Por: Silvio Rodríguez

Acabo
de hablar con un compañero de la televisión, que me pedía uno de los
temas del concierto, para usarlo hoy en algo de la Cumbre de Panamá.
Explicándole que aún no había podido escuchar el sonido que salió en la
transmisión y que antes de dar luz verde debía revisarlo, me acordé del
agudo comentario del segund@citero Romeo el que no escribe,
y pensé que valdría la pena empezar esta nota explicando que autorizar
a que un concierto salga en directo al aire, al menos a mi me genera un
conflicto interno. Y no es por falta de facilidades de la televisión,
con la que tenemos muy buenas relaciones. Ha habido casos en que yo
mismo he certificado el sonido que la mesa nuestra le entrega al camión
de la TV, pero cuando después lo han trasmitido la música se ha
escuchado chillona, horrorosa.

Pero, yendo a sustancia: Yo participé en la Cumbre de Mar del Plata,
con Chávez y Kirchner frente a Busch, la que acabó con el intento de
imponernos el ALCA y lanzó el ALBA. Hace apenas unos días no sabía que
iba a participar en la de Panamá, y hoy, ya en casa, puedo contar el
vértigo en pasado.
No esperaba la invitación, pero dije que sí enseguida, como
siempre he respondido a este tipo de llamados. La verdad es que he
defendido mucho que se acabe el bloqueo. Si he sido soldado de algo, ha
sido de eso. Primero por lo injusto, por lo cruel, por el enorme daño
que ha hecho al pueblo de Cuba y al desarrollo del país. Y es que ha
sido un bloqueo llevado a niveles exquisitos, una tortura de tuercas
que no han parado de apretar, lo que nos ha alimentando el básico
instinto de la supervivencia.
“Soy enemigo de mi, y soy amigo de lo que he soñado que soy”. Fue algo que canté hace mucho, y aún suscribo.


Aquí les van algunas pobres fotos que alcancé a hacer en las 36 horas que pasamos en Panamá.
Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
“Me
gustaría que pudieran ver lo que yo veo desde esta habitación. La costa
baja y arenosa del Pacífico reflejando rascacielos fantasmas…” Foto:
Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
“…Y
digo fantasmas porque no se ve ni una sola persona mirando desde los
miles de balcones, ni una persiana abierta como alivio al fuego de la
tarde, ni siquiera una humilde matica colgando, haciendo fotosíntesis
de la luz tropical.” Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Entrada al parqueo de la Facultad de Administración Pública, donde fue el concierto. Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Prueba de sonido a mi derecha. Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Prueba de sonido a mi izquierda. Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Balcones con maticas. Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
Foto: Silvio Rodríguez/ Segunda Cita
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