
términos se complementan para resaltar el mensaje señalado.
 Quizá en Venezuela se esté configurando un peligroso e inédito oxímoron
 político al estilo de “broma macabra” usado por el escritor español 
Ramón del Valle Inclán en su memorable obra Luces de Bohemia. Es 
por ello que quisiéramos describir y descubrir el oxímoron del sistema 
internacional que se evidencia en el caso de la República Bolivariana de
 Venezuela donde lejos de servir en los principios fundamentales, 
resumidos en el Artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas (1), ha 
servido para beneficiar las intenciones unilaterales de EEUU quien 
aplica la coerción a través de sanciones y bloqueo a un Estado soberano 
una vez más. 
El actual sistema internacional es producto del 
orden mundial postguerra y está dispuesto para mantener el equilibrio 
estratégico y la cooperación para la solución pacífica de conflictos, a 
su vez tratar los temas de violaciones de derechos humanos reflejados en
 los Estatuto de Roma (Parte II de la admisibilidad y la competencia de 
la Corte).
Sin embargo, una vez más, el unilateralismo de los 
EEUU y sus aliados, hace mella en las bases del sistema internacional 
moderno, como ya lo hizo innumerables ocasiones con “las revoluciones de
 colores” en los países de Europa oriental, Irak, Afganistán, Libia, 
Ucrania, Siria, para decir solo algunos ejemplos de las últimas décadas.
 
