|  Por Néstor Rosa-Marbrell 
 San
 Juan, 25 dic (PL) En una acción que revoca su histórica postura desde 
hace 63 años, el gobierno de Estados Unidos ha reconocido que el Estado 
Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico no goza de soberanía.
 Sin emplear el término, el procurador general estadounidense, Donald 
Verrilli, admitió que Puerto Rico mantiene su condición de colonia a 
pesar de la representación que Washington hizo en 1953 ante la 
Organización de las Naciones Unidas (ONU).
 
 La intervención de 
Verrilli como "amigo de la corte" en el caso judicial Pueblo de Puerto 
Rico vs. Sánchez Valle recurrido al Tribunal Supremo de Estados Unidos 
bajo el alegato de "doble exposición", al ser acusado en el tribunal 
federal en San Juan y ante el foro puertorriqueño, ha desatado de 
inmediato un maremágnum político.
 
 El gobernante puertorriqueño, 
Alejandro García Padilla, estableció que el ELA goza de una relación sin
 paralelo en el andamiaje constitucional estadounidense.
 
 García 
Padilla reafirmó la postura tradicional del oficialista Partido Popular 
Democrático (PPD), que preside, que asumió como propio el Estado Libre 
Asociado (ELA) establecido el 25 de julio de 1952, mismo día que 54 años
 antes Estados Unidos invadió por el sur a Puerto Rico en 1898.
 
 El Departamento de Justicia de Estados Unidos acaba de contradecir este 
aspecto al sostener que la constitución del ELA hace poco más de seis 
décadas no transformó la relación territorial que Puerto Rico mantiene 
con Washington, al solicitar intervenir en el caso de doble exposición 
judicial, que se ventilará en el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
 
 Para el mandatario puertorriqueño esta isla del Caribe, como ELA, "goza
 de una relación sin paralelo en el andamiaje constitucional 
estadounidense".
 
 Anticipó que su administración "continuará 
insistiendo en su posición", a través del Ministerio de Justicia de 
Puerto Rico, por lo que el Tribunal Supremo de Estados Unidos tendrá que
 "enfrentar definitivamente este asunto".
 
 "La pregunta planteada
 ante el máximo foro federal es si Puerto Rico posee un grado de 
soberanía propia que le permite acusar criminalmente a personas que han 
sido convictas por el mismo delito en un tribunal federal", dijo el 
gobernador.
 
 La diputada Jenniffer González, vicepresidenta del 
anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), apostilló que la postura 
del Departamento de Justicia de Estados Unidos lo que ha hecho es 
reafirmar los planteamientos de ese sector sobre la condición 
"territorial" de Puerto Rico.
 
 La legisladora, quien aspira a 
ocupar en la boleta del PNP la candidatura a delegada de Puerto Rico 
ante el Congreso en Washington para las elecciones de noviembre de 2016,
 subrayó que "el gobierno federal nos dice lo que es evidente, el ELA es
 una colonia y no garantiza la ciudadanía americana de forma 
permanente".
 
 Atribuyó a esta situación que Puerto Rico reciba un
 trato injusto y discriminatorio con relación a los programas de 
asistencia federal y no permite ejercer el derecho al voto en la nación a
 la cual la Isla está subordinada.
 
 Washington impuso en 1917, 
mediante la Ley Jones, la ciudadanía estadounidense a los 
puertorriqueños para reclutarlos como soldados durante la Segunda Guerra
 Mundial, por lo que no está vinculada al establecimiento del ELA 35 
años después.
 
 "Es hora de que todos los que atesoramos nuestra 
relación permanente con Estados Unidos y la ciudadanía americana nos 
demos cuenta que solo la estadidad (anexión) garantiza la ciudadanía 
americana y el vínculo indisoluble, siendo el verdadero plan para que 
Puerto Rico salga de su crisis económica", manifestó González.
 
 En 1953, Estados Unidos alegó ante la Organización de las Naciones 
Unidas que Puerto Rico había alcanzado soberanía propia, por lo que no 
tenía que rendir más informes sobre su condición colonial.
 
 "Curiosamente, el propio Procurador General señala en su escrito que ha 
decidido adoptar una posición reñida con las posturas previas de su 
oficina en cuanto a la soberanía del Estado Libre Asociado. Esa posición
 del Procurador General es también contraria a toda la jurisprudencia 
vigente del Tribunal Supremo federal", observó García Padilla.
 
 El gobernador insistió en que "Puerto Rico no es un mero territorio, 
sino que goza de una relación sin paralelo en el andamiaje 
constitucional estadounidense".
 
 Una decisión del Tribunal 
Supremo de Estados Unidos mantiene que "Puerto Rico pertenece a pero no 
es parte de Estados Unidos", lo que ha llevado en el pasado a sugerir 
que, incluso, se le puede vender a otra nación.
 
 El sector 
independentista ha sostenido históricamente que desde la invasión en 
1898 Puerto Rico ha permanecido bajo la subordinación de Washington, por
 lo que no ha alcanzado ningún grado de soberanía, a pesar de tener un 
limitado poder para su administración interna.
 
 En los últimos 
años, ha denunciado la izquierda boricua, Estados Unidos ha 
intensificado su presencia en el país y ha asumido jurisdicción en áreas
 que había quedado bajo el exclusivo dominio de las autoridades 
puertorriqueñas.
 
 En la actualidad, el Buró Federal de 
Investigaciones (FBI) tiene una mayor actividad policial que en décadas 
pasadas y el Tribunal de Distrito de Estados Unidos interviene cada vez 
más en asuntos que antes quedaban reservados a los tribunales 
puertorriqueños, lo que denota una pérdida de poder con relación a los 
conferidos hace 63 años.
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