XVI Cumbre ALBA-TCP
Cuando este viernes 
celebre en La Habana su XVI Cumbre, la Alianza Bolivariana para los 
Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP)
 deberá responder con contundencia a las crecientes amenazas y 
agresiones que protagoniza Estados Unidos (EEUU) y la derecha regional 
contra los gobiernos populares de la Patria Grande. 
La cita en 
la capital cubana, que festejará el 14 cumpleaños de ese mecanismo 
solidario y de integración, se escenificará en momentos en que 
Washington y su principal tentáculo anexionista, la Organización de 
Estados Americanos (OEA), junto a regímenes y cabecillas conservadores 
latinoamericanos, atacan continuamente a Venezuela, Nicaragua, Bolivia, y
 a la mayor de las Antillas. 
Más que alebrestados por triunfos 
electorales derechistas en países como Brasil, Colombia y Chile, el 
imperio del Norte y sus secuaces están muy preocupados por los cambios 
geopolíticos que están ocurriendo tanto en la Patria Grande como en el 
mundo, y actúan desesperadamente contra todo lo que huela a unidad, 
integración y paz. 
El régimen de turno de la Casa Blanca 
utiliza todos sus viejos y muy conocidos procederes, desde las amenazas 
de intervención militar, y el financiamiento a la subversión y a la 
violencia, hasta los ataques políticos y las campañas mediáticas de 
descredito, para intentar hacer desaparecer el progresismo de la región. 
A Washington, igual que siempre, le hace el coro la OEA, y 
hoy, su actual secretario general Luis Almagro, quien sobresale por ser 
uno de los jefes más entreguistas de la historia de esa entidad, muy 
bien bautizada como el “ministerio de colonias yanqui”. 
Almagro, como se sabe, pretende reelegirse al frente de la OEA para 
seguir abultando sus bolsillos, y cumple al pie de la letra las ordenes 
de su amo, por supuesto, todas contra Venezuela, Nicaragua, Bolivia y 
Cuba, y ya también contra México, luego del ascenso a la silla 
presidencial de Manuel López Obrador. 
Precisamente México, con 
la llegada al poder de López Obrador, puso la tapa al pomo al desespero 
enfermizo de EEUU y la derecha en latinoamericana, que ven en esa 
influyente nación, y su ahora mandatario, otro inminente peligro para 
los intereses hegemónicos del imperio en nuestra región. 
Por 
esa razón, además de por el más reciente y arrasador triunfo del 
Chavismo en las elecciones municipales celebradas en Venezuela, la 
victoria del Sandinismo frente a la violencia en Nicaragua, y la posible
 reelección de Evo Morales en Bolivia, es de esperar el comportamiento 
agresivo de Washington y sus “palanganeros”. 
Ante esa conducta 
bravucona, la XVI Cumbre ALBA-TCP de La Habana debe responder como 
corresponde a estos tiempos: con el grito unitario de “es la hora de 
hacer más Revolución”, en honor a sus fundadores, los líderes históricos
 de las revoluciones cubana, Fidel Castro, y bolivariana de Venezuela, 
Hugo Chávez. 
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