Según nuestro análisis, el caso venezolano es sui géneris,
 pues comparando con el caso de Ucrania, donde se logró hacer un golpe 
de Estado a través de complejas operaciones de injerencia a través del 
financiamiento de la USAID al movimiento de Euromaidán y otras ONG’s 
locales de “apoyo a la democracia”, el plano nacional era el principal 
espacio donde se jugaban las fichas.
En Venezuela el escenario 
principal de conflicto no es el territorio nacional, pues la oposición 
no ha logrado generar una situación de huelga general que paralice el 
desenvolvimiento normal de la nación para forzar un cambio promovido por
 la correlación de fuerzas internas del Estado.
En esta nueva 
modalidad, para hacer golpes de Estado no hay que seguir la fórmula 
clásica de reunir los elementos constitutivos de un Estado-nación, es 
decir, control de territorio + población + reconocimiento internacional,
 con tener apoyo de una parte de la población, reconocimiento 
internacional y una campaña comunicacional efectiva (si incluye 
estrellas de la farándula, mejor), ya es suficiente. 
Así pues, 
la tarima principal del conflicto venezolano se manifiesta en el plano 
real (económico) y el plano mediático (opinión pública y parcialización 
de la comunidad internacional), pues se evidencia cómo el instrumento 
del reconocimiento internacional, las ayudas humanitarias, el 
ordenamiento jurídico de los Derechos Humanos se convierten, junto a las
 sanciones unilaterales, en arma de golpes de Estado y herramienta de 
presión en el sistema internacional. 
Violación del derecho internacional
La
 “no hay alternativa” planteada por Guaidó y los líderes de Colombia, 
Perú, Brasil, Francia, entre otros países alineados a EEUU, haciendo ver
 que el cambio de poder es inminente, es algo que viola un principio 
fundamental del derecho: Nulla poena sine lege (No hay pena sin ley).
El
 marco jurídico de la acción de la oposición carece de bases 
constitucionales, ya que intentan aplicar la “usurpación de poder” 
citando el artículo 233 de la Constitución, el cual no aplica en ninguno
 de sus numerales, y por otro lado el derecho internacional también sale
 perjudicado puesto que intentan adaptar el principio de la “crisis 
humanitaria” en una situación que no se encuadra en esa categoría (2).
De
 esta forma existe un peligroso consenso entre un grupo de países de 
forzar el ingreso de toneladas de productos sin el control del Estado 
venezolano ni ningún otro organismo competente (Cruz Roja u Oficina de 
la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios-OCHA), lo que viola 
los cuatro principios fundamentales de la ayuda humanitaria: 
- Humanidad: el Caso venezolano, así como lo fue el caso de Libia, quedará para la historia del Derecho internacional como el claro ejemplo de como la ayuda humanitaria se usa para operaciones injerencistas cuyo objetivo sea el cambio de régimen, el cual beneficia los intereses geopolíticos de una potencia dada.
- Neutralidad: Los productos que supuestamente entrarán al territorio venezolano el 23 de febrero, no estarán bajo control de ninguna institución legítima, sino por un voluntariado reclutado por una de las partes del conflicto, es decir, la gran masa de productos entrarán para beneficiar a la oposición venezolana quien intenta usurpar las funciones del gobierno nacional.
- Imparcialidad: No se está procurando la debida fiscalización y ordenamiento de los productos lo que complica la efectiva llegada de dicha “ayuda” a las personas necesitadas. Priorizando así los fines políticos (ingreso de recursos bajo el control del gobierno paralelo).
- Independencia operativa: Según este principio, la acción humanitaria debe ser autónoma de los objetivos políticos, económicos, militares. Conociendo la situación irregular por la que entraría dicha “ayuda” podría pensarse que es más una carnada para que el Estado venezolano, haciendo valer su derecho a la soberanía y control del territorio, bloquee el paso de los convoys y se fuerce a una situación violenta donde pueda declararse un casus bellis lo que inauguraría el escenario militar, esta situación se complica con los dos conciertos convocados en la frontera, lo que garantizará la presencia de una masa de personas que pueden salir perjudicadas.
¿A quiénes les interesa intervenir?
De
 esta manera, se prepara un acto donde la ayuda humanitaria y el 
reconocimiento internacional, figuras que aparecen en el derecho 
internacional público para garantizar las conexiones entre estados y el 
bienestar de la población, se convierten en mecanismos de una nueva 
“intervención blanda” dirigida con el fin de aislar a un Estado.
El
 gabinete de guerra de Trump (Mike Pompeo, John Bolton, Michael Pence y 
Elliott Abrams como enviado especial para Venezuela), en enlace con 
Colombia como líder de los países de la región, parece que estuvieran 
buscando iniciar un conflicto bélico propio, pues a la fecha solo han 
hecho seguimiento y control de daños a guerras ya iniciadas 
anteriormente. La guerra es una solución muy buena para difuminar temas 
como la mega deuda del país norteamericano y la posibilidad del impiechment
 al presidente y en el caso colombiano, el Estado podría proseguir con 
el asesinato silencioso de los líderes sociales en una situación de 
conflicto regional. 
Hay que notar que el reconocimiento de los 
países que apoyan a Guaidó fue automático, luego de que el Departamento 
de Estado declarara lo propio el 23 de enero de 2019, lo que muestra el 
unilateralismo de esta operación y falta de autonomía en las decisiones 
de los países que reconocieron al equipo político que pretende usurpar 
el poder.
 Ante este escenario complejo, la
 pregunta no queda en quién se queda, el presidente Maduro o Guaidó, 
sino en que si se permite instaurar una práctica de esta naturaleza en 
el sistema internacional, no habrá límites en la injerencia de los 
asuntos internos en ninguna parte del mundo, basta que una persona 
carismática reúna una masa y tenga apoyo internacional para poder 
revertir el orden constitucional de un país. Esta premisa la conoce 
Rusia y China quienes han tenido una posición apegada al ordenamiento 
jurídico internacional con respecto al derecho de autodeterminación de 
los pueblos y descartar cualquier opción militar para la solución del 
conflicto.
El campo geopolítico del conflicto
Lo 
que vemos en Latinoamérica igualmente es el conflicto entre las 
potencias por mantener o expandir zonas de influencia, tanto la OTAN al 
este de Europa como Rusia y China en Latinoamérica. 
EEUU deja 
claro en su actual Estrategia de Seguridad Nacional, la amenaza que 
representa la presencia de fuerzas extracontinentales en la región como 
la de Rusia y China (3), podemos especular incluso, que es una de las 
razones del por qué el ciclo de gobiernos progresistas se transformó en 
el ciclo de gobiernos alineados con la Doctrina Monroe en tan corto 
tiempo.
La retórica belicista y “oximorónica” de los halcones ha 
llegado a todos los niveles de la institucionalidad estadounidense, no 
sólo el presidente Trump y el Secretario de estado Mike Pence, que 
reiteradas veces han manifestado que “todas las opciones están en la 
mesa”, sino también el presidente del comité de Servicios armados del 
Senado estadounidense, el republicano James Inhofe, quien mencionó la 
opción de intervenir armadamente en Venezuela si Rusia establece una 
base militar en Latinoamérica algo que tuvo mucha resonancia en el 
ámbito mediático (4). 
¿Cómo entra Rusia en este tablero?
A
 pesar de que, según el especialista en geopolítica, Pedro Baños (5), 
cree que el verdadero competidor económico en la región es China, Rusia 
ha jugado de manera inteligente al asentar sus bases de relaciones de 
complementariedad no sólo con Venezuela sino con Ecuador, México, 
Argentina, Brasil y en especial, Cuba, donde próximamente el gigante 
euroasiático, además de profundizar sus relaciones comerciales y 
energéticas, instalará una estación de mediciones para el sistema de 
navegación Glonass competencia del GPS estadounidense (6). 
Rusia, de esta manera, se encuentra posicionada en el espacio vital (lebensraum)
 de los EEUU, el Caribe a través de Cuba y Venezuela, eso es lo que le 
molesta más a la potencia americana, que ese triángulo se consolide aún 
más desde el punto de vista comunicacional, tecnológico, militar y 
económico, y Rusia se instale en la región incluso con mayor intensidad 
que en las épocas de la URSS.
Aquí el sistema internacional tiene
 solo dos opciones siguiendo la metáfora del oxímoron, o bien se 
convierte Venezuela en un nuevo escenario de conflicto bélico y seremos 
testigos y víctimas de una nueva arremetida imperialista ante los ojos 
estupefactos del derecho internacional, o el multilateralismo activa sus
 mecanismos de control (como ya lo ha hecho en parte con la convocatoria
 del Mecanismo de Montevideo) y luego de superadas las tensiones, el 
sistema internacional se sumergirá en una profunda etapa de revisión y 
renovación para evitar que los vacíos legales sirvan para beneficios de 
acciones unilaterales para dañar la integridad de un miembro de la 
comunidad internacional. 
Notas:
- Artículo 1: Los Propósitos de las Naciones Unidas son: 1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz; 2. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal; 3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y 4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes. http://www.oas.org/36ag/espanol/doc_referencia/carta_nu.pdf
- El documento, publicado el pasado 30 de agosto por La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), fue elaborado por el experto independiente enviado por la ONU, Alfred-Maurice de Zayas e indica que la situación de los venezolanos se debe a una crisis económica y al bloqueo de los EEUU. https://www.telesurtv.net/news/ONU-informe-venezuela-guerra-economica-crisis-bloqueo-eeuu-maduro-20180910-0008.html
- La pugna de Rusia vs EEUU y cómo se relaciona con el caso venezolano Felix Caballero Escalante https://www.alainet.org/es/articulo/190497
- ¿Se instalará una base militar rusa en Venezuela? - El Nacional http://www.el-nacional.com/noticias/politica/instalara-una-base-militar-rusa-venezuela_263964
- Pedro Baños: "La aparente locura de Trump es una estrategia perfectamente planificada" https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-46847197
- El segundo que instalan en Latinoamérica, el primero fue en Brasilia en 2013.
 

 
 
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