18 de enero de 2013, 00:12 Washington,
18 ene (PL) El Partido Republicano de Estados Unidos culmina hoy un
encuentro de tres días que pretende limar asperezas internas y preparar
condiciones para la inminente batalla en torno al límite de la deuda
pública del país.
Los miembros de esa agrupación política en la
Cámara de Representantes están reunidos desde el pasado miércoles en un
retiro de reflexión en el exclusivo centro turístico Kingsmill Resort,
en la ciudad de Williamsburg, estado de Virginia.
En el evento, sus principales figuras tratan de buscar fórmulas para
resarcir el desgaste provocado a finales de 2012 por las negociaciones
en torno al abismo fiscal.
La víspera, los legisladores del
partido del elefante intercambiaron a puertas cerradas con sus dos
principales líderes, el presidente de la Cámara de Representantes, John
Boehner, y el líder de la mayoría republicana en dicho cuerpo
legislativo, Eric Cantor.
Uno de los temas más álgidos que se
discuten en la reunión anual republicana es el del límite de la deuda
pública, establecido por ley en los 16,4 billones de dólares, cifra que
ya alcanzó el gasto gubernamental en diciembre pasado.
Al
respecto, el excandidato republicano a la vicepresidencia y congresista
por el estado de Wisconsin, Paul Ryan, dijo este jueves en Williamsburg
que los legisladores de su partido discuten allí un posible incremento
a corto plazo del techo del débito norteamericano.
El objetivo
es ganar tiempo para tener mayores posibilidades de involucrar al
Senado y a la Casa Blanca en discusiones más profundas sobre el tema en
las próximas semanas.
El secretario del Tesoro, Timothy
Geithner, advirtió recientemente al Congreso que no habrá manera de
evitar una carencia total de fondos por primera vez a mediados de
febrero y principios de marzo, si no se aumenta la posibilidad del
Ejecutivo de recibir nuevos préstamos.
Para esa fecha,
comenzarán a ponerse en vigor reducciones de gastos ascendentes a 85
mil millones de dólares de programas civiles y militares, y un mes
después el Gobierno se quedará sin fondos.
El agotamiento de
los recursos financieros gubernamentales y la imposibilidad de obtener
nuevos créditos, podría precipitar una crisis financiera que llevaría
el país a la recesión.
Las consecuencias potenciales serían más
graves que la secuela de incrementos de impuestos y reducciones
presupuestarias previstas para el llamado "abismo fiscal", señaló este
jueves el diario The New York Times. |
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