Diario Por esto! (Mérida)
“A pesar de los 
intentos del ocupante de la Casa Blanca de  marginarnos y silenciarnos, 
sepan que somos más de cuatro personas.  Seguimos el mandato de defender
 y representar a aquellos  ignorados, excluidos y abandonados. Nuestro 
escuadrón es grande.  Nuestro escuadrón incluye a cualquier persona que 
se comprometa a  construir un mundo más equitativo y justo. Ese es el 
trabajo al que  queremos volver. Dado el tamaño de este escuadrón y de 
esta gran  nación, nadie nos podrá silenciar”.   Así han respondido las 
cuatro congresistas estadounidenses:  Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan 
Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib,  a la campaña de epítetos 
racistas lanzada contra ellas por el  presidente Donald Trump que ha 
acompañado las ofensas con órdenes a agentes armados de que aterroricen a
 los inmigrantes en la  frontera y en las comunidades de todo el país. 
 La
 presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi,  parafraseando
 el slogan de campaña de Trump promoviendo su reelección,  lo acusó de 
intentar “hacer que Estados Unidos sea nuevamente blanco  (en vez de 
poderoso)”.   Trump había tuiteado con ironía: “¡Qué interesante ver a 
las  congresistas demócratas “progresistas”, que provienen de países 
cuyos  gobiernos son una completa y total catástrofe diciéndonos, con 
gritos  y de forma agresiva, cómo debemos ejercer nuestro gobierno en 
Estados  Unidos!
La
 presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi,  parafraseando
 el slogan de campaña de Trump promoviendo su reelección,  lo acusó de 
intentar “hacer que Estados Unidos sea nuevamente blanco  (en vez de 
poderoso)”.   Trump había tuiteado con ironía: “¡Qué interesante ver a 
las  congresistas demócratas “progresistas”, que provienen de países 
cuyos  gobiernos son una completa y total catástrofe diciéndonos, con 
gritos  y de forma agresiva, cómo debemos ejercer nuestro gobierno en 
Estados  Unidos!
¿Por qué no regresan a esos 
lugares completamente venidos a  menos y plagados de crimen de donde 
provienen para ayudar a arreglar  la situación?, les pregunta Trump por 
la misma vía.   “¿Volver al lugar de donde vinieron? Sépase que tres de 
las  congresistas atacadas por el Presidente nacieron en Estados Unidos.
  Alexadria Ocasio-Cortez, es oriunda del Bronx, en Nueva York. Es la  
mujer más joven que haya sido electa para el Congreso; Ayanna  Pressley,
 nacida en Cincinnati, es la primera congresista nacida en  África 
(afroestadounidense) en representar el estado de Massachusetts.  Rashida
 Tlaib, de Detroit, es palestino-estadounidense; con Ilhan  Omar, son 
las dos primeras mujeres musulmanas en ocupar escaños del  Congreso”.   
Omar es ciudadana estadounidense desde hace más tiempo que  Melania, la 
tercera esposa de Trump y actual primera dama, nativa de  Eslovenia. 
Los
 tuits racistas de Trump han venido a unir al fracturado  Partido 
Demócrata y activaron rápidamente una demostración de apoyo a  las 
cuatro flamantes congresistas, colectivamente llamadas ahora “el  
escuadrón”. Si bien fue la primera reprimenda formal de la Cámara de  
Representantes hacia un presidente en ejercicio en más de un siglo,  hay
 que tener en cuenta que Pelosi bloqueó una moción más seria que  
procuraba censurar a Trump.   Trump redobló sus ataques verbales contra 
las 4 congresistas al  acusarlas de socialistas y comunistas, ataques 
típicos de la era del  macartismo. 
Ello no
 debería sorprender a nadie, ya que el primer  preceptor de Trump fue 
Roy Cohn, quien se desempeñó como abogado  principal del senador Joseph 
McCarthy en la década de 1950, época en  la que destruyó miles de vidas 
con su política de persecución  anticomunista.   Probablemente el uso de
 una retórica racista para encender a su  base electoral blanca sea una 
de las estrategias de campaña de Trump.  En su libro “Historia negra de 
la Casa Blanca”, el profesor de la  American University Clarence Lusane 
escribió que “Para muchos  afroestadounidenses, el ‘blanco’ de la Casa 
Blanca ha implicado mucho  más que el color de la mansión; ha 
simbolizado la tonalidad y la  fuente de la crueldad deshumanizadora, la
 dominación y la exclusión  que han definido la larga narrativa de las 
relaciones de los blancos  con las personas de color en Estados Unidos”.
 
La semana pasada, las cuatro congresistas
 que tan claramente  desafiaron a Trump dieron una conferencia de 
prensa, en la que  denunciaron el racismo que experimentan ellas y la 
gente de color en  general, señalaron las políticas del presidente sobre
 la detención de  inmigrantes, la separación familiar y las amenazantes 
redadas del  Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.   Un 
enjundioso artículo suscrito por los periodistas y activistas  sociales 
Amy Goodman y Denis Moynihan fue publicado en el sitio  Democracy Now! 
el 19 de julio con el título de “El presidente Trump  redefine el 
concepto de Casa Blanca”, aporta importantes elementos de  análisis 
sobre el crucial trasfondo de conflicto racial que está  haciendo 
resurgir con su “alegre” twitter y su banda de chacales.
 

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