El Tribunal Supremo 
Electoral (TSE) de Guatemala, convocó recientemente a alecciones 
generales para el día 16 de junio del 2019. Para dicha contienda 
electoral, están habilitados 26 partidos políticos para elegir President@-Vicepresindet@, 160 diputad@s, 340 alcaldes/as, y 20 diputad@s al Parlamento Centroamericano.
La
 izquierda participará con cuatro partidos. Tres partidos tradicionales 
(URNG, WINAQ y CONVERGENCIA), y el Movimiento para la Liberación de los 
Pueblos (MLP) creado recientemente por comunidades indígenas y 
campesinas en resistencia frente al despojo neoliberal.
Apatía política, luego de la derrota anticorrupción
En
 2015, cuando el gobierno norteamericano ensayaba su “teatro 
anticorrupción” en Guatemala, para fulminar/anular a los gobiernos 
progresistas de Latinoamérica, la guatemalticidad indignada creyó en la 
benignidad de dicho teatro. Y, aceptó ir a las urnas para elegir un 
Presidente, como el antídoto de la corrupción. Pero, el cómico, Jimmy 
Morales, resultó ser más corrupto y déspota que su antecesor 
encarcelado, Otto Pérez Molina.
Muy a pesar de las “elecciones 
democráticas” las condiciones de vida de población continuaron 
empeorando. La pobreza alcanza ya casi al 63% de la población nacional. 
La violenta desintegración social del país crece. Estado y autoridad son
 cada vez más ausentes en nichos sociales y territoriales amplios.
Quien
 sí ganó con el teatro anticorrupción fue su mentor: el gobierno 
norteamericano. EEUU. logró instalar el dispositivo anticorrupción en el
 imaginario social de sectores América Latina, y consiguió evitar la 
reelección de Lula en Brasil, encarcelar parte del gobierno progresista 
de Ecuador, criminalizar a Cristina en Argentina…. Ahora, al adalid de 
la guerra anticorrupción no le interesa más dicha trifulca.
¿Qué rol tuvo la izquierda política tradicional en este contexto?
Los
 partidos políticos tradicionales de izquierda, según la opinión general
 de la población, fueron y son más de lo mismo que el resto de los 
partidos políticos de derecha. La izquierda tradicional jamás se opuso 
al proceso violento de la implementación del sistema neoliberal. Para 
esta izquierda el neoliberalismo nunca fue un problema.
Los 
diputados de la izquierda tradicional estuvieron presentes en el 
Congreso de la República, pero, con sus votos y/o ausencias, junto a la 
derecha, afianzaron el avance del sistema neoliberal. Apoyaron 
abiertamente las políticas antipopulares de los gobiernos corruptos 
recientes.
Se alejaron, o nunca estuvieron al lado de los 
movimientos sociales antineoliberales. Más por el contrario, callaron 
ante la persecución, criminalización y asesinatos selectivos de 
defensores y defensoras de derechos en las comunidades en resistencia. 
Pero, sí expresaron pública condolencia ante la muerte del ex Presidente
 Álvaro Arzú, el privatizador de Guatemala.
Indígenas y campesinos debutarán con su propia organización política
A
 finales del 2018, por primera vez en la historia de casi dos siglos de 
República, indígenas y campesinos en resistencia, sin financiamiento 
externo, ni la presencia de la clásica izquierda revolucionaria, crearon
 su propia organización política denominada Movimiento para la 
Liberación de los Pueblos (MLP)
Esta organización política, que 
sus progenitores la denominan instrumento político, despierta inquietud e
 interés en indignados del campo y ciudad, tanto por su método y sus 
actores, como por sus planteamientos políticos.
MLP plantea: la 
nacionalización de los bienes y servicios privatizados por el sistema 
neoliberal. Impulsa un proceso de Asamblea Constituyente Popular y 
Plurinacional. Propone la creación de un Estado Plurinacional con 
autonomías territoriales para superar el Estado nación racista.
¿Es probable la unidad electoral de las izquierdas en Guatemala?
La
 izquierda clásica, sea por presión internacional o por estrategia 
electoral interna, participó en coalición en varios procesos 
electorales, pero sin mayores resultados positivos.
Ahora, la 
unidad electoral con el nuevo instrumento político de los pueblos y 
comunidades indígenas y campesinas MLP será bastante difícil por las 
diferencias ideológicas y programáticas.
MLP plantea la revisión 
de los contratos de privatización y la nacionalización de los servicios y
 bienes privatizados en el país. Los partidos de la izquierda 
tradicional no.
MLP plantea e impulsa el proceso de Asamblea 
Constituyente Popular y Plurinacional con autonomías territoriales para 
posibilitar la emancipación de los pueblos. Los partidos de la izquierda
 tradicional apenas plantean reformas legales de segundo orden. Mas no 
un proceso constituyente.
MLP plantea la necesidad de la creación
 de un Estado Plurinacional para liberar al país del fallido Estado 
nación criollo. Los partidos de la izquierda tradicional apuestan por 
reformar y revitalizar al Estado criollo etnofágico.
MLP plantea 
lucha frontal contra la corrupción. Por ello propone la anulación del 
derecho de antejuicio y el secreto bancario para los gobernantes y 
diputados. Además de la reducción de salarios (austeridad) para 
funcionarios de jerarquía. Los partidos tradicionales de izquierda 
guardan silencio ante estos y otros planteamientos.
 

